Vivir sin ti
Sumido en sus pensamientos
Manuel deja caer suspiros
añorando la fuerza de tu amor,
los días pasan sin inmutarse
las arrugas invaden el calendario
colgado en un rincón de la celda.
Separados por una reja
amarte y añorarte es su diario vivir,
lo escucho hilvanar los recuerdos,
bordar tu cuerpo con sus manos, ateridas
con la pasión de sus besos
hacer camino en tus laderas
y tus márgenes de chocolate.
Soportar más, no puede,
su corazón deja escapar truenos,
gemidos fugan de su garganta,
la lluvia resbala por las grietas
que el tiempo ha esculpido en su cara.
Sus manos, apretadas por el dolor,
golpean las rejas con impotencia
el aire de tristeza
se cuela sin permiso en la celda
contaminando su sangre.
¡Cómo anhela acurrucarse en tu regazo,
desgranar los sentimientos
que vibran en su pecho, pero no estás!
Tu recuerdo se pierde con el viento,
lo atropella el cambio de guardia
que nos llama a formar.
El último adiós
Bajo el silencio medroso de la luna
Polo camina sin rumbo por el campo
sólo el eco de sus pasos
y los latidos de su corazón
lo acompañan en sus pensamientos.
Camina hora tras hora
hilvanado todos los recuerdos
de bellos y malos momentos
compartidos con ella,
trata de pensar que no todo es oscuridad,
que nada es realidad,
que sólo es un maldito sueño
que se coló en su soledad,
pero el campo minado amenaza.
los guardias en las torres lo vigilan
coartando sus pensamientos.
Olvidar, no puede.
En su cerebro están incrustadas
como alambre de púa sus palabras.
-“Adiós, olvídate de mi”
Retenerla ya no es posible,
ha volado en busca de otro nido,
en la barraca ha quedado
la huella de una misiva
que destrozó su corazón sin piedad.
Por los sueños
El silencio de la noche
del campo de concentración
desgarra las horas lentamente.
Carlos mira por el ojo de una pared
el confín del universo que lo espera
mientras ella, su amada.
mezcla de ternura y saña
lo hiere sin compasión.
Sabe que ella está allí
masticando su dolor,
que no soporta su realidad,
y lo condena por ser consecuente
con sus ideales y principios
que lo mantienen lejos de su amor.
Sabe que ella esta allí
esperando una respuesta,
un perdón que bien sabe
que sus labios nunca pronunciarán,
mientras las luces de las torres
bailan un agónico segundo de vida
frente a los guardias de la prisión.
Por tantos sueños que se han ido,
por tantos años ya perdidos,
por tantas cartas escritas sin sello
guardadas en el buzón de su almohada,
por todo ese amor que se esfumó.
Hoy, la borra de su corazón.
Figuras y rostros
La penumbra de la celda
al caer la tarde nos observa
con toda naturalidad.
Absorbe el dolor de los presos
mientras el reloj exhala los latidos,
intenta no morir de tristeza
agobiado por recuerdos
que pugnan por escapar.
Las nubes llevadas por el viento
se transforman en figuras,
rostros que se detienen,
miran y rompen a llorar,
la agonía de este soñador.
El sol con su andar cansino
desaparece en el horizonte,
dejará abierta una herida
que la noche invade sin pudor.
En medio de los pensamientos
la amargura y soledad escapan
en un grito de rebelión
que se escurre con el viento.
En el silencio, que se pierde
entre mi cerebro y las paredes
que se burlan de mi dolor.
Esperando por ti
¿Dónde te encuentras amada mía?
Cansado estoy de esta espera
de buscarte.
El verdugo desgarra mi carne,
los sentimientos,
y te necesito para acallar el dolor.
Te amo, detrás de estas rejas
y sólo ante ti me confesaré.
Amada
te regalo mis sueños
para que reines en un mundo
que construí desde esta celda.
Ven,
ayúdame a escapar
del Campo de concentración
para que vivamos nuestras fantasías.
