Sé que estás allí, sentada en un rincón
mirando por la ventana del jardín
esperando por mi regreso
que bien sabes nunca se hará realidad.
El tiempo ha mancillado tu cuerpo,
la nieve cubre tu cabellera,
la mirada dulce y tierna se ha esfumado
perdida en el pergamino del calendario,
sólo quedan dos luceros apagados
y un árido desierto en las mejillas
que derriban tu vida cercenada
por la maquiavélica dictadura.
Aquí estoy observándote
compañera de mil batallas,
de noches inolvidables, felices
que se esfumaron cuando me detuvieron,
torturaron e hicieron desaparecer
en la noche de los cuchillos largos.
Sí, aquí estoy amada mía,
sigo esperando que el dictador
o los asesinos desnuden su conciencia
y entreguen a la justicia
el paradero de los desaparecidos.
Aquí estoy llorando tu dolor,
el mismo que cada día te corroe el corazón,
esperando que te entreguen
lo que queda de mi cuerpo
o saber el lugar donde me arrojaron
para descansar y morir en paz.
Sí, aquí estoy pueblo mío
enterrado en una fosa sin lápida,
esperando que ustedes y la justicia
hagan realidad el sueño de mi amada
de reposar en el camposanto
donde ella algún día llegará
cerrando las heridas de nuestra soledad.
LOS CARADURAS
Los caraduras son personajes duros
fríos como el acero,
se alimentan de la tierra,
engullen los minerales,
son dueños de la sal y el agua,
se sientan en el Verbo Divino.
Por su razón de ser y existir
algunos son dueños de la colmena,
reproducen la miel en su cuenta bancaria
avasallando y explotando la ignorancia.
Caminan por la selva de los negocios
imponiendo sus postulados salvajes,
destruyen la naturaleza del estado
corrompiendo los mandos militares.
Con ayuda del imperio americano,
el beneplácito del poder celestial
y la solapada justicia terrenal,
asesinan las temerosas democracias.
Hoy, después de 32 años
de cebarse con el pueblo chileno,
la derecha surge como un ángel
buscando y construyendo la reconciliación,
olvidando que fueron ellos los roedores
que hicieron su nido junto al gobierno
apoyando y dirigiendo sus ministerios.
No es posible seguir engañándonos
el pueblo debe abrir los ojos
condenar estos personajes sin ética ni moral.
Sólo se abrirán las grandes Alamedas
cuando en nuestra mancillada tierra chilena
el gobierno y la justicia asuman la histórica verdad.
EL puente de San Isidro
Han pasado treinta y dos años
de la matanza que enlutó
la tierra Quillotana de dolor
con aquellos compañeros
salvajemente asesinados
por orden del maquiavélico dictador.
Quién hubiera podido imaginar
que aquella tenebrosa noche
sería la hora de los yataganes,
escondidos como los cocodrilos
con negros pasamontañas
rendían honores con sangre a su General.
Bajo la oscuridad solapada de la guarida
y las horas detenidas por los fusiles
la jauría de hienas asesinas salió en caravana,
se detuvieron bajo el puente de San Isidro,
los remataron con metralla y granadas
sembrando la tierra con los cuerpos mutilados,
torturados, de militantes de la Unidad Popular.
El silbido del viento en su inocencia
acalló el sonido de la metralla,
la noche clamó su dolor al mundo
la luna sentada en la copa de un árbol
tapó el espanto de su rostro,
las estrellas lloraron de impotencia
porque se escribía la felonía
que agasajaba al dictador.
Bajo el puente de San Isidro
la tierra con su germen se fundió
en una mezcla de carne y sangre
con los cuerpos de: Hugo Aranda,
Ángel Díaz, Víctor Fuenzalida, Julio Loó
Manuel Hurtado, y Osvaldo Manzano
clamando derecho a la verdad y justicia;
Levy Arraño, Rubén Cabezas y Pablo Gac
fueron siniestramente desaparecidos
para que nunca los pudieran encontrar.
En ese rincón sin esperanza
donde las horas se detuvieron de miedo,
donde la vida se interrumpió el 18 de Enero,
emerge hoy la cruz de la verdad
para recordarle a los Quillotanos
que en Chile no debe haber impunidad.
CIRCO PARA UNA IMPUNIDAD
La sombra de una larga noche
se cierne sobre los derechos humanos
para aniquilar con un manto de olvido
nuevamente a los desaparecidos.
Los poderes del estado de facto,
el aire putrefacto del parlamento,
la ignominia de la Corte Suprema,
y los caraduras de la derecha
conspiran bajo cuerdas bambalinas
imponen largos plazos a los juicios
utilizan el famoso verbo Olvidar
para lograr la mentada reconciliación nacional.
La famosa ley de Empalme
conjuga cada día en La Moneda,
diluyen el tema de los desaparecidos
para terminar absolviendo a los asesinos.
Cayendo y levantándose
vagan por las oficinas de los tribunales
tras expedientes y anhelos de justicia,
con la suela gastada de los zapatos
se unen a los reclamos de los familiares
dejando en los pasillos su protesta.
