Mi Labor de Herborización por Fortunato L. Herrera (viene de la 1ra pagina)

Primeramente recorrí los alrededores de la ciudad del Cuzco, cosechando en las colinas del Saxaihuaman y las quebradas de Oropesa de la provincia de Quispicanchi, deteniéndome por algunos días en la aldea de Huasao; en otro viaje recorrí el valle del Urubamba, de exuberante flora, visitando de preferencia los alrededores de la ciudad de Calca, valle de Yucay, la ciudad de Urubamba y el pueblo de Ollantaitambo, limite inferior de la formación mesotérmica subxerófila. Poco tiempo después tuve oportunidad de excursionar por la quebrada de Torontoy (formación de transición); quebrada de Machupicchu (formación cabecera de montaña) y el valle de Santa Ana, de clima tropical, donde permanecí por algunos días en la hacienda Potrero.

 

Explorada así la hoya del Urubamba en forma escalonada y metódica, en altitudes comprendidas entre 1000 a 3700 m.s.n.m., dirigí mis pasos hacia la provincia de Anta, donde después de recorrer la extensa llanura del mismo nombre, descendí hasta el pueblo de Mollepata, capital del distrito del mismo nombre, situada a 2700 m.s.n.m. en la hoya del Apurimac. En otro viaje cruzando la cordillera del Ccolccepata, me encaminé al pueblo de Paucartambo, en cuyos alrededores y particularmente en la hacienda Pfuyu-calla obtuve una abundante cosecha de plantas.

 

A las colecciones que obtuve personalmente se sumaron otras obtenidas por distinguidos amigos en diversas localidades del Departamento, con las que mi herbario ascendió a un total de 3,800 números. Actualmente se conserva parte en el Museo de Historia Natural de la Universidad del Cuzco, fundado por el suscrito el año de 1924 y los duplicados en el Museo y Jardín Botánico de Berlín, Museo Nacional de los Estados Unidos, Field Museum de Chicago, Gray Herbarium de la Universidad de Harvard, Jardín Botánico de Nueva York y otros. El tratamiento de este material corrió a cargo, graciosamente de los profesores de los mencionados institutos y de los botánicos asociados a ellos.

 

En mi labor de herborización tuve particular cuidado de anotar los nombres vulgares de las especies colectadas, juntamente con sus aplicaciones industriales y usos de carácter folklórico. Estos datos unidos a los indispensables de la localidad, altitud, fecha de recolección, etc. me han servido para la redacción de mi obra “Estudios sobre la flora del departamento del Cuzco” (Vol. I, Lima, 1930 y Vol. II Cuzco, 1933) en que he adoptado el sistema de clasificación de A. Engler.