No importan los años que pasen,
vivamos esta locura,
conquistaré planetas
que bautizaré con tu nombre,
porque sé que libres,
en cada estrella, haremos el amor.
¡Ven
antes que a los años se los devore el tiempo
y sólo encuentres este amor en unos versos
impregnados en paredes de la celda!
¡Ven
desde los sueños
te estoy esperando, aterido
en esta penumbra donde agonizo
por tu ausencia!
Entre las paredes de los dientes
La noche
cubre serena la prisión,
brilla su lámpara de plata
como lágrimas de cristal.
En la celda,
mis compañeros engañan el sueño,
las horas resbalan por las paredes
con su autismo cotidiano.
Los recuerdos llegan,
seducidos por la primavera que nace,
en el rincón donde el amor hace su nido
esperando el llamado del torturador.
La luna,
entra por la ventana
invitándome a dar un paseo,
pero la reja fría congela mi cuerpo,
los sentimientos escapan de su cautiverio
y humedecen el piso de cemento.
Te dejo entrar en mi mundo,
mis besos recorren tu simetría
derramando la pasión que brota
en medio de los alaridos
y el sueño intranquilo de mis compañeros.
Recojo la savia de tus labios;
pero el amor se deshila en gotas
cuando se abre la puerta de la celda
y el torturador me llama,
¡la garganta suelta un grito
que se esconde de los guardias
entre las paredes de los dientes!
Crepúsculo
A veces cuando la tarde se va,
mis pensamientos vuelan hacia ella
conjugando los sentimientos
que me hunden en la oscuridad,
que abarcan el principio de todo.
Por mi mente, pasa la nostalgia,
un carretel de imágenes sin revelar
de aquellos bellos momentos
que juntos pasamos,
mi corazón gime y se pregunta
¿Qué hará ella en estos momentos?
Por la ventana de la celda
me imagino los edificios
encendiendo lámparas de colores,
sus moradores van y vienen,
se abrazan y besan con pasión,
entonces ¡oh, belleza del ensueño!
la imagino a ella encendiendo
también lamparitas a lo lejos.
¿Todo es silencio y no sé por qué?
Unas lágrimas furtivas
humedecen mis ojos en la sombra
empañando la luz de la mirada.
Siento un cuchillo que se cuela
por las rendijas del alma,
hiere con descaro los sentimientos
que luchan por no morir.
Eclipse
Cada día mis sueños tiemblan
cuando siento mi corazón palpitar
a la espera de un beso tuyo
que acaricie la soledad de mi piel.
Cierro los ojos a ese encanto
espero con impaciencia tu llegada
para decirte con el alma:
- Entra amor mío, la puerta está abierta
dame de beber el zumo de la fruta
que emana de tu cántaro
colma cada ventana de mis poros.
Allí sólo allí,
donde nacen y mueren los sueños,
apareces bella sirena del Olimpo
para calmar los sentimientos
que agonizan dentro de mí.
La noche avanza con su manto
iluminando la oscuridad de la celda,
los recuerdos se cristalizan en el silencio,
¡amada, nuestros olores se esparcen
calmando el eclipse de mi cuerpo!
Alejándome de ti
El avión surca el cielo
se pierde entre nubes en llanto,
el día se marcha sin decir adiós
dejando en el horizonte
un manto de colores
que atrapa mis pensamientos.
La noche sin titubear avanza
devora con su lengua de víbora
la desnudez de la claridad
que lucha por no desaparecer.
El avión vuela en silencio,
traspasa la noche y el día
como un libro de fantasía
escrito hace mil años.
Yo sueño cada noche con volver
cabalgando en un cometa.
Las horas avanzan sin prisa
el minutero se aferra a los números
esperando como un lobo hambriento
saciar el hambre y la sed.
Tus pensamientos y los míos
se alejan, como una estrella fugaz,
sin volver la mirada.
¡Vivirán por siempre en la soledad
que nuevamente me acorrala
en un rincón de mis sueños!
