ANAGA Y OSSUNA


Raúl E. Melo Dait

EL MENCEYATO DE ANAGA

Introducción

I.- Un viaje por el Menceyato de Anaga con D. Manuel de Ossuna y Van Den Heede

II.- Ossuna y su padre

III.- El Reino de Anaga

IV.- La Preconquista de Tenerife

V.- Los límites del Menceyato de Anaga

VI.- La Toponímia de Anaga

VII.- Curiosidades dentro de los apuntes y documentación de Ossuna

Introducción

El Menceyato de Anaga, se encontraba encuadrado principalmente en lo que hoy se conoce como Cordillera de Anaga, un macizo terciario con una antigüedad aproximada de unos 7 millones de años1, con un relieve muy abrupto y escabroso, de pequeños valles y profundos barrancos (Anosma, Ijuana, Chamorga, etc. en la parte Norte; Chiquita, La Sombra, Cercado, Piedra Grande, etc. en la parte Sur), destacando entre sus altitudes más elevadas; el conocido como Roque Taborno y la llamada Cruz de Taborno con 1.024 m. s. n. m.

Sus costas suelen ser bastante acantiladas, aunque destacamos algunas playas como Almáciga, Benijo, Antequera, El Bufadero, Añazo, etc. constituidas principalmente de callaos, formados por las desembocaduras de los barrancos. Destacan los llamados Roques de Anaga, frente a Las Palmas de Anaga, conocidos como Roque de Fuera y Roque de Tierra, así como el Roque Bermejo en Chamorga.

Sus límites se establecían en lo que llamamos Santa Cruz, internándose un poco en la parte Sur de La Laguna (Gracia, parte de La Cuesta, Barranco Santos, Montaña Guerra, etc.). Su población debió de ser bastante elevada, por la cantidad de yacimientos arqueológicos encontrados y repartidos por casi todo su geografía; Taborno, Taganana, El Draguillo, Las Palmas, Los Roques, Anosma, Chamorga, San Andrés, Barranco Santos etc. Su hábitat principal fueron las cuevas, al encontrarse éstas en gran cantidad por toda la zona, y su economía principal era la ganadería y labores agrícolas. Aunque muchos autores le dan un lugar en los

1De 5,1 a 7 millones de años según la Geografía Canaria (1988) Tomo 5 pp. 14, Editorial Interinsular Canaria S. A. Santa Cruz de Tenerife, Tenerife

llamados Bandos de Paz, es bien sabido que se unió a Benchomo en su lucha contra los conquistadores. Las playas de Añazo, El Bufadero y el valle de Las Higueras en San Andrés, fueron escenarios de toda clase de arribadas de expediciones de conquista y saqueo para robo de ganado o simplemente en busca de esclavos entre 1477 y 1493.

Nuestro Menceyato jugó un papel muy importante en la conquista de la isla, ya sea como lugar de arribada de las tropas invasoras, ya como asentamiento de los primeros conquistadores en las tres Torres de Añazo.

 

Capítulo I

UN VIAJE POR EL MENCEYATO DE ANAGA CON

D. MANUEL DE OSSUNA y VAN DEN HEEDE

Uno de los historiadores que mejor estudió la región de Anaga fue D. Manuel de Ossuna y Van Den Heede Saviñón y Mesa (1845 – 1921)2, hijo del que fuera Director del Jardín Botánico de Tenerife y Diputado a cortes en 1842, así como Correspondiente de la Real Academia de Ciencias Naturales de Madrid y Museo de Historia Natural de Paris, D. Manuel de Ossuna y Saviñón (1809-1846), ya que poseía una importante hacienda por la zona de Roque Bermejo en Anaga y donde pasaba largas temporadas durante el verano.

2 Licenciado en Derecho, Filosofía y letras por la Universidad de Sevilla

Juez municipal de San Cristóbal de La Laguna

Catedrático de Geografía e Historia del Primer Instituto de Canarias (actual Cabrera Pinto de La Laguna)

Profesor de la Universidad de San Fernando de La Laguna

Concejal del Exmo. Ayuntamiento de La Laguna

Director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife

Miembro correspondiente de la Real Sociedad Geográfica

Miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación

Miembro de la Real Academia de Historia

Miembro de la Real Academia de La Lengua

Miembro del Museo Canario

Presidente del Ateneo de la Laguna

Miembro de la Sociedad Geográfica de Paris

Miembro de la Sociedad Africana de Italia

Miembro del Instituto Geográfico Argentino de Buenos Aires

Miembro de la Sociedad de geografía de Río de Janeiro

Miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística de México

Miembro de la Sociedad Imperial de Naturistas de Moscú

Es a raíz de estas visitas, cuando decide realizar excursiones por la región, buscando restos arqueológicos, así como el estudio sobre la geología, flora, fauna y antigüedades de Anaga, sirviéndose no sólo de vecinos del lugar, sino incluso de afamados naturistas tinerfeños como D. Anatael Cabrera. Del polémico descubrimiento en 1886 de la conocida como "Piedra de Anaga", "Piedra de Ossuna" o "Inscripción de Anaga" no voy a entrar en detalles, porque mucho se ha escrito sobre la misma, por lo que a los interesados los remito a varias obras ya publicadas sobre dicha piedra.3

Entre los diferentes artículos publicados por Ossuna4 nos vamos a centrar principalmente en uno de ellos que creemos interesante no solo porque describe perfectamente una parte importante de esta región, sino también por su rica

3 "La Inscripción Neopúnica de Anaga" de A. Mederos, G. Escribano y L. Ruiz, Almogarén XXXIIXXXIII, 2001-2002, pp. 131-150

"Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, La documentación de la comisión de antigüedades de la Real Academia de la Historia sobre Canarias; Alfredo Mederos, 2001, pp. 111- 113, Madrid.

"El Poblamiento Humano de Canarias en la obra de Manuel de Ossuna y Van Den Heede" (2002) de A. José Farrujia de La Rosa, Dirección General de Patrimonio Histórico, Madrid

"La Inscripción de Anaga" de Manuel de Ossuna, Imprenta de Anselmo J. Benítez. Tenerife 1889

4 "Viaje a Anaga" La Ilustración Española y Americana 1887, pp. 37-39

"La Inscripción de Anaga", Imprenta de Anselmo J. Benítez. Tenerife 1889

"Anaga and its Antiquities" The Scottish Geographical Magazine 1897, pp 617-624

"Anaga y sus Antigüedades" Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid XL 1898, pp. 42-53

"El Mapa de la región de Anaga" Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid XXXIX 1897, pp. 42-53

"Noticias sobre la Flora y Fauna de Anaga" Actas de la Sociedad Española de Historia Natural 1897

"Expedición al Roque de Fuera" Boletín de la Real Sociedad geográfica de Madrid XLIII 1901, pp. 385-390

"El Problema de la Atlántida y Geología de la región de Anaga" Instituto Geográfico, Argentina

toponimia; como es su obra inédita Estudios sobre la región de Anaga5 transcribiéndola de su manuscrito original, aunque tomando nota de lo que posteriormente publicó bajo diferentes títulos como "Anaga y sus antigüedades"6 en The Scottish geographical Magazine" traducido por Miss M. W. Macdowall en diciembre de 1897 y en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid en 1898.

No puede dudarse que los valles de Anaga conservan aún los caracteres más primitivos del Archipiélago canario; no solo por el aspecto de sus altas montañas y selvas vírgenes, sino también porque, formando toda la comarca la prolongación más saliente de la isla de Tenerife, aislada de todo centro de población por las altas crestas de sus montañas, sus habitantes, que son en su mayor parte pastores, viven completamente separados de todas las influencias del mundo exterior; pudiendo así conservar las costumbres sencillas y patriarcales de sus antepasados.

Gracias a estas peculiares circunstancias, el tipo caucasiano, que según nos han asegurado nuestros más antiguos cronistas, fue el dominante entre los indígenas de esta comarca al tiempo de la conquista, se ha trasmitido de generación en generación hasta hoy; revelándose claramente en las líneas correctas de la cabeza, facciones finas y alta estatura de los hombres, como en la delicada complexión, ojos

5 Obra que quiso publicar como continuación de "La Inscripción de Anaga" o "La Inscripción de Anaga II", esta obra inédita consta de los siguientes capítulos:

I a III.- Geología

IV y V.- Flora

VI.- Poblamiento, Inscripción de Anaga

VII.- Costumbres de Anaga, tradiciones y últimos descubrimientos

VIII.- Reyes, llegada de Diego de Herrera, conquista y Datas

6 Capítulo VII, Tradiciones y últimos descubrimientos, caja 213-II

rasgados y formas estatuarias de las mujeres. Además, las numerosas palabras y expresiones locales usadas por los campesinos, algunas originales costumbres, y un crecido número de tradiciones y leyendas regionales, ofrecen el mayor interés al etnógrafo y al turista que visiten y examinen esta parte de Tenerife.