El verdugo cambió los uniformes de combate
por trajes Giorgio Armani,
las horas perdidas en los juicios
cansadas de tanta espera, se duermen
y quedan tiradas en los armarios
transformando la justicia en un coágulo
que lucha por no desaparecer en el tiempo.
AUGUSTO Y LUCÍA
El show del Hospital Militar
comienza de nuevo a funcionar,
porque Lucía y su hijo Marco Antonio
han sido declarados cómplices
de fraude al fisco y evasión tributaria
llevada a cabo por el astuto General.
Según los médicos del famoso hospital
la esposa del inocente abuelito
sufre hipertensión arterial
por los millones de dólares
que no sabe como gastar.
Entre querella y querella
bajo fianza en la cueva de Ali Baba
se encuentran los Pin ocho
disfrutando de su arresto domiciliario,
mientras su hijo se encuentra entre rejas
por ser un peligro para la sociedad.
Como siempre el famoso abogado del diablo
y correcaminos, Pablo H. Rodríguez,
defiende la intachable honorabilidad
de estos dos inocentes viejitos
que ahorraron con esfuerzo los Dólares
encontrados por los americanos y juez Muñoz
en la corrompida banca internacional.
Todos ellos son unos verdaderos angelitos.
La Familia del Siglo de los Militares,
han evadido los cargos de lesa humanidad
que la justicia nunca en vida condenará.
EL PATIO 29
La tierra húmeda se desgajó,
mutilada por el amanecer,
la tumba se abrió sin remordimiento
sólo el nombre de Fernando quedó.
El bolígrafo dirigido por mi mano
escribe sobre la losa muerta
mi verso nace herido
para clamar dignidad y justicia
para los familiares del patio 29.
Cuánta mentira desgarra el alma,
cuánta inoperancia una y otra vez
viola y destroza las osamentas
de mis compañeros desaparecidos.
Cuánto tiempo despellejando el dolor,
cuántas horas derramadas sobre los cuerpos,
cuántas tumbas vacías calcinadas por el sol,
cuántas cruces N.N. nuevamente sin nombre
esperando llegar al puerto familiar.
Con las mejillas hundidas por las lágrimas
por las heridas que vuelven a renacer
en el cuerpo y alma de los familiares,
exigimos seriedad y justicia
a la indolente y corrupta Concertación.
PREGUNTAS SIN RESPUESTA
De las paredes y rejas del infierno
sale una voz angelical
que viste de alegría el aire
llevando paz a las mujeres
condenadas por su pecado de libertad.
Es sólo una pequeña flor
nacida en una celda del dictador,
corre con el minutero por los pasillos
vigilada por los ojos de las paredes
que absorben su canto de ruiseñor.
La niña siente que algo le falta
en su inocencia comienza a preguntar
pero las respuestas no entenderá.
Mamita…Mamita
¿dónde está mi papá?
Mamita…Mamita
¿Por qué vivimos en una pieza
tan fría, oscura y con rejas?
Mamita…Mamita
¿Por qué no tengo amigos
con quien jugar?
La niña no se cansa de preguntar
recorre las celdas de las tías
que la acogieron como su ahijada
desde el mismo día que vio la luz.
La niña salió del exilio
con el paso del calendario se enteró
que había nacido en una cárcel,
porque la indolente justicia la condenó
en el vientre de su mamá.
El tiempo pasó por la ropa
almacenando lágrimas de dolor
arrastrando en sus raíces
la historia de su nacimiento.
Caída en el abismo de la droga
arrebató su adolescencia sin pudor.
Un día, ante un sol radiante
desde el fondo de su alma salió un grito
¡Mamita…mamita
volvamos a nuestra celda
es fría, triste, oscura,
pero tan sólo allí puedo ser feliz!
El silencio se derrumbó de dolor,
los pájaros la acunaron con su trinar,
unas nubes lloraron de pena
y lavaron la cara de las piedras
que se escondían de indignación.
Y colorín colorado señores demócratas
este cuento ocurrido en dictadura
por hoy se ha terminado,
la niña entra y sale de un psiquiátrico
esperando que la justicia y su pueblo
le devuelvan la génesis arrebatada
de volver a nacer en libertad.
Camino del olvido
Somos aquellos jóvenes
llenos de amor
y sueños sin concluir,
vagamos errantes por el mundo
cubriendo el árido desierto
al que la dictadura nos desterró.
La juventud
quedó flotando en el aire
impregnando los caminos de la ciudad,
nuestro exilio la vistió de soledad,
el veneno del tiempo la marchitó.
En el camino quedaron
compañeros de mil batallas,
los cementerios se abrieron
para dejarlos en el olvido;
el jardín familiar fue descabezado,
las raíces se disgregaron
por las ciudades del mundo,
el cuchillo del tiempo cercenó la vida
en una tumba sin flores;
el entorno de amigos se perdió
fatigado por la espera
en un cambio de dirección
que no llegó al destinatario.