Exilio del amor
En nuestros sueños viajamos
como almas desamparadas
a cobijarnos en la tierra
que un día nos vio nacer.
Dejamos atrás
familia, compañeros, amigos
cariño y alegría
vagando en el laberinto del aire.
En noches de tormenta
nos preguntamos:
¿Volveremos a encontrarnos?
¿O es una quimera de este loco
que no puede vivir sin ella?
No sé, tierra mía
si vendrás cuando te llame
pero te juro que te sueño
en este triste silencio
de mis noches de soledad.
El tiempo implacable
pasa riéndose por nuestro lado,
los días mueren en la pared
como un ramo de flores marchitas
ante esta larga espera
por volver a nuestra patria amada.
Ven, desde los sueños
te estoy esperando
en esta penumbra cobarde que mata
los sentimientos con tu ausencia.
Epitafio del sueño
Siento en la penumbra
la noche invasora,
el silencio cínico llega,
con su acostumbrada melodía
perturba mi cama y soledad.
El tren fantasma avanza,
no se detiene ni se inmuta,
corroe los sentimientos en cada estación,
los sueños pugnan por no morir
abarcando el principio de todo.
Acorralado por la noche,
el día surge tímidamente
aislando todos mis sueños,
los devora ese mar de luz
que avanza inexorablemente
por la cuerda floja
acabando con mis pensamientos.
Atrás, en el horizonte queda
la pugna de la noche y el día.
Sale el sol majestuoso
y entierra el epitafio de mis sueños
hasta renacer cada noche.
Himno a la vida
Quizás no era lo que esperabas
o no comprendes a los jóvenes,
pero quiero darte las gracias
y levantar un himno a la vida
por las madres solteras
que luchan cada día en el planeta.
¡Gracias compañera, amiga
por permitirme en este día
pregonar a los cuatro vientos
cómo elegiste la vida,
al no permitirle al que dirán
familia y parientes
provocaran un aborto
por tener un hijo sin papá!
Durante nueve meses
tu templo
-cántaro de amor y vida-
lo alimento y protegió
esperando el momento
de dar a luz.
Gracias doy a las madres solteras
por tan hermosa decisión
y por aquellos momentos,
aunque hoy en ellos
vean espinas
y los castiguen por los malos ratos.
¡Siempre llevarán presente
aquel maravilloso día
que lucharon por su vida sin temor!
Apología del amor
Por los senderos de la vida
que arrastra mi caminar,
nuevamente comienzo a vivir,
sueños construyo en el silencio
que avasalla mis sentimientos.
En una juventud ilusionada,
castrada por la dictadura,
mis pensamientos se confunden,
los recuerdos viajan
entre la locura y la fantasía
tras el fuego del amor.
Dulce delirio para algunos,
una quimera para muchos,
para otros como yo
es la entrega de dos cuerpos
que nos invade de felicidad.
En la cola de un cometa
trato de atraparlo,
pero se aleja sin mirar atrás,
apología cruel para mis fantasías
se pierde en el torbellino
del trabajo y el consumo,
entre ladrillos y cemento
el amor se escurre por las paredes.
Han aniquilado los animales,
el aire del planeta han contaminado,
le han robado la vida
a los mares y los bosques,
han torturado, ejecutado, asesinado,
desaparecido personas por pensar diferente.
¡Insensato de mi suponer
que el amor sobreviviera
en esta cruda y amarga realidad!
El temporal
¡Cómo se agita el mar
en esta noche, aterida de soledad!
El viento en su enojo, silba sin cesar
el barco soporta el vendaval,
en un extraño baile de rock and roll.
Las olas invaden los pasillos,
el furor de metales
rompe con audacia el silencio,
parece un baile de nunca acabar,
las cosas van de un lado a otro,
provocan un desconcierto general.
Los sentimientos se parecen
a la ira del temporal,
de repente despiertan,
bailan con las neuronas,
se pierden en una molécula
del hierro carcomido del viejo barco,
que sube y baja entre las olas
sin poderlos calmar.