La población de Anaga debió de haber sido muy considerable antes de la invasión española, a juzgar del crecido número de antiguas viviendas y grutas sepulcrales que todavía se ven diseminadas en las laderas de sus montañas y ocultas en las cavidades de las rocas. Sobre todo en las escabrosas montañas que se extienden desde el salto de Chirindaque hasta el roque de Anambro el vecindario era muy numeroso, gracias a las ventajas especiales que disfrutaban los que vivían en esta particular región. Sería imposible encontrar en ninguna otra parte de la costa meridional entre Añaza y Cherinda, siguiendo el camino del Asgua, o en la costa septentrional desde Guañak a Tafada una comarca más favorecida por el clima o con una posición más estratégica de la que ahora examinamos. Tanto por esta razón como por sus buenos pastos, abundancia de sus aguas y gran variedad de frutas silvestres, en ella asentó su corte los antiguos monarcas de Anaga, y la eligieron como lugar de residencia las tribus más ricas según nos hemos informado por las incompletas noticias que se han podido conservar en algunas familias de aquel vecindario, y que minuciosamente y con gran trabajo hemos recogido de los más ancianos.

El investigador que estas antigüedades, quisiera conocer encontrará en tan privilegiada localidad y en el paraje denominado laderas del barro, una anchurosa caverna, restos del vetusto palacio de los monarcas anagueses, provista de una amplia entrada y en cuyas inmediaciones se descubre los muebles de lo que hacen asientos de piedra donde el monarca daba audiencia a sus vasallos. No muy lejos de esta real morada y subiendo la montaña que da acceso a la eminencia cercana, conocida hoy con el nombre de Llano de las Cancelas, podrá también contemplar una hermosa planicie donde pueden estar en formación 3 ó 4.000 hombres7 y que le dicen Tagoror, por ser este el sitio en que los demás menceyes reunían a sus consejeros y súbditos para tratar de los asuntos más importantes del Estado, o para administrar justicia; y bajando por esta cima por la ladera que mira al Norte, encontrará una preciosa gruta cercada de un bosquecillo de laureles y brezos, de la que se refieren vagas leyendas relacionadas con los amores de la princesa Guacimara y el valiente Ruimán de Güímar8. El interior de esta poética mansión se haya tapizada de musgos y nace allí un manantial de agua muy cristalina que da mayor encanto a aquel sitio, todavía conocido como con el nombre de Cueva de la Visogue9. Dirigiéndose otra vez a la caverna encontrará no a mucha distancia de ella los restos de una extraña habitación que se dice haber pertenecido a un príncipe y se le conoce con el nombre de Corral de Icorbo10 y en todas aquellas inmediaciones descubrirá otros vestigios que dan cierta luz a raras y misteriosas leyendas, conservadas hasta ahora en incoherentes tradiciones.

7 En la publicación añade: en la que pueden formarse en línea de batalla un ejército de tres o cuatro mil hombres.

8 En la actualidad esta gruta semitapada por una viejísima pared de piedra cubierta por una gran cantidad de Orchilla, es conocida por "La cueva del Cura" y se llega a ella por una vereda que partiendo del barrio de La Cumbrilla, lleva a la conocida como "Cueva rota" donde encontramos curiosas cazoletas y canalillos y bajando por la ladera Norte y dando vuelta a la montaña, encontramos por una antigua vereda, este bosquecillo sobre el cual se encuentra dicha cueva, actualmente perdida en parte por desprendimientos.

9 Creo que nuestro investigador aquí se equivoca al nombrar esta cueva como la anterior, ya que según los vecinos "La Cueva de la Visogue se encuentra en la ladera Sur y pudiera ser la primera nombrada como palacio de los monarcas de Anaga.

10 Hoy casi destruido por derrumbes, aunque comentan que en su momento estuvo rodeado por un cerco de piedras y donde mucho tiempo sirvió para guardar el ganado.

Otro vecino nos comenta que fue residencia del príncipe Beneharo.

Desde tan interesantes lugares alcanzará a ver a lo lejos, en las laderas de Anosma , unas rocas blanquizcas que señalan el sagrado asilo de las magadas de Anaga, vírgenes consagradas a la divinidad y cuya intervención en los asuntos religiosos y hasta en los políticos era impetrada a menudo por el Rey y sus consejeros y junto a la entrada se distinguen todavía algunos asientos señalados en el risco, y en su interior que es tan espacioso, que puede servir de albergue a todo un rebaño de vacas, se ven pequeñísimas cavidades, parecidas a los nichos de exvotos que aún existen en las inmediaciones de Pnyx o en la selva de Dafne. Una antigua tradición dice haber sido habitado este asilo después de la conquista por cierta familia guanche cuyo nombre indígena ignoramos, pero que después de cristianizada fue conocida con el nombre de "familia de Juan Sánchez", hasta hoy es conocida esta singular vivienda por "Cueva de Juan Sánchez"11 y aquel lugar por Las magadillas. No muy

11 En la actualidad este lugar se conoce como "La Piedra de Juan Sánchez", una gran piedra que se llega partiendo del barrio "Lomo las Bodegas" como a una hora y media siguiendo el sendero que baja por el barranco de Anosma y bajo la cual hay una cavidad que debe ser la cueva que nombra Ossuna, aunque nosotros intentamos llegar, es casi imposible su accesibilidad por lo abrupto del terreno, aunque una vecina nos comenta que está casi destruida por desprendimientos.

distante se encuentra la Cueva de los Palos12 célebre por sus visiones horrendas de espectros y diablos donde perdían "la facultad de reír" los que en ella penetraban, como les sucedía a los antiguos griegos en la gruta de Trophonius; oyéndose también en las montañas inmediatas, según una antigua tradición que viene de tiempos anteriores a la conquista; horribles ruidos subterráneos como los que los habitantes de Libadia oían temblorosos junto al célebre antro ya citado. También se ven en las laderas que desde el mismo lugar aparecen al SE varios puntos negros que señalaban las antiguas viviendas de la tribu de Chimber y más allá al otro lado del barranco de Ujana las cuevas del término que pobló la tribu de Korosmas asimismo se encuentran en los contornos a más o menos distancia unas de otras, las moradas de las familias de "Cherinda", "Vichuelo", "Laravicho", "Asano", "Vigogia", "Tajana", "Afono", "Chinobre", "Icono", "Vegio", etc. y otras cuyos nombres conservamos de las tradiciones recogidas con muchas más hasta noventa13 de los que hemos remitido nota a Londres a nuestro ilustre amigo Lord Bute14 y que publicamos ahora por primera vez15. Entre las grutas sepulcrales debemos mencionar la denominada

12 Esta gruta que se encuentra a muy poca distancia del mar, al final del barranco de Anosma, es un gran tuvo volcánico, que fue reutilizado para guardar ganado y que todavía hoy en día hay en "Lomo las Bodegas" quien recuerda estas leyendas de raros ruidos y fenómenos extraños.

13 En la publicación: ochenta

14 En la publicación añade un interesante comentario: remitimos nota al Marqués de Bute, quien está tratando en el día de resolver el difícil problema respecto a cual fue el idioma primitivo que se habló en las Islas Afortunadas.

15 En la caja 175-8, dentro de su correspondencia hay una carta remitida por el "British Museum"

de Londres con fecha 9 de Agosto de 1894 y que dice así:

Remití la carta que Vº tuvo la bondad de mandarme a fin de Junio a Lord Bute, su señoría desea le diga a Vº que siente mucho que los ejemplares prometidos de su papel sobre el idioma guanche no fueron remitidos, hubo alguna demora en la publicación. Estoy ahora remitiéndole a Vº un paquete de ejemplares por el correo que espero recibirá Vº sin novedad para distribución en los sitios que Vº nos indica en la carta.

Lord Bute

Cabezo de los muertos situada como a tres kilómetros en dirección O. del Tagoror y en una alta eminencia. El nombre indígena de esta importante necrópolis se ha perdido; pero se conserva la tradición de que en aquella cueva se siguieron guardando por algún tiempo los restos de varias familias guanches ya cristianizadas. Esta original caverna es de difícil acceso y está constituida por una prolongada cámara a manera de galería con dos amplias entradas16. También existe no muy lejos de aquella otra donde dicen Vegeril, descubierta por dos pastores en 1860 que tuvieron la inadvertencia de destruir las innumerables momias y otros restos allí conservados. Finalmente citaremos la gruta descubierta en1889 también por otros pastores de las que fueron extraídos diez esqueletos y una momia bastante completa. Los periódicos de la provincia anunciaron entonces el hallazgo y pudimos poco después adquirir varios restos. En 1890 visitamos esta caverna en compañía de nuestro amigo Sr. Cabrera17, encontrándose en tal ocasión los maxilares inferiores que faltaban a los cráneos de los dichos diez esqueletos así como otros varios restos nuevos que se hallaban a alguna profundidad bajo tierra. Esta gruta sepulcral está situada en las laderas de Icorbo y su entrada había permanecido igual hasta el referido año de 1889 por estar oculta con grandes piedras colocadas intencionadamente desde muy remota época. En la parte más interior se ven varios escombros desprendidos del techo y consideramos casi seguro que bajo ellos se encuentran más restos humanos.

Dentro de su biblioteca, hay un original de esta obra de Lord Bute (SIG 70) con notas manuscritas de su hijo con las páginas en que le nombra.

16 En el manuscrito original tiene una separata con el siguiente comentario: parecidos a los que se ven en la residencia que el poderoso rey de Taoro ocupaba en la estación estival. Y que en la publicación pone a continuación.

