" Pilatos se  extraño de que ya  hubiese  muerto; llamó al oficial  y  le preguntó si  había muerto ya. Al saberlo por el oficial,  concedió  el cadáver a José de Arimatea. Este compró una sábana, lo bajó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro excavado en la roca. Luego hizo rodar una losa para cerrar la puerta del sepulcro "  

(Marcos 15, 44-46)

***    Cristo   Yacente   –  Sermón de las siete palabras  –   una  de   las  tradiciones  que  se mantienen   vivas   en   Arjonilla   y    que  cada  viernes  santo al caer la tarde rememora el Desenclavamiento de Nuestro Señor.

De nuevo el escultor  granadino  Domingo Sánchez Mesa  supo dotar esta imagen de una gran movilidad que a lo largo de las palabras del oficiante es bajada de la Cruz por los hombres santos de la cofradía, son ellos también los encargados de su traslado a la losa que momentos después recorrerá las calles de Arjonilla con el Santo Entierro.

Quienes   estamos   acostumbrados  a  presenciar  cada  año  este  ritual   no   nos cansamos de hacerlo, siempre encontramos algo nuevo que hace que nuestro ser se desmorone por momentos, porque ver el paso de Cristo hasta la fría losa que lo llevara es como si nos transportase a los mismísimos días de la pasión.

 SIETE PALABRAS

	Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen: Jesús, en conversación   intima   con  el  Padre le pide sabiendo que solo Él puede  perdonar el castigo a que lo someten, la razón que da transmite una bondad infinita. De verdad   te  lo  digo:   hoy  estarás  conmigo  en   el paraíso: Justo al lado de Jesús, otro ser humano crucificado también    le   implora   orando    “acuérdate   de  mí,  Jesús, acuérdate  de  mí  en  tu   reino”.   Y  Jesús  como   siempre supo escuchar contestando con estas palabras.

Mujer, mira, es tu Hijo. . ., mira, es tu Madre: Jesús revela desde la cruz a Juan que en adelante  “la Madre”  será también  su Madre, nuestra Madre. Jesús  no  puede  dar  ya  mas,  es  lo ultimo  que hace  antes de morir de forma tan horrible. Dios mío, Dios mío, ¿ porque me  has abandonado ?: Palabras duras de  oír  en boca de Jesús,  pero  son   la  prueba  más  ferviente  de  que  Él es un  hombre como otro cualquiera. Jesús clama  con este grito antes de la muerte por todos los justos que sufren de un modo u otro pero a la vez aceptándolo todo. ¡ Tengo sed ¡ :    A  pesar  de  todo  lo  sufrido  por  Jesús   hasta   ese momento  lo hizo  sin pedir   nada,   ni   quejarse siquiera.  Esta  palabra  fue   pronunciada  para  que  se  cumpliese  la  escritura , con ello Jesús termino de apurar la copa que el Padre le había ofrecido.

“ Esta cumplido “:     Tras  beber   vinagre Jesús  pronuncia   estas  palabras,   con    su muerte   libremente  asumida el Hijo cumplió hasta el final su misión. Esta sexta palabra es el final del dialogo que constantemente Jesús mantuvo con su Padre. “Padre,   en   tus  manos encomiendo mi espíritu.”:     Palabras    llenas  de   paz   y serenidad   tras   la   aceptación  plena   del sacrificio    y   a   través   de   las  cuales se encomienda a ese Padre en quien tiene toda su confianza puesta.

Recopilación fotográfica de Ildefonso Rueda Jandula, Francisco Ruano y Luis Gómez