En el callejón de la vergüenza
un manto oscuro borda la tarde,
la mirada se pierde en el horizonte
con una pena antigua que la acorrala,
mientras un rumor de esqueletos
sobrevive enredado en los recuerdos
desvelando las cenizas del olvido.
EPITAFIO PARA UN DICTADOR
Son las 11.45 de la mañana,
el sol de verano atraviesa la piel,
los teléfonos cantan sin parar,
su sonido ayer sin importancia
hoy se convierte en música celestial
al anunciar la muerte del tétrico General.
¿Quién escuchó primero la noticia?
¿Quién llamó a quién?
¿Quién dio el primer grito de alegría
anunciando la partida del Chacal?
¿Quién?
No, no importa
sólo lo sabe aquel aparato sin vida
que abrió la puerta de par en par
para que estallara la amargura contenida
durante décadas en nuestro corazón
que saltó y galopó de felicidad.
Aquí, allá, en todas partes
el pueblo grita, baila de alegría,
la prensa, radio y televisión
difunden con pesar y alborozo la noticia,
¡Valparaíso, Quillota, Santiago, Concepción
ninguna ciudad se pierde el carnaval!
Incluso en los cinco continentes
los ciudadanos y exiliados
cantan con regocijo ¡Adiós General!
Qué ironía para el maquiavélico dictador
un asolapado homenaje se le brindó
digno de una tragedia griega,
bajo la sombra arrogante de las armas
que vigilaron sin descaro el perímetro
de la famosa Escuela Militar.
El ganador absoluto de la gesta
fue el escupitajo que lanzó al féretro
el nieto del General Carlos Prat,
asesinado por el cobarde y rastrero tirano.
Un helicóptero Puma corta el aire,
en sus entrañas lleva al mentado genocida
custodiado por una guardia pretoriana
para ser cremado en Con- Con.
¿Qué hacer con sus cenizas?
¿Enterrarlas en algún lugar secreto
o en Los Boldos, su capilla familiar
protegidas por una guardia y perros
pagados por el erario de la nación,
donde sólo tendrá por compañía
a sus corruptos hijos
y la arrogancia de la intocable Lucía?
Su familia y víctimas saben
que nunca podrá descansar tranquilo,
en el cielo San Pedro no lo quiere,
en el infierno el Diablo tampoco,
por lo tanto su alma vagará errante
entre las tinieblas y el purgatorio,
escondiéndose de los desaparecidos
y de todos aquellos que asesinó.
Su epitafio sólo dirá:
Aquí yace Augusto Pinochet Ugarte
más conocido como el Chacal,,
fue asesino, ladrón, estafador, mentiroso
un cobarde que deshonró el uniforme
traicionando a sus subalternos sin pudor.
Sus cenizas se perderán en la bruma
camino del olvido y la desaparición.
CLAMANDO JUSTICIA
Cuando la luz del día se retira
su corazón triste agoniza en la penumbra
invadido por los recuerdos que tuvo de niña,
de aquel ser que fuera su amado padre.
¿Cuántos días han pasado por su mente
preguntándose por qué lo ejecutaron
aquellas bestias salvajes con uniforme
sí no le hacia daño a nadie?
¿Cuántas horas han pasado
desde aquel fatídico día
que lo arrancaron de su vida
sin saber donde estaba,
dejándola con sus cortos siete años
sola con la dureza de la familia?
¿Cuántas cosas le han ocurrido
desde el golpe de estado
sin poder contárselo a su madre
que nunca estuvo presente,
vejada por el hermano de su padre,
humillada sin recato por la abuela?
El dolor ha sido el compañero de su vida
y la soledad, la amiga de cada día.
Cuando las depresiones
han invadido su cuerpo y alma
sigue viendo como la justicia
no se inmuta ni condena a los asesinos.
Hoy, cuando los procesos están cerrados
de su cuerpo frágil y herido
sale un grito de impotencia
clamando y exigiendo justicia
para su padre asesinado por el dictador.
¡JUSTICIA, CUANDO DESPERTARAS!
Como una burbuja que lleva el aire
los recuerdos viajan en el tiempo
dejando huellas en el alma
y grietas de dolor en la piel.
Una sonrisa cascabelea en el pasado
una mirada triste, un rostro sin traje
se pierde en el negativo de una foto,
las manos aprietan el aire
queriendo detener los años
que fenecen en sus cuerpos.
Las calles adoloridas sudan
por el paso de los familiares,
reciben el dolor contenido
que agoniza con los desaparecidos,
un manto de olvido recorre los tribunales
cerrando la puerta a la justicia
que la convierte en una quimera.
Justicia,
cuánto te han esperado
cuánto tiempo haciéndote la sorda,
cuánto tiempo jugando cara y sello
ignorando los cuerpos mutilados
que yacen tirados en el rincón del olvido.
Justicia,
agonizas en la sombra de los tribunales,
los estantes solapan los expedientes,
no resisten la infamia de la Corte Suprema,
se desploman en los pasillos
por el peso de la sangre de los desaparecidos.
¡Justicia, cuándo despertaras!
o es que acaso sigues siendo cómplice
del Imperio, con sus lacayos y Dictadores.
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