¡Qué horrible el temporal
que ni un minuto deja descansar!
¡Qué hermoso el huracán del alma
que me ayuda a esperar la calma del mar!
La cárcel flotante
Cuando paso por algún lugar
escucho la gente platicar
‘que la vida del marino
es sólo conocer y disfrutar’,
‘un amor en cada Puerto’
‘¿qué mujeres conocerán?’
Cuando los escucho conversar
me dan ganas de contestar:
¡Ojalá algún día puedan navegar
así podrán conocer la vida en el mar!
Noches en soledad de cabina
que torturan de tanto pensar.
Cuando pasen por temporales
allí los quiero escuchar,
pidiendo por sus vidas
que en un minuto puede acabar,
el barco juega en la montaña rusa,
el cielo ruge sin parar,
los marinos sólo esperan
que el viejo barco derrote a Goliat.
Así se llega a Puerto
se desahoga la tristeza
con una mujer y un trago
la soledad se pierde en un bar,
pero dentro de unas horas
la vida del marino sigue su rumbo
en esa cárcel que navegando va.
Sueño del ayer
Matan las noches de frío
y la ilusión de amor
me cubre ya la angustia
te llamo con dolor.
Escucho susurrar el viento
su melodía, en la calle
por las rendijas del alma
se cuela el frío invierno,
pero este dolor que siento
por el amor que se va
dejará impresas heridas
que nunca cicatrizaran.
La soledad duerme conmigo
abrazada a una almohada,
recordándome que de ella
nadie puede escapar.
La felicidad es una utopía
que nace y muere
en un sueño del ayer,
el cielo abre el libro de la vida
con sus palabras desnudas,
donde cada estrella es una lágrima
que derraman los ángeles
por el término de nuestro amor
La máscara
En tus sueños trato de entrar,
confundirme con ellos,
pero no alcanzo, son fugaces,
desaparecen por arte de magia
cuando me sienten llegar.
Te acaparo en los míos,
mis dedos bailan en tu cabellera,
modelo tu cuerpo entre mis manos
dejando escapar el río de tu sudor,
mis besos escriben un poema.
Eres la reina de ese mundo que construí.
Penetro por tus venas
esperando sentir el péndulo del amor,
pero no entiendo, no hay nada.
Sólo un grito desgarrador
que se filtra en silencio.
Quedo vagando en el espacio
donde la luna es la confidente
que guarda mi dolor
cuando se retira a descansar.
Aquel día
El día que te marchaste,
su alma quedó vacía.
Te llevaste en tu equipaje
la alegría y el amor,
los sueños quedaron colgando
en una cuerda floja sin destino,
los tuyos tratando de sobrevivir,
los suyos sepultados en el olvido.
El día que te marchaste
su vida quedo truncada,
en la mitad del camino
su corazón herido quedó.
Por la mañana, cura sus heridas
con el trinar de los pájaros
y el aroma de los jardines
y por la noche, durmiendo con la soledad.
El día que te marchaste
una lágrima quedo vagando en el cielo,
destruiste la fantasía de aquellos años,
de la estrella, nunca más se escucho,
desapareció aquel día que te fuiste
sepultando la alegría y el amor
en aquella maleta vacía que dejaste
tirada en un rincón del salón.
Ocaso de un amor
El sol de verano
llega tímidamente a la playa,
acaricia tu cuerpo con sus rayos,
la brisa marina se deleita con tu piel
conjugando un nuevo amanecer.
Quizás hija mía
el eco de un nuevo amor
no se cruce aún en tu vida
o no penetre en tu corazón
como se adentra el mar
en los poros de tu cuerpo,
pero las olas al reventar
te llevan en la espuma
la serenidad y la calma
que acaba con tu dolor.
La brisa marina se pierde
en el ocaso de un viejo amor olvidado,
en una hermosa tarde de verano.
La brisa se retira invadida por los sueños
que llegan con el anochecer.