17 En la publicación ya nos comenta que este Sr. Cabrera es el famoso naturista tinerfeño D. Anatael Cabrera

Sin duda alguna las tribus y familias antes aludidos tienen hoy descendencia en Anaga, si bien sus representantes llevan otros apellidos pues es evidente que convertidos al catolicismo a raíz de la conquista muchas o casi todas las familias variaron sus nombres por otros castellanos para evitar la nota de sospecha de gentilidad o de falsa fe que en aquel tiempo se miraba tan mal. Esta creencia la fundamos no solo en la pureza del tipo indígena hasta hoy conservada y en las tradiciones referidas sino en hallarse todavía arraigadas por aquellos valles, extrañas preocupaciones o creencias como la de suponer "que viven en lo último de la tierra" tradición que entre los guanches debió de tener muy alcanzado origen, pues los escritos clásicos anteriores a Augusto la refieren como existente en los poblados más antiguos de estas islas; lo de ver con horror la muerte "porque el cuerpo va a ser sepultado bajo tierra sin ser preservado de la descomposición" o creer "que el mayor o menor trastorno en el semblante de un cadáver está en relación con la vida y moralidad del muerto", la de creer en la aparición de los difuntos como en los pueblos orientales y también al conservar varios aforismos. Así mismo fundamos esta ciencia en algunas raras costumbres como la propia y exclusiva de esta región de llevar los hombres sobre la espalda una piel de "Fol18" (cabra) en forma de zurrón al que dan el nombre de cairamo19, la de dejarse crecer la barba en señal de duelo, la de auxiliarse mutuamente los vecinos en las labores y faenas campestres, costumbre que existe todavía en uso y aprovechamiento que por su forma revela no descansa en las Ordenanzas dadas por el consejo de la isla después de la conquista para aprovechamientos comunales, sino en el humanitario y sabio régimen agrario que regía entre los indígenas antes de la llegada de los españoles, en fin, parece que en

18 La diferencia entre el Fol y el Cairamo, es que al primero se le ha afeitado los pelos (tipo un zurrón), mientras que al asegundo se usa con toda su pelambrera.

19 En la actualidad hemos encontrado un pastor que lo llama "cairano"

aquellos sencillos montañeses revive el espíritu del antiguo pueblo guanche cuando les vemos referir con entusiasmo los vagos recuerdos o incompletas noticias que refieren de los corrales o sitios históricos mencionados u otros que se relacionan con las memoria de los antiguos pobladores al convivir con un número crecido de voces indígenas de las que hemos podido recoger.*20Allá en el fondo de uno de estos fragosos valles, en cierta ocasión oímos lo lejos, de repente, una serie de silbos e inmediatamente miramos para la cumbre de una montaña alta de donde parecía proceder los sonidos; allí distinguimos en la roca más alta el perfil de un hombre con un "cairamo" sobre la espalda, que estaba haciendo esfuerzos violentos para hacer retroceder el rebaño de cabras que tenía a su cargo. Después de repetir los silbos que resoban cada vez más y más agudos en nuestros oídos, comenzó a bajar de su altura con una agilidad asombrosa hacia el fondo del valle, equilibrándose en los puntos salientes de las rocas, que apenas parecían suficientes para servirle de apoyo, ayudándose en su descenso peligroso de una larga lanza, saltando las distancias más prodigiosas hasta que después de pocos momentos, nada más, se encontraba al lado de nosotros y no lejos de algunas cabras, que estaban paciendo tranquilamente sin hacer caso de sus llamadas. Nosotros miramos con no poco interés al hombre, que nos saludó respetuosamente. Enseguida volvió su rostro hacia la montaña donde había dejado su rebaño y poniéndose dos dedos en la boca, oprimiéndolos entre sus dientes y sus labios dio un silbo agudo; luego para llamar a las jairas que estaban paciendo cerca de nosotros dijo: Tu vi-qui, Tu vi-qui, Torri-tome, Chi qui to-mi; y para ahuyentar a otras gritaba: Tu.rria!, Jua jay!, Jua jai!, Hu yas!, Chos-chis,

20 Este relato no se encuentra en el manuscrito original y fue añadido para su publicación. El relato original dice: mencionamos ahora solo aquellas que usan a modo de interjección para responder al ganado…continuando con las voces y gritos que se señala en el texto.

Chiás Chips!21.Todo este incidente nos llenó de asombro y parecía transportarnos al seno de la antigua vida pastoril de los guanches, tal cual a menudo la han descrito los cronistas coetáneos de la conquista.

Esta parte de la obra la continúa con un relato de un viaje en busca de una antigua leyenda de Anaga sobre una Anguila gigante bajo el título de : "Excursión al barranco de los infiernos", pero la mayor parte de sus manuscritos, bajo títulos tales como: El problema de la Atlántida y geología de la Región de Anaga, Impresiones y perspectivas desde las altas montañas de Anaga, Últimos estudios sobre la historia de las Islas Canarias y descripción de la Antigua Comarca de Anaga, tratan principalmente de una exhaustiva descripción de la Geología, Flora y Fauna de esta región, tratando también sobre varios escritos antiguos y de la época sobre la cartografía de Anaga.

La mayoría de los manuscritos se encuentran como verdaderos borradores, con todo tipo de tachaduras y correcciones, aunque en páginas posteriores de sus obras, los va corrigiendo, para una mejor interpretación y lectura de los mismos.

Siguiendo con estos datos, hay una curiosa carta que vamos a transcribir, por lo interesante de su contenido22:

21 Béthencourt Alfonso (1999, 278) nos da varias voces parecidas recogidas oralmente como: Táji…Táji Interjección para llamar a beber al ganado, Túy…Túy Interjección para tranquilizar al ganado, Jote…Jote voz para llamar al ganado, Ojo…Ojo Interjección para que la cabra acuda a su baifo o cría.

No puedo menos ahora al leer las conclusiones de Mr. Campbell a que Vd. alude, en recordarle lo que le aconteció al Marqués de Bute; después de esto envió a canarias a Mr. Birch, siendo su principal misión adquirir unos archivos que existían en canarias de nuestra adquisición y que le compraron a Millares23 ( esto último sirva reservarlo).

Creo que lo que acabo de referir a Vd. Acerca del idioma de los GUANCHES tal cual tuvo lugar en el Museo Británico de Londres, tiene un valor incontestable…

Jorge V. Pérez

La continuación de la obra de Anaga y sus antigüedades trata sobre los anales de la conquista y el papel desempeñado por los anagueses en ella; Sancho de Herrera, las batallas de Acentejo y Agüere, etc. la mayor parte como muy bien indica, comentado las obras de Espinosa, Viana, Núñez de La Peña entre otros, pero poniendo siembre su semilla particular de mitología entremezclada entre sus apuntes de historia y opiniones.

Uno de los trabajos más interesantes con respecto a la investigación de Ossuna, en el Menceyato de Anaga, es su trabajo, titulado: Expedición al Roque de Fuera, al cual como muchos de los lectores no tendrán acceso al mismo, ya que fue publicado en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid24 en 1901, me permito transcribir su trabajo, el cual contiene una muy buena información toponímica.

El interés que, para el estudio de las corrientes marinas, como para el conocimiento de la Geología de nuestro país, de su flora y su fauna, pudiera ofrecer

22 Carta escrita a máquina como página 3, en Caja 17-2

23 Esta nota entre paréntesis está manuscrita

24 Ver nota 3

el examen de su flora y su fauna, pudiera ofrecer el examen del roque de Anaga, más distante de tierra, denominado "roque de fuera", nos movió desde hace años a realizar una expedición a tan apartado e ignorado islote. Para llevarlo a cabo invité en 1904 a mis ilustres amigos D. Arturo Ballester, D. Amado Zurita y a D. A. Rodríguez Silva, juzgando que había de serles grato visitar este desconocido peñasco; pero la dificultad de encontrar un tiempo bonancible, del todo necesario para llevar a efecto la expedición, nos impidió cumplir nuestro propósito. Formado aquel islote de rocas agudas, superpuestas casi verticalmente, no encontrándose en él desembarcadero natural alguno, y rodeado de un mar casi siempre borrascoso, su acceso se ha hecho imposible, no solo a los hombres de ciencias, sino aún a los vecinos de las comarcas inmediatas, siendo solo visitado por los marineros que se dirigían allí para recoger los polluelos de las pardelas, perritos de mar, gaviotas y otras aves marinas, cuyos nidos hacen debajo de enormes piedras. El geólogo L. de Buch intentó visitar en 1815 y también Bolle y Simona en 1857 y 1890, respectivamente; pero por el mal estado del tiempo no pudieron realizar sus proyectadas expediciones.

No desistí de mi empeño en los veranos siguientes, entrando en inteligencia para efectuar con viajeros extranjeros; pero la misma dificultad encontré siempre. En 1898 puso a mi disposición el experto marino Tomás Vera, natural de Igueste, su barco que tenía fama de ligero, y comunicando mi proyecto al naturalista D. Anatael Cabrera, particular amigo mío, lo aceptó, y todo dispuesto para llevar adelante la expedición, esperamos aviso durante el mes de agosto; pero también quedaron defraudadas nuestras esperanzas por la misma causa. Comprendí entonces que era necesario estar más cerca de aquel islote, para esperar ocasión propicia, pues con mucha rapidez cambia el estado del mar en medio de aquellos Roques. Dispuse así en el verano de 1899 mi permanencia en las inmediaciones del Faro de Anaga para llevarlo a cabo; y, al fin, el 15 de Agosto, que era uno de nuestros días caniculares en que las aguas de nuestros mares se parecen a las de un lago tranquilo, se presentó el barco de Tomás Vera, dispuesto a ejecutar mi expedición por tanto tiempo proyectado.

