Historia de amor:

Hola chicas/os en esta nueva seccion, os relataremos una historia de amor, entre una chica y un chico, los cuales ambos estan enamorados, pero ellos no se dan cuenta de este sentimiento hasta mas tarde. La verdad qe la historia, es parecida a un acontecimiento qe nos paso a una de nosotras. Esperamos qe os guste. Cada dia escribire un capitulo, esperamos qe os engancheis a esta nueva novela de amor y no os perdais ningun capitulo. ADVERTENCIA: Si eres una chica poco romantica y poco femenina, este no es tu tipo de historia, jujuju (; Por cierto se me olvidaba deciros, qe la historia la contare en primera persona. Algunos nombres de personajes son ficticios o se han sustituido por otros, para qe la verdadera persona no se identifiqe con esto y no pueda ser descubierta. Por cierto la historia es inventada por nosotras y no es sacada de ningun sitio web.

 

Titulo: Sin rumbo hacia el amor

Autora: Maria Gonzalez Carpio

 

CAPITULO 1:

Eran las 7h de la mañana, corriendo di un salto de la cama. Mis ojos, aun adormecidos, no  querian abrirse, y la intensa luz de la habitacion, hacia que los cerrara. Mi madre dio una voz, algo grave y con un tono de regañina.  Entonces, decidi que era el momento de levantarme, sino queria qe mi madre subiera y me castigara. Fui a desayunar, a lavarme los dientes y a vestirme. Era tarde e iba a perder el autobus. Sentada, junto a la ventanilla se encontraba mi mejor amiga Marta. Sus ojos azules, y llenos de luz, su mirada acaramelada, y su sonrisa de oreja a oreja, lo revelaba todo. Hoy era un dia especial. Durante el trayecto, comenzamos a charlar. Una vez en el instituto, ambas nos colocamos en nuestros pupitres, y no nos dirijimos  la palabra hasta la hora del recreo. Ya qe la profesora nos tenia prohibido hablar durante las clases. Pero, sin embargo, yo no obedecí, y decidí enviarle una notita a mi amiga Marta, donde ponia; "Hoy en el recreo te tengo qe contar una cosa sobre Marcos"

En el recreo, Marta y yo, nos dirigimos a un lugar donde no podía escucharnos nadie, e inmediatamente, comence a relatarle lo que queria que supiera. Marta se quedo con una cara de asombro. Ella me prometio que no se lo diria a nadie, y juntas cruzamos los dedos, y lo juramos por nuestros padres. Ella me pidió que le contara mas detalles. Y yo le dije: - Marcos me gusta un monton, no tengo palabras para expresar lo que siento, lo unico que se, que cada dia que pasa me enamoro mas de el. Es muy atento conmigo, y siempre me ayuda, sin embargo, él solo me ve como una amiga más. Nunca podré a llegar a nada mas con él. Y en ese momento Marta respondió: - Nunca sabremos lo que pasara, si no le dices a él lo que sientes. Yo respondí: -Ni en sueños, le diré nada, se reirá de mi.

Tocó la campana del recreo, era hora de subir a las aulas.

Entrando por la puerta del aula, coincidimos Marcos y yo. Y él con su blanquecina sonrisa me dijo: -Que rápido se a hecho la hora del recreo, y encima ahora tenemos que aguantar a la profesora "Cara Angustias". Yo seguía sonriendo y asintiendo con la cabeza, sin embargo, no me estaba enterando de nada de lo que me estaba contando, ya que me estaba fijando en su maravilloso pelo castaño, y la cantidad de laca que se habia echado, sus arqueadas cejas perfectas y bien peinadas, sus ojos grandes y marrones, sus labios carne y tiernos, su cuerpo musculoso... De repente sentí como se me caía la baba, y decidí limpiarmela.

A la salida del colegio, bajando las escaleras del insti, se encontraba Marcos haciendose el chulito delante de muchas chicas. Eso hizo que me sentara mal, y decidí acercarme junto a él, para que notara mi presencia, sin embargo, solo me dirigió unas cuantas palabras: -Ten cuidado María te vas a chocar con la farola.

¡Pum! Al cabo de media hora, abrí los ojos, no sabía donde estaba, y una luz tenue, hacia que me doliera cada vez mas la cabeza. A mi lado se encontraba mi amiga Marta, la cual me pregunto que que me había pasado, sin embargo, yo no respondí. Aún con los dolores de cabeza, asomada a la ventanilla del autobus, pude ver mi reflejo y pronto observe que era lo que tenia en la frente. Algo morado y redondo, de gran tamaño, parecía asomarse. Grité: ¡Oh no, un chichón!

Llegada a mi destino, bajé corriendo las escaleras del autobus, ya que estaba avergonzada de lo ocurrido. Había tenido una gran oportunidad para acercarme al chico de mis sueños, mi príncipe azul, y yo, la tonta de María, la ilusa, la soñadora, la romántica, la gilipollas, la había desperdiciado.

 

CAPITULO 2:

A la mañana siguiente, aún mas enfadada conmigo misma, tardé mucho mas en arreglarme, echandome potingues en la cara para intentar disimular el pedazo chichón que cubría mi frente pequeñita. Al entrar en clase, todos me miraban, y yo, avergonzada por aquel numerito que monté, agachaba la cabeza. De repente, se me acercó Marcos para preguntarme que como estaba, y él, en tono vacilón, me dijo: Sino hubiera sido por haberte dicho aquellas palabras, ahora mismo el chichón sería mas grande.

Poco a poco, el mal humor que tenía encima, iba disminuyendo. En el recreo, todo parecía ir bien, hasta que la tía mas tonta de mi clase, Clara, una tipa, de cabello rubio y ojos azules, con labios carnosos; vamos el típico bombón de los hombres, aunque ésta no tenía tetas, va y se acerca a mi chico. Me entraron ganas de matarle, pero no lo hice. Al cabo de diez minutos, mas o menos, Clara se aleja. A partir de entonces me entra un profundo alivio en mi interior, sabiendo que aquella chica creída, no había hecho nada con mi chico. Al tocar la campana del recreo, todos nos dirijimos a la clase corriendo, ya que teniamos un examen muy difícil. Todo el mundo estaba alborotado, pero pronto pude descubrir, que no era motivo de alboroto el examen, sino, al parecer, según lo que contaban mis compañeros de clase, Clara le había pedido a Marcos que fuera su novio, y éste aceptó encantado. Era horrible y asqueroso ver a esa parejita juntos. Por mi cabeza, rondaban muchas preguntas sin respuesta. ¿Y si Clara, convierte a Marcos en un ser creído y antipático? ¿Y si están juntos para el resto de su vida?...

A ultima hora, una vez tocada la campana, todos mis compañeros se iban corriendo, ya que tenían muchisimas ganas de llegar a casa, despues de un dia agotador. Los ultimos en irse, fueron Clara y Marcos.

CAPITULO 3:

Así, dia tras día, mis esperanzas de ser algo mas que una amiga con Marcos, disminuían, y se convertían en 00,001 %.

Y fue, cuando poco después me enteré de algo peor aún. Yo me quedé de piedra al escucharlo de las propias palabras de mi mejor amiga Marta. Al parecer Marcos y Clara, se habian besado y se habian estado enrrollando toda la tarde. Estaba furiosa, y tenia ganar de pegar a alguien, aunque yo no soy de esas.