En silencio
En silencio, te espero
en un recodo del camino
para escribirte unos versos
que tienen la llave de mi corazón
En silencio, camino por el cielo,
como un niño desamparado,
que vive y duerme en la luna
en las noches de soledad.
En silencio, te busco amada,
pero sólo te encuentro
en el reino de mis sueños
que mueren al llegar el día.
En silencio, el tiempo se marcha
y te pierdes en mi imaginación
como una burbuja solitaria
que lleva y trae el viento estelar.
Me consumes
Te busco
en mis sueños de cada noche
que me ayudan a calmar los sentimientos.
Te miro
me consume la ternura de tu alma
que atrapa la luz de mis ojos.
Te sueño
me consume la tersura de tu piel
que roba las caricias de mis manos y besos.
Te amo
me consume el fuego de tu amor
que llena de gozo mi corazón.
Te encuentro
entre la luna y las estrellas,
pero te fugas en un cometa.
Viajero
¡Cuántos años viviendo
atrapado en los sueños de cada noche,
soñando con la paz y felicidad,
que sólo puedo encontrar
en ese mundo de fantasías que construí!
En silencio mi alma
ha pintado de colores la tristeza,
ha vestido con luciérnagas la soledad,
ha forjado la risa del payaso en la luna
para derrotar el virus del destierro.
¡Cuánto tiempo modelando el amor
en la autopista de los sueños,
las piedras del camino lo saben,
las flores de Andrómeda
y mis amigas, las estrellas también!
¡Viajar…viajar!
a todos les encantaría,
pero a mi me basta viajar en el viento
para colarme por las rendijas de los sueños
donde florece la vida y la paz.
Frías noches de Estocolmo
Un jardín de rosas sin espinas
hoy te quiero regalar,
un volcán de amor y pasión
hoy te quiero entregar,
pero sentado en un rincón del cielo
sólo un poema te puedo escribir.
¡Oh amada mía!
la música navega por mis venas
impulsada por el viento de los recuerdos,
los glóbulos despiertan de su letargo
ejecutando una tonada
dedicada a mi tierra latinoamericana.
Mis ojos cansados
perdidos en el tiempo pasado,
derraman lágrimas de dolor,
desnudan cada noche la quimera
de un amor viajando en el cielo
que se esconde en la constelación.
Amada mía
ven galopando en el unicornio azul
hasta las frías noches de Estocolmo
donde te espera este romántico soñador
sumido en el silencio, aterido
de sábanas nevadas.
La noche
La noche
no duerme, vigila en silencio,
abre la puerta a los sueños de amor
que cada uno, en su recinto misterioso,
con fantasías de colores tejerá.
La noche
nos aprisiona entre sus tentáculos
devorando la tristeza y dolor,
lágrimas que se fugan y quedan
en el sendero inhóspito de la soledad.
La noche
deambula sonámbula por la ciudad,
absorbiendo la pasión que germina
de aquellos que vibran con ella
en el rincón de la felicidad.
La noche
se aferra a la vida
como un animal hambriento,
pero muere en los brazos del día
que le entrega compañía a la soledad.
La noche
se retira como un ladrón furtivo,
las estrellas se marchan una a una,
la luna desamparada se retira a dormir
¡A mis sueños ¿quién los entenderá?!
Sol de Abril
La soledad amanece
en las postrimerías del invierno.
Cansado de nostalgias y sueños
que se pierden entre las sábanas,
desnudo el hastío en que estoy y vivo.
En mis reminiscencias ya prescritas
te busco, en las páginas de mis sueños,
en la alfombra de mis pensamientos,
intento atraparte bajo el sol del de Abril,
pero desapareces en el horizonte
dejando un amor desesperado.
Quizás mañana al final del camino
en las cenizas de los años ya vividos,
reviviré los días olvidados en el cielo
cuando me embriague de tu follaje
y una pasión que no tuvo límite.