A las once y media de la mañana del mencionado día salí del puerto de Roque Bermejo, acompañándome los estimables vecinos D. Manuel Rodríguez y Álvarez y D. Manuel López y así mismo otras personas de aquellas cercanías (Agustín Rodríguez, Gregorio Rojas, Amalia Izquierdo), que nunca habían ido al mencionado roque. Quise se llevaran las viandas preparadas para todos, a fin de comer en aquél sitio; pero, no sin causarme extrañeza, me manifestó el patrón Vera que no lo creía conveniente por correrse el riesgo, si en él nos demorábamos, de un cambio repentino de mar, que nos impidiese embarcarnos, por lo cual desistí de ello. El viaje de ida fue muy feliz; el barquillo surcaba las azuladas y transparentes aguas en medio de la alegría de todos; a nuestras espaldas dejábamos el Roque Bermejo que da nombre a sus inmediaciones, y así llamado por su color rojo; después visitamos la roca denominada Baja Negra debajo de la montaña del Faro, y mientras desaparecían de nuestra vista los altos picos del Rincón, Los Orobales, Morro de las Tederas, Morro de los Cerrilleros, Samorichartes y otras eminencias que forman las altas siluetas de aquella parte de Anaga, veíamos las pintorescas casitas del valle de Las Palmas, con sus dragos y palmeras, sus riscos llenos de verduras y sus barrancos cubiertos de ñameras y juncales que llegan hasta el mar. Los compañeros de viaje me decían los nombres de aquellas montañas, pobladas de selva espesa, que coronan las alturas, y los de escabrosas rocas que se levantan junto al mar, cuando al virar el barco buscando mejores ráfagas de viento, se nos presentó delante de nuestros ojos, ya muy próximo el Roque de Fuera causándome impresión extraña el aspecto de aquella enorme roca, constituida por enormes bloques, de color gris claro, que se presentan superpuestas como un gigante monumento ciclópeo. Algunos momentos fueron necesarios para desembarcar; pues juzgando que la costa Norte ofrecía mejor desembarco que la del Sur, dimos vuelta por la orilla que mira a tierra, permitiéndonos esto examinar con detenimiento esta parte del roque, hasta que llegamos al istmo, por donde desembarcamos, saltando no sin dificultad, sobre grandes piedras cubiertas por infinidad de moluscos del género patella purpúrea, a las cuales piedras el agua cubría con muy ligeros intervalos.

El islote, cuyo nombre de Roque de Fuera dimos a conocer por primera vez en el artículo que, bajo el epígrafe El Mapa de la región de Anaga, publicamos en este boletín25, se halla separado del Roque de Tierra por una lengua de Mar que tiene unos cinco kilómetros de anchura, con una profundidad superior a las 15 brazas que le asigna el capitán A.T.E. Vidal, en su carta de Tenerife. La longitud del Roque de Fuera es de unos 400 metros, por 40 de ancho. Su mayor altura es de 110 metros, y

25 Boletín de la Real Sociedad Geográfica Tomo XXXIX pp. 167

está dividido por un istmo en dos partes desiguales; la que penetra en el mar, terminado en una prolongación estrecha y baja, denominada Punta de las Salinas, parte que es la mayor, y se eleva en tanto se acerca más al istmo; pasando de un lado al otro del islote; siendo esta la causa que explica, seguramente porqué algunos geógrafos como Bory de St (Saint) Vincent han anotado tres roques de Anaga en sus cartas, en lugar de dos. El roque de que nos ocupamos es de formación traquítica, y constitúyelo una aglomeración de rocas escalonadas, unidas entre si por viejas escorias y masas porosas de escasa cohesión, en cuyas grietas crece una vegetación sui generis que comprende algunas especies distintas de las de la isla de Tenerife, una especie de tabaco silvestre de hoja puntiaguda y otras plantas aún no clasificadas (espinacas, margasas, etc.), todas las cuales viven en la parte más distante de la tierra. En la parte situada al sur del istmo la vegetación es más escasa; pero en cambio en la cima de esta región y en la vertiente que mira a la isla de la Madera se crían algunos dragos (Dracosna drago L.) de cortas dimensiones.

Hacia el lado Nordeste del istmo emprendimos la subida, para llegar a la mayor altura y recorrer el islote por su parte más extensa. Fue dificilísima la ascensión, pues no hay el menor sendero en ninguna parte del roque, y como ya he dicho, está constituido por enormes bloques escalonados casi verticalmente. Gracias al auxilio de los dos compañeros de viaje, López y Rodríguez Álvarez, pude subir, dándome aquel la mano desde encima de cada bloque y sujetándome por detrás Rodríguez, pues no pudiéndose sujetar el pié sin estar descalzo en la mitad del bloque, que había que subir en zancadas muy grandes. Algunos descansos hicimos en la ascensión, y esos intervalos los aprovechamos para buscar debajo de las piedras, que teníamos junto a nosotros, nidos de aves marinas, encontrándonos algunos Perritos de Mar, que recogimos cuidadosamente. Al fin alcanzamos la cúspide del roque.

Mirar desde arriba al mar producía la misma impresión que si se mirase desde una alta fortaleza; y era tan estrecha la arista donde me encontraba, que para estar seguro me coloqué entre dos piedras que parecían sillares. Seguí después en la misma dirección Nordeste hasta llegar a un sitio en que se dominaba la parte del Roque que está del otro lado del istmo, así como el Roque de Tierra y la parte de enfrente de la isla, y entonces observé un fenómenoque me causo suma extrañeza. En una expedición que había hecho al valle de las Palmas en 1892, había visto, colocado debajo del gigantesco Roque de Adermo que se halla enfrente de los dos roques de Anaga, que estos aparentaban ser una prolongación de aquél, y que debieron en un tiempo haber formado una sola masa, resultando la separación por depresión más o menos lenta del suelo. Más grande fue mi admiración cuando observé ahora una curva en el eje de estas tres montañas, que marcaba una notable oscilación seismica, resultado de un hundimiento brusco. Esta observación fue para mi inesperada, y la consideré, en mi humilde juicio, de valor para el conocimiento geológico del archipiélago. Los hombres competentes e ilustrados deben ir al sitio a que nos referimos para hacer estudios en asunto de tan vital interés.

Después de contemplar la enorme mole de agua que nos rodeaba y de sentir cierta satisfacción por haber vencido los obstáculos que se nos presentaron para lograr ser los primeros que con espíritu científico llegaron a aquel Roque, me dirigí en busca de los compañeros, algunos de los cuales venían de traerme ramos de diferentes plantas raras, musgos desconocidos, conchas de distintos moluscos y esqueletos de aves marinas y de lagartos de gran tamaño. Recorrí otros sitios del Roque, cuando voces muy agudas del patrón, que se hallaba en el istmo, llegaron a nuestros oídos, diciéndonos que el mar estaba cambiando, que bajáramos aprisa; y esto hizo que con cierta precipitación emprendiéramos el descenso sin visitar la caverna donde vivió durante algunos años un descomunal sáurio, del que dimos algunas noticias, en 1897, a la ilustre Sociedad Imperial de Naturistas de Moscou.

Antes de bajar tendí la vista sobre aquel inmenso horizonte y volví a contemplar el fenómeno seísmico antes referido. Al mirar al mar azul observé en la dirección Noroeste, y como a medio kilómetro de distancia, un punto blanco que interrumpía la superficie de las aguas; ese punto blanco era la Baja de la Palometa no señalada en ninguna carta, en la que las olas se rompían a cada momento, deshaciéndose en espumas. Nuevas voces llamándonos, me hicieron mirar hacia el istmo, y bajo mis pies aparecía ya el mar agitado y formando grandes bancos que invadían el desembarcadero. ¡Que triste situación, me dije, la del que se viese obligado a vivir en este islote desolado e inaccesible, rodeado de un mar siempre embravecido!

Con prisa y gran trabajo hicimos el descenso por la vertiente que mira al Sur, la que me pareció un tanto menos agria que la del Norte por donde subimos. Saltamos al bote que parecía columpiarse en el agua con rápido vaivén, por el comprimido movimiento del mar dentro de las rocas. Ya fuera se soltó la vela y el barquillo hendía velozmente la líquida superficie, llevado por el viento fuerte que se sentía; y unas veces se levantaba y otras se hundía en las aguas por las montañas movibles que formaba el oleaje. En distintas ocasiones llegó a entrar el agua en él, mojando a varios de los expedicionarios. Ya me creía libre por hallarnos cerca de tierra, cuando al cruzar por un paraje denominado la tasca un fuerte golpe de mar entró en el barco, dejándome completamente cubierto de agua. Pero este incidente que me hubiera sido muy desagradable de haber ocurrido en el viaje de ida, no me produjo ahora mayor contratiempo, ni influyó en nada para dejar de conservar de esta expedición el más agradable e imperecedero recuerdo.

Siguiendo con la obra de M Ossuna sobre Canarias, éste publica un artículo bajo el título "Primeros pobladores de Canarias" en la Revista de Geografía26, como una introducción a una obra que pensaba publicar bajo este mismo título, en la cual nos da una serie de opiniones muy particulares así como la de una gran cantidad de autores sobre este tema; Ya desde estos años, las diferentes opiniones vertidas sobre la enigmática procedencia de los antiguos aborígenes, queda constancia en diferentes publicaciones, así como las distintas opiniones que de ellos se tenían.

Los diferentes descubrimientos en esta época, sobre yacimientos arqueológicos en Egipto, la Península Ibérica, así como el oriente asiático, dan a nuestro investigador, una serie de preguntas que deja en el aire, sobre las conexiones arqueológicas entre Oriente y Occidente, las conexiones de las razas, lenguas, etc.

El planteamiento del origen del pueblo vasco, sus similitudes con los íberos, o con los egipcios, fenicios, o con los bereberes27, e incluso se atreve a nombrar un trabajo del Vizconde Fleuriot, mediante la comparación de que los nómadas del Sahara, de ojos azules y pelo rubio28 pertenecían a pueblos cuyos último representantes son los Vascos.

Es de destacar los estudios realizados por el escritor P. Luis de Anchieta en su obra "Excelencias de las islas Canarias", donde ya nos da un adelanto de las

26 Ver nota 3, original en caja 23

27 Ya Béthencourt Alfonso en el tomo I de la Historia del Pueblo Guanche, nos da una serie de comparaciones de la similitud del dialecto guanche y el vasco.

28 Ya se ha hablado mucho sobre la raza guanche de ojos azules y rubios, no solo del sur de Tenerife, sino incluso de muchos de los que habitaron la zona de Anaga, principalmente por Taganana.

actuales corrientes que señalan una posible colonización feno-púnica29 (aunque nuestro intelecto investigador va más allá, a una posible, conexión feno-griega), la conexión que pudo haber existido entre incluso los Celtas y los antiguos pobladores de Canarias, al nombrar a los escritores clásicos. Aparte de su alabanza de Anchieta, Ossuna nos adentra en las investigaciones del P. Fr. Gregorio García, sobre la mítica Atlántida.

Un resumen de este arduo trabajo de Ossuna, lo podemos ver en la interminable bibliografía que leyó y estudió, y como ejemplo los comentarios sobre obras de: Platón, Herodoto, Homero, Teopompo, Tito Livio, Julio Africano, Dionisio Alejandrino, P. Espinosa, Luis de Anchieta, Zurita, Gomara, Marín y Cubas, S. Bochard, P. Calmet, Berthelot, Torres Campos, Verneau, Zabala, Humboltd, R. de Berlanga, Oliveira Martín, Schuchardt, Camphell, Pitard, etc.

Dentro de su obra inédita que hemos comentado: Primeros Pobladores de las Islas Canarias, en su manuscrito original30 encontramos unos comentarios muy interesante sobre este tema y sobre todo de las emigraciones de los pueblos procedentes de la Libia, donde nos relata la similitud de estos pueblos con diferentes hallazgos arqueológicos encontrados en "Fajuña", cerca de Madrid o "Sales de los Infantes" en Burgos, en relación a sus viviendas o por sus similitudes religiosas con respecto a sus talismanes o ídolos en piedra encontrados en la península Ibérica, continente africano y en Canarias; con referente a las

29 Ver entre otras las obras: La Piedra Zanata (1995) de Rafael González Antón, Rodrigo de Balbín, Primitiva Bueno y Carmen del Arco, Museo Arqueológico de Tenerife , Tenerife. Fenicios, Punicos y Romanos. Descubrimiento y Poblamiento de las Islas Canarias (2002) de Mederos A. y Escribano G. Dirección General de Patrimonio Histórico, Gobierno de Canarias, Madrid.

30 Caja 23, documento inédito pp. 67 a 69

encontradas en nuestras Islas, en una separata de su obra nos da una curiosa información:

Las que hemos visto de estas islas fueron encontradas en una propiedad de D. Francisco Perdomo, cerca de un barranco en la isla de Lanzarote, habiendo pasado después al distinguido escritor D. Francisco Penichet y Lugo, tienen bastante semejanza con las encontradas en la Península Ibérica (véase el Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo LII Pág. 552, 1908), así mismo tienen gran semejanzacon las descubiertas en 1883 por el diplomático Don Adriano Rotondo en algunas estaciones prehistóricas de Marruecos (Casa Blanca) donde se encontraron objetos muy parecidos a los descubiertos en las estaciones del Sur de Francia …

Otra de las semejanzas sobre estas civilizaciones "Libio-Egipcias" nos la da al referirse a la existencia del TAGOROR con los ancianos y la reunión del pueblo, la utilización de piedras redondas para moler grano tostado, las señales por medio de fogatas, etc.

La existencia entre los bereberes del Tagoror con los ancianos y la masa del pueblo en círculo, la encontró el viajero Mr. Caillaud en el Oasis de Syonat, habitado por libios (F. Caillaud, voyage a Maroc et au fleuve Bleu, etc.)

Con respecto al tema que estamos tratando de los primeros pobladores de las islas, hay una carta que le remite el Marques de Bute el 11 de Febrero de 189231 que le dice:

Estoy sumamente agradecido a Vº por su atenta carta, acompañada de una copia del erudito folleto sobre la piedra que Vº encontró en Anaga y proporcionarmedarme el cráneo de un guanche.

31 Existe carta original y traducción en la Caja 175-3

No puedo permitir que usted me mande el cráneo, porque no soy craneologista y no tengo colecciones de tales cosas, pero le doy a Vº las gracias por la oferta de la misma manera. El Mayor Conder del Cuerpo de Ingenieros Reales que es un gran estudiante Semítico y arqueologista, habiendo leído mi papel, suscribió algunos pliegos tomando el argumento que el idioma guanche es el representante de una forma original del Fenicio, como por el año 1.000 antes de Cristo, que es cuando él cree que los fenicios colonizaron las islas canarias.

Con respecto al Poblamiento en la región de Anaga, Luis Diego Cuscoy (1968, 74-86) nos comenta:

Los barrancos de la Punta del Hidalgo hay que considerarlos dentro del grupo de los que cortan el contorno de la península de Anaga. En esta península el grupo poblador, además de los acantilados, ocupó con preferencia los barrancos, penetrando por éstos hasta los 400 m. como máximo en la vertiente N. y hasta los 500 m. en la vertiente S. Sobre los valles de San Andrés e Igueste de San Andrés se concentró un número muy numeroso de población. Un poblado de gran densidad se encuentra en todo el Barranco de Santos, desde su desembocadura, en Santa Cruz de Tenerife, hasta la montaña de Guerra. Entodas las márgenes se encuentran cuevas de habitación. Son también numerosas las cuevas sepulcrales, y todavía se da el caso, muy frecuente, de hallar cubiertos de huesos humanos el piso de las necrópolis emplazadas en ambas márgenes. Con relación al poblado mismo, las cuevas funerarias suelen ocupar puntos extremos; una serie de cuevas sepulcrales se halla en la parte más elevada de ambas márgenes, con acceso por el último andén a contar desde el fondo, mientras que otro grupo ocupa el curso alto del barranco, precisamente en la base S. de la montaña de Guerra.

En la península de Anaga, la población ocupó los angostos valles y los barrancos desde la costa hasta una altura de 300 a 400 m. Al ser una zona de aislamiento su movilidad fue fijada por los propios límites de la península, siendo una región densamente poblada.

Entre sus apuntes32, hay unas notas manuscritas, con texto en francés atribuido a Bory St. Vincent que dice así:

Es posible que un pueblo tan avanzado en la civilización como fueron los guanches no conocieran el arte de devolver la palabra por los caracteres, nosotros encontramos a estos hombres más bien un poco brutos, es el sentimiento de un respetable erudito. No halla una nación allí tan tosca y tan bárbara, uno lo supone de un país salvaje que no tiene algunas señales para mostrar el discurso y el pensamiento por la escritura.Según antiguos escritos, los guanches de Tenerife, tenían en el patriotismo la primera de las virtudes; la galantería, la sensibilidad, el honor, la modestia, que no es sin embargo incompatible con el amor propio.

Continuando con unas notas propias sobre este tema:

Tener escritura alfabética es reducir los fonéticos a un solo origen invariable para cada articulación del órgano que es el progreso que habría de dar resultado el nacimiento del alfabeto propiamente dicho, la unión de la escritura con la palabra manifiesta definitivamente el espíritu humano de las lenguas del simbolismo primitivo y permite tomar libremente sus signos.

En un manuscrito que se encuentra en la biblioteca pública de La Laguna cuyo autor se cree sea D. J de Sotomayor y titulado "Conquista de la isla de Gran

32 Caja 34 "Apuntes de Manuel de Ossuna"

Canaria hecha por mandato de los Reyes Católicos D. Fernando y Dña. Isabel", hablando de la hija del Guanarteme "el bueno" dice que era blanca y rubia. Que entre los canarios se tenía por gentileza. Los canarios en la antigüedad fueron reputados como la tierra última habitable, por eso se llamó por los fenicios "Cerne" que según Bochart puede traducirse por última tierra en lengua fenicia. Aún en la Edad Media aunque abandonados si fueron, habitadas estaban. Ben Edrisio dice en su libro "El deseo de peregrinar la tierra" que ciertos navegantes habían asistido a la isla Capraria, hicieron prisioneros a algunos isleños y que hablaban el árabe y tenían casas; poniendo en boca del rey de la isla, dirigiéndose a mi padre, dio orden para que algunos vasallos suyos se hicieran a la mar, quienes navegaron una luna entera hasta que faltándoles la luz del día, conocieron que la empresa era inútil. Eran conocidas entre los árabes con los nombres de Al-Jazir Al- Khal (es decir, islas afortunadas). El olvido de ellas sin embargo hizo que los genoveses se consideraran sus descubridores.