Un día más se despide,
ella como siempre se esconde
en mis sueños y fantasías,
que luchan por no desaparecer
bajo la huella que deja la noche
al esconderse en la otra cara de la moneda.
Fue sólo quimera
¿Es posible dulce y tierna Princesita
que anudes sentimientos en tu alma,
o es porque aún no has comprendido
que la vida siempre es amarga
para los que se enamoran?
¡Hija, no corras por la vida
tras la huella de ese cometa!
Solo fue un recuerdo ingrato
que paso un día por tu casa
rasguñando tu corazón.
No te apenes si aún siendo niña
las lágrimas brotan de tu alma,
desengañada te sientes del amor,
olvidar debes por tus cortos años
que te hirió la llama de una traición.
Has cesar tu sufrir,
burla la pena con el rocío,
la flor vuelve a germinar en el jardín,
será sólo una quimera, olvida su huella
¡Celebra cuando llega el verdadero amor!
Estrellas fugaces
Bella niña de sonrientes ilusiones
que estas en los albores de la vida,
tú lo vez todo en sueño de colores
para tu edad no existen sinsabores.
No sabes de penas ni amarguras
para tu amor no existen las espinas,
tu alma de niña regalona es un áncora,
un jardín lleno de ilusión y ternura.
¡Que nunca la tristeza
se cuele por las rendijas de tu alma!
¡Que el paso de los años
te colme de alegría y felicidad!
Recuerda siempre que las desilusiones
son como las estrellas fugaces,
desaparecen cuando llega el amor,
se realizan los sueños y te sonríe el porvenir.
Cualquier día
Cualquier día volveré a verte hijo
¡me estarás esperando
o me habrás echado al olvido!
¡me recibirás con una sonrisa
o con cara de niño sorprendido!
Quizás correremos a abrazarnos
por tan larga ausencia,
mudos nos quedaremos
trasmitiéndonos el calor
de tanto amor contenido
en las arrugas del tiempo.
La nieve acumulada en mi cabeza
te llamará la atención.
Te preguntaras ¿por qué?
sólo te responderé:
- son canas de madurez, hijo
algún día tú también las tendrás,
espero que no te salgan como las mías
porque florecieron con el dolor
aquel día que me detuvieron
por soñar con un mundo de amor.
Amigos
Buscan mis versos su galanura
en los encantos que mi alma sabe manifestar
bellas palabras quisiera dedicarles
francas y honestas que los puedan regocijar.
Así como viven la luna y las estrellas
el amor viva siempre en ustedes y su familia
felicidad para todos, anhelan mis sentimientos
nobles y hermosos que en vida los acompañará.
Nuestra amistad es tan hermosa
sana y pura como el nacimiento de un hijo
que rivaliza con el cielo y los jardines
ni es comparable a la belleza de la naturaleza.
Nunca se crucen en el camino de de su vida
la maldad y envidia por tan hermosa familia,
goces y dichas derrame siempre el cielo
regocijando para siempre vuestro dichoso hogar.
La amistad, amigos, no se compra, vende o remata,
tan sólo se entrega con honestidad y franqueza,
se desarrolla con la química, los meses y los años
prevalece en el tiempo, ni la muerte la logra separar.
Hermanos
Los hermanos son tan diferentes
como los dedos de las manos,
tan hermanables y apegados
como el corazón y alma.
No es necesario que estén juntos
para demostrar el amor que los une,
sólo basta una ocasión especial
o un problema familiar
para que se vuelvan a reunir.
A veces, cuando menos se espera
alguno pierde la escala de valores,
pasando a llevar familia y amigos,
lo único que les importa
es ganar a como de lugar.
Así van por los caminos de la vida
cometiendo errores como todos,
pasan a llevar amistad y sentimiento
no lo reconocen en su momento,
pero cuando asumen su responsabilidad
un nuevo día comienza a germinar,
se olvidan de su orgullo y el que dirán
pidiendo disculpas al ofendido
porque ellos siempre estarán en primer lugar.
Regres
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