En escrituras antiguas se dice que las islas fueron frecuentadas por los romanos, pero la decadencia del imperio interrumpió la comunicación entre las naciones de Occidente, lo que también repercutió en estas islas. Volvieron hallarlas los genoveses (1291) y los vizcaínos (1300) y en 1306 pidió el príncipe Luis de la Cerda y obtuvo del Papa Clemente VI el título de Rey de las Islas Afortunadas. También el escritor árabe Abu Bequer Mohammand ben Omar, nos dice hallarlas habitadas en el 334 de la égira, cuando tuvo efecto la expedición mandada por Ben Farroukh.

 

Capítulo II

OSSUNA Y SU PADRE

Ossuna dentro de sus preocupaciones por Anaga, tuvo mucha importancia por conocer el lugar exacto donde se encontraba la tumba de su padre, en la iglesia de Taganana por lo que se pueden ver en los Fondos de Ossuna depositados en el Archivo Histórico de la Laguna,33 tres cartas que le remiten varios vecinos sobre el particular, aunque al final parece que después de exhumar alguna tumba, no encuentra el lugar exacto, por lo que decide poner una lápida en su memoria según relata en un manuscrito:

En memoria de mi difunto padre

El Sr. D. Manuel de Ossuna Saviñón

El 16 de Octubre de 1910 fui a Taganana acompañado de mi hijo Manuel con el fin de ver si fijaba y encontraba la sepultura de mi inolvidable padre (Q. E. P. D.) ya que hubo el descuido de no dejarle señalado cuando fue enterrado en la iglesia parroquial.

Había escrito con anterioridad al Sr. Cura D. Luís Navarro y Nóbregas para aclarar el asunto, pero no dio resultado pues se dieron opiniones distintas el domingo día 16 de Octubre en que llegué, yendo a la iglesia y concurriendo distintas personas ancianas del pueblo.

Sobre todas las opiniones aparecía sobresalir la emitida por el anciano D. Manuel Manrique que afirmaba era en el sepulcro junto a la columna inmediata al pretil, pero no la más inmediata columna sino en el siguiente.

33 Caja 211

Esta opinión fue seguida también por D. Gabriel Manrique ex juez municipal y mayordomo de fabrica de la iglesia y también por el alcalde D. Domingo Negrín, el ex juez municipal Sr. Manrique dijo que recordaba cuando el Sr. D. Telesforo Saavedra como cura párroco que dio sepultura dijo a los fieles reunidos que en aquella iglesia se ha dado sepultura a un caballero de la nobleza de La Laguna.

Habiéndose celebrado el día siguiente día 17 de Octubre lunes, misa cantada de réquiem con órgano el mismo Sr. Manrique puso candelones con hachas encendidas sobre el sepulcro indicado por D. Manuel Manrique.

Después de celebrada la misa por la cual no quiso llevar nada el Sr. Cura señalándome solo dos pesetas para el organista y sacristán, di al Sr. Cura un Duro para que la diese a las personas más pobres del pueblo por el alma de mi padre y otro Duro para el organista y sacristán.

Procedieron después a hacer una exploración en el sepulcro referido, por mis medianeros Asensio de Sosa, Juan Rodríguez, Pedro Izquierdo y el sacristán, pero los restos encontrados fueron de una señora con túnica negra de seda.

En vista a esto, no pudiéndose señalar el sepulcro para poner una lápida como era mi deseo se llevará a cabo, previo el correspondiente permiso de la autoridad eclesiástica se pondrá una lápida cuadrada igual a la que existe de Núñez de La Peña de esta ciudad y que diga más o menos lo siguiente

En este sagrado templo yacen34

los restos del Ilmo. Sr. D. Manuel

de Ossuna Saviñón Anchieta que

falleció el 30 de marzo de 1846

R. I. P.

34 No sabemos la razón, pero dicha placa no se encuentra en la Iglesia de Taganana, no sabemos si en su momento fue retirada o nunca llegó a ponerse.

Después de la dicha función y exploración regresé a esta ciudad con los dichos tres medianeros, esperando hacer otra excursión para hacer otra función y colocar la lápida, pero si esta no se efectuara, se lo recomendaré a mi hijo Manuel para que lo haga.

Vi la postal de defunción y aparece el día de su muerte no el 29 de Marzo sino el 30 de Marzo de 1846.

El día estaba hermoso y comimos donde habíamos almorzado el día anterior, esto es frente a la cruz de Taganana a la vista de las extremidades del valle de Afur frente al valle de Taganana.

De este día conservaré recuerdos inolvidables.

Octubre 20 de 1910

Manuel de Ossuna y Van Den Heede

Sobre este asunto y en su correspondencia encontramos las cartas que le remiten vecinos de Taganana, indicándole donde pudiese estar enterrado D. Manuel de Ossuna y Saviñón, así el 4 de Septiembre de de 1989. Luís Navarro le indica que se encuentra en la nave central, delante del coro, aunque por tradición está en las naves laterales

El 2 de Agosto de 1989, recibe una carta de Francisco González diciéndole que se encuentra al pie de una de las columnas de la nave del Rosario.

Hay otras 2 notas que dicen así:

Mi hermano Juan me dice el 19 de Enero de 1910 que recuerda haber oído a mi madre que estaba en el altar mayor a la izquierda. Agustín Sosa, hijo de Juan de Sosa uno de los que condujeron el cadáver a la iglesia de Taganana, dice que le oyó decir a su padre que lo enterraron frente al altar de la Virgen de Rosario.

El descubrimiento por parte de D. Manuel de Ossuna y Saviñón de un supuesto manuscrito, atribuido al navegante árabe Ben-Farruck, le supuso a su hijo, el disgusto de las acusaciones de falsario, atribuidas a dicho documento por parte de prestigiosos historiadores como Agustín Millares Torres que en su obra enciclopédica llegó a decir:

Este importante documento, conocido solo de Ossuna, no ha podido ser visto por ninguna otra persona aunque han sido muchas las investigaciones que se han hecho para descubrirlo. Sin dudar de su veracidad, veracidad que parece reflejarse en la sencillez de su relato y en los pormenores con que lo acompaña, cumple a nuestro deber consignar esta manifestación, lamentando la desaparición de una obra cuyo examen sería de una importancia capital para la historia de las Canarias.

En 1842. año en que Ossuna cita como el de la publicación del manuscrito árabe, se ocupan con estudios relacionados con estas islas, entre otros ilustres escritores: D´Avezac, Berthelot, Major, Gravier, Santarem y Macedo, y ninguno que sepamos cita una publicación que era todavía más interesante que el diario de Boccacio, descubierto por Ciampi en 1827.

Posteriormente no han sido más felices las pesquisas hechas por todos los canarios que se ocupan de ilustrar la literatura patria.35

Aunque habría escritores que fracasaron en su búsqueda como Millares, Chil o Verneau, otros lo aceptan como Berthelot, así como hubo gran cantidad de detractores entre los que se encontraban B. Bonnet36 o más tarde Serra Ráfols.37

Todos los nombres propios que figuran en el relato son invención de Ossuna. Ni en el año 945 de la era cristiana – 334 de la égira, ni en el año 999, existía en España un rey que llevase por nombre Abdelmec. El supuesto Guanarteme que Ossuna denomina Guanariga y que recibe a Ben-Farrouckh con toda clase de honores, es solo una transformación del nombre del guerrero teldense Garyraygua…hasta el nombre del propio capitán Ben-Farrouckh es otra falsificación, para lo que utiliza la voz "farruco"…es inútil buscar el original de este viaje en ningún escrito árabe ni en sus traductores. El verdadero autor del manuscrito no es otro que el propio D. Manuel Ossuna Saviñón. (Bonnet, 1944)

Nosotros aquí vamos a transcribir lo publicado sobre el tema por D. Manuel de Ossuna y Saviñón, sin entrar en más consideraciones.

Resumen de la jeografía física y política historia natural y civil de las islas canarias38

Época 1

Historia de la edad media

Cap. 139

35 Historia General de las Islas Canarias, de A. Millares Torres, 1977,7 (13), 41 (13-14), 148,149 (16- 17), Edirca Ediciones

36 Bonnet, 1944: 326-338

37 Para más información: Almogaren (2002-133), artículo citado anteriormente, en nota 2

38 Archivo Municipal de La Laguna, Biblioteca de Ossuna, SIG. 26 y 52, Editado por Establecimiento Tipográfico de V. Bonnet, el 3 de Febrero de 1844 (Los pies de páginas citados a continuación, con * pertenecen al original).

39 pp. 16 a 23

Al-jozir Al-khaledat, esto es, las islas Afortunadas, nos dice Ibn-El-Qouthia40 se hallaban habitadas a fines del siglo X, cuando aportó a ellas el célebre Ben Farroukh, con otros árabes, desembarcando en la isla de Canaria. Esta expedición, que se verificó en el reinado de Abdelmech el año 334 de los árabes (999 de J. C.), fue la primera de que se tiene una noticia cierta. Ben Farroukh que en aquel tiempo comandaba uno de los buques destinados a defender las costas occidentales de España contra las invasiones de los Normandos, supo que existían hacia las regiones del monte atlante unas islas que, por su apacible clima y fertilidad, habían merecido de los antiguos el nombre de afortunadas. Dejándose llevar de esta vana ilusión se dirigió a este archipiélago, y avistando la isla de G. Canaria descubrió el puerto de Gando41, en el que desembarcó el mes de Febrero del año 999. Penetró en el interior a la cabeza de 130 hombres que llevaba consigo; teniendo que vencer todas las dificultades que pueden oponer a las comunicaciones un país salvaje; pues los montes están cubiertos de espesos bosques, en los cuales apenas podía abrirse camino por medio de los árboles.

No era ya un nuevo espectáculo para los indígenas de Canaria la presencia de los extranjeros; pues recordaban otras varias expediciones de los árabes, de las que habían quedado entre ellos algunos compañeros; así es que las primeras relaciones del capitán con los isleños fueron muy animosas. Visitó este a Guanariga, que era rey o Guanarteme de Galdar, y a sus Guayres o consejeros, y les dio a entender, por

*40 este manuscrito ha quedado oculto en la Biblioteca de París hasta que en estos últimos años ha sido traducido por: Entienne. Insertándole en una colección de manuscritos árabes que ha publicado en 1842; manuscrito 13.

*41 Los árabes denominaron a este puerto de Ben Farroukh, en memoria de quién lo descubrió, y así mismo dieron diversos nombres a los demás puertos de las islas; más nosotros para marcas la correspondencia con las obras escritas por nuestros historiadores solo usaremos de los nombres adaptados por estos.

medio de sus intérpretes, que él y sus compañeros eran enviados por un monarca poderoso para prestar homenaje a la bondad, valor y generosidad de este príncipe; y que habían arrastrado los peligros de un largo viaje para establecer con él relaciones de amistad en nombre de su soberano. Lisonjeado Guanariga con tal embajada, y cautivado por tanta deferencia, creyó ser más poderoso todavía de lo que era en realidad, pues que el monarca de unas naciones tan distantes solicitaba su alianza; y mandó conducir a los árabes hacia su palacio, que encontraron adornado de flores y ramas de palmas, y bien provisto de frutas y de harina de cebada tostado (gofio), quehabían llevado los Canarios para agasajar a los nuevos huéspedes42. Ben Farroukh, que deseaba visitar todo el archipiélago de las afortunadas, se hizo a la vela hacia el poniente, y reconoció cuatro islas, designándolas con los nombres de Ningaria, que se elevaba hasta las nubes; junonia, pequeña isla situada hacia el sur y muy cercana a la primera; y las islas Aprositus y Hero de las que la última era la más occidental. Navegando después hacia el oriente de Canaria encontró la isla Capraria y contigua a esta la Pluitana que se hallaba cerca de las costas africanas43.

A partir de aquí el trabajo de D. Manuel de Ossuna y Saviñón, trata sobre los nombres mitológicos asignados a las Canarias por Plinio, Ptolomeo, así como los cronistas clásicos como Espinosa, Abreu Galindo, Núñez de la Peña, Viera, etc. y sus similitudes. Continuando con la relación que nos ocupaba.

Después de haber reconocido Ben Farroukh las demás islas del archipiélago y visitado de paso algunas de ellas, resolvió volver a España, no solo porque escaseaba ya los alimentos, sino porque debían dar cuenta a su monarca de los países que había

*42 Obra citada de M. Etienne, manuscrito 13

*43 Así consta de los manuscritos árabes que dejamos citados.

explorado. Así lo verificó en Mayo del año 999, después de haber permanecido en las islas cerca de tres meses. Es por cierto muy curiosa la descripción que hace este viajero de los usos y costumbres de los antiguos moradores de este archipiélago, la cual no Insertamos aquí por pertenecer a la geografía política que es el objeto de otro de nuestros tratados…44

Dentro de la biblioteca de Ossuna, hay un libro titulado "Historia de las Islas Canarias" edición ilustrada, A. J. Benítez editor, Santa Cruz de Tenerife, sin fecha de edición y sin autor45 (aunque se cree escrito por el editor A. J. Benítez) que con respecto a este tema dice:

El doctor Chil traslada a sus algunos párrafos de un libro de que no se llegó a imprimir más que ciento cuatro páginas. Su autor D. Manuel Ossuna Saviñón, refiriéndose a un Mr. Etienne, habla de una expedición efectuada en el reinado de Abdelmehc el año 334 de la Egira, o sea el 999 de J. C., por Ben Farroukh, el cual llegó a Gran canaria,

44 En el original (SIG. 26) en la página 96 existe una nota manuscrita de D. Manuel de Ossuna y Benítez de Lugo que dice así:

"Esta obra quedó sin terminar por la muerte de su autor, Berthelot y Chil dicen que se publicó hasta la página 104."

45 SIG 36, pp. 359-360

y navegando hacia el poniente recorrió cuatro islas que designó con los nombres de Ningaria que se elevaba hasta las nubes; Junonia, pequeña isla situada hacia el Sur y muy cercana a la primera, y las islas Aprositus y Hero , de las que la última era la más occidental. Navegando después hacia el oriente de Canaria encontró la isla Capraria y contigua a esta la Pluitana, que se hallaba cerca de las costas africanas. Es raro que constatando en Plinio que una de las islas atlánticas se llamaba Junonia, le ocurriera a Ben Farroukh dar ese mismo nombre a la Gomera. Algunos autores llaman a Lanzarote Capraria y a Fuerteventura Planaria y otros al contrario. La designada en el libro de Ossuna Saviñón con el nombre de Pluitana debe ser Fuerteventura, que es la más próxima a las costas africanas; pero aun no hemos llegado a tratar de los antiguos nombres de las islas.

En 1874 y 1875 recorrió el doctor Chil las principales bibliotecas y librerías de París, y en ninguna de ellas, ni en las obras de Mr. Etienne-Marc Quatremere, uno de los orientalistas más distinguidos del Instituto de Francia ( que no sabemos si será el mismo Mr. Etienne a que se refiere Ossuna Saviñón) ni en las de Mr. D´Avezac, que perteneció a aquel cuerpo científico y a quién nada quedó por buscar con relación a Canarias, ni en la de ningún otro autor encontró nuestro ilustre compatriota noticias del viaje de Ben Farroukh a estas islas. Mr. Berthelot cree que estos datos existen en las bibliotecas de Córdoba46 o en las de Lisboa. Como quiera que sin embargo, que D. Manuel de Ossuna Saviñón tomó sus noticias de unos manuscritos de Mr. Etienne, traductor de otros en árabe existentes en la Biblioteca de París (¿Bibliotheque de la Ville?) ya que no sea fácil dar con estos documentos, sería desear que la copia, o lo que sea, de nuestro también ilustre compatriota Ossuna Saviñón, la cual suponemos exista en alguna parte, se publicara

46 En la caja 175 (175 ,7-8) hay varias cartas remitidas desde Córdoba, donde le indican la imposibilidad de encontrar información sobre este tema, en las distintas bibliotecas

por entero. A juzgar por el itinerario que contiene y por el recibimiento que dice tuvo en Gáldar, Farroukh del príncipe Guanariga, debe contener noticias fidedignas de lo que eran estas islas quinientos años antes de su conquista.

Para la recopilación de los datos de esta obra, Ossuna y Saviñón solicitó ayuda como nos cuenta en la siguiente carta dirigida a las corporaciones de la provincia:

La Real Academia de Ciencias Naturales y artes de Barcelona, convencida de que nada es más interesante para los españoles que la Historia Natural y Política del país que habitan, ha dedicado sus tareas a la formación de una obra en que aparezca la descripción de todas las producciones naturales del territorio español al mismo tiempo que su Historia Política y Estadística. A este fin aquellas Academia me ha honrado con el encargo de la formación de algunos artículos referentes a estas islas; y no pudiendo por mí solo evacuar todos los particulares que abraza, me dirigí al Exmo. Sor. Jefe superior político, quien se ha dignado recomendarme a todas las Corporaciones de esta provincia por la Circular nº 116 que aparece en el Boletín Oficial del presente mes, para que estas coadyuven a la formación de obra tan útil. En esta virtud he de merecer a V. se sirva comunicarme las noticias siguientes:

Dios guarde a V. muchos años Laguna Noviembre de 1839

Manuel de Osuna y Saviñón.

Lo último que hemos encontrado sobre el tema47es un trabajo publicado por el profesor de Sociología de la Universidad de la Laguna, D. José Abu-Tarbush, pero que no aporta nada nuevo a lo que hemos descrito.

47 Islam y comunidad islámica en Canarias, pp. 27 a 37 "Los primeros musulmanes en Canarias"

Capítulo III

EL REINO DE ANAGA

SUS REYES:

La Historia y los cronistas solo nos han dejado los nombres de Beneharo I y Beneharo II.

Creemos que los nombres de los reyes de este menceyato, fueron inventados por Viana, ya que es a partir de la publicación de su obra cuando comienza a oírse el nombre de Beneharo entre cronistas e historiadores, pues Espinosa (1980, 41) nos relata:

los demás reyes cuyos nombres se ignoran, reinaron en Anaga, Tegueste, Tacoronte…

Solo en el Wölfel hemos encontrado que le da el nombre de "Serdeto", así mismo en los apuntes originales de Ossuna encontramos que por relatos orales transcribió el nombre de "Ben – Charo II48" el cual vemos más normal que Beneharo.

Béthencourt Alfonso nos deja el nombre de tres hijos de Beneharo II que después de bautizado tomó el nombre de Pedro de los Santos49: Guacimara; que según la leyenda contrajo matrimonio con Ruimán (Viana) y tomó el nombre después de bautizada de Ana Hernández, Guajara: según Viana llevó este nombre la mujer de Tinguaro, tuvieron cinco hijos: Ana Hernández Pérez, casada con Gaspar González de La Caja, Pedro Hernández, Francisca Pérez, casada con un

48 Documentos de Ossuna

49 Datado según Rosendo García Ramos

tal Luis Hernández, Inés Pérez, casada con Gonzalo Hernández y Juana Pérez, casada con Juan Suárez, y también una de las esposas de BENCOMO llevó este nombre de Guajara, en opinión de Díaz Dorta, Enrique: fue datado y tomó el nombre de Don Enrique, como consta en el archivo de Alfonso Avesilla50

Hay varias datas que nos dan referencia sobre donde moraba el rey de Anaga aunque como podemos ver en lugares diferentes:

Constanza Mexia, v.ª de esta isla. Doy a vos C. M. un asiento de casa de cien pies con una fanegada de ta. de s. que es en el valle de Abicor, linde del cabo de abaxo de la cueva del Rey que fue de Anaga…17-IV-151851

Otras datas nos la dan por el barranco de Anosma, como veremos más adelante, incluso algunos historiadores, como Béthencourt Alfonso, nos señala el reino de Anaga en Taganana.

50 Béthencourt Alfonso (1994-147)

51 Las Datas de Tenerife, libro V de datas originales, de Francisca Moreno Fuentes, Instituto de Estudios Canarios, 1988-52, La Laguna, Tenerife

 

Capítulo IV

LA PRE CONQUISTA DE TENERIFE

Una de las primeras noticias escritas, que tenemos sobre un intento de conquista de Tenerife, por parte de Juan de Béthencourt, la encontramos en la obra Historia del Primer Descubrimiento y conquista de las Canarias escrita por Fr. Pedro Bontier y Juan le Verrier52, sobre 1402 y que en su capítulo LXVIII nos dice:

De la isla del infierno o Tenerife

La isla del infierno que se llama Tonerfis (Tenerife) tiene la figura de un rastrillo, casi como la Gran Canaria y tiene cerca de diez y ocho leguas francesas de largo y diez de ancho, hacia el centro de ella se halla una gran montaña, las más elevada de todas las islas Canarias; lafalda de esta montaña se extiende entodas direcciones por la mayor parte de la isla; de su alrededor salen muchos barrancos poblados de grandes bosques, atravesados de aguas corrientes y adornados de dragos y de otros muchos árboles de

52 Historia del primer descubrimiento y conquista de las canarias, escrita por Fr. Pedro Bontier y Juan le Verrier, traducida de la edición hecha en Paris en el año 1630 por Pedro M. Ramírez y editada por la Imprenta isleña en Santa Cruz de Tenerife en 1847, Signature de la Biblioteca de Ossuna Nº 52.

otras especies. El terreno es muy a propósito para toda clase de labores y la habita una numerosa población, estos insulares son los más osados de cuantos pueblos habitan las islas; y hasta ahora ninguno de ellos ha sido preso y llevado cautivo, como los de las otras islas. Se halla Tenerife situada al medio día de la Gomera a seis leguas de distancia y al norte de la Gran Canaria a cuatro leguas, dícese por aquí que esta es una de las mejores islas.

Las primeras incursiones que se realizaron para el intento de conquista de Tenerife comienzan con el desembarco de Diego de Herrera el 12 de Julio de 1464 en la zona del Bufadero, donde junto con los nueve menceyes que había en ese momento en la isla, firmaron un tratado de paz y amistad ante el escribano público Fernando de Párraga como consta en escritos de la época53.

...estando en la Isla de Tenerife, una de las islas de Canaria, en un puerto que se llama el Bufadero, estando en él dicho Señor Diego de Ferrera54señor de las dichas islas, con ciertos navíos armados é con mucha gente que traía en los dichos navíos, vinieron ende, e departieron ante el dicho señor, el gran rey Inobach de Taoro, el rey de las lanzadas que se llama rey de Goimal, el rey de Anaga, el rey de Abona, el rey de Tacoronte, el rey de Venicod, el rey de Dexe, el rey de Tegueste, el rey de Daute, é todos los subsodichos nueve reyes juntamente hicieron reverencia y besaron las manos al sobredicho Señor Diego de Ferrera...

Espinosa (1980, 88-89) nos relata la segunda incursión a esta parte de la isla por parte de Sancho de Herrera, hijo de Diego de Herrera:

53 Información sobre este tratado lo podemos encontrar en Viera y Clavijo (1982,426-428), Espinosa (1980,88), Abreu Galindo (1977, 116-117), pero actualmente se puede encontrar su contenido íntegro en la monumental obra Apuntes para la Historia de las Antiguas fortificaciones de Canarias, de José María Pinto y de La Rosa (1954-1996) "Doc. 2 Testimonio de toma de posesión de Diego de Herrera en 1464, pp. 657, Edición del Museo Militar Regional de Canarias. Tenerife

54 En el original como podemos ver Diego de Ferrera en lugar de Diego de Herrera.

Donde algunos años vino Sancho de Herrera, hijo del sobredicho a esta isla, con intento de ganarla y poblarla, y salto en tierra en el puerto de Santa Cruz, término de Anaga, que llamaban Añazo, donde, permitiéndolo los naturales, hizo un torreón en él y los suyos vivían, y allí venían los naturales a tratar y contratar con los cristianos. Sucedió que los españoles hicieron un hurto de ganado, de lo que los naturales se sintieron y se quejaron a Sancho de Herrera de sus vasallos, y para conservar la amistad entre ellos firmada, hicieron una ley: que si algún cristianocometiese delito alguno o les agraviase en algo, que se los entregasen a ellos, para que hiciesen del su voluntad, y si natural contra español, por el contrario. Hecha esta ley o conveniencia, sucedió que los españoles incurrieron en ella, haciendo no se queagravio a los guanches; los cuales quejándose del agravio recibido, Sancho de Herrera se los entregó, en cumplimiento de lo que se había puesto, para que elloshiciesen justicia a los españoles. El rey de Anaga, usando de clemencia con ellos, no les quiso hacer mal, antes los volvió en paz a su capitán sin daño.

No pasaron muchos días, que los guanches cayeron en la pena, habiendo hecho contra los españoles cosa de que les convino querellarse a su rey de ellos, el cual sin más deliberar entregó a Sancho de Herrera los malhechores: más no les sucedió con él lo que los españoles con su rey, porque los mandó ahorcar luego Sancho de Herrera sin remedio. No pudieron los naturales sufrir ni llevar la crueljusticia, que de los suyos en su tierra los advenedizos y extranjeros hicieron; y ansí amotinados quiebran los paces entre ellos asentadas y vienen de mano armada al torreón que los cristianos tenían hecho, y, dando con él por el suelo, lo arrasan, matando algunos de los que dentro hallaron; y así fue forzoso a Sancho de Herrera y a los suyos que, desamparando la tierra, se volviesen a la suya, con pérdida de algunos.

Después de varias incursiones realizadas a la isla, en mayo de 1493, Alonso de Lugo con más de mil soldados desembarca por la zona de Añazo para continuar hacia La Laguna para atacar al Mencey Benchomo de Taoro como nos relata Espinosa (1980, 97):

El Rey de Anaga, y el de Tacoronte y el de Tegueste, por cuyos términos los españoles habían pasado, no hicieron resistencia con todo su poder (aunque hacían algunos asomos y arremetidas), o porque veían la pujanza y fuerza de los nuestros, o porque los querían dejar entrar tierra adentro, para usar dellos a su salvo.

Terminada la conquista de Tenerife, uno de los primeros pueblos que se fundó en el reino de Anaga, fue Santa Cruz al ser puerto de mar y lugar de desembarco en la conquista, así como Taganana como nos vuelve a indicar Espinosa (1980, 124)

Taganana es un pueblo fundado sobre los peñascos de Anaga, de gente que tira por el arado y azada.

 

Capítulo V

LOS LÍMITES DEL MENCEYATO DE ANAGA

Con respecto a este tema, hemos encontrado entre sus apuntes una descripción que según parece resume de K. V. Fritsch y W. Reiss Geologische beschreibung der Insel Tenerife, Winterthur, 1868, refiriéndose a como sería Anaga antes de formarse la isla de Tenerife como se le conoce actualmente.

…nada concluyente puede deducirse en punto a la edad de las montañas y sinuosidades que ofrece su actual relieve; en diferentes sitios de su zona central presenta desgarramientos eruptivos y corrientes de lava, testimonio fehaciente de cercanas erupciones, en la región de Anaga y en las de Teno las masas traquíticas ocupan extensas superficies, descubriéndose, sobre todo en el suelo anaguense, vestigios remotos, como la separación de los islotes de las Palmas, del alto roque de Aderme, que revelan erosiones muy lejanas y subversiones antiquísimas. Estas raras diferencias de formación que afecta al relieve de Tenerife han inducido a los señores Fritsch y Reiss a suponer que las dichas dos regiones constituyeron en lejanos tiempos dos islas, que se unieron después entre sí, gracias a los ríos de lava y enormes derrumbamientos de materiales volcánicos provenientes del macizo central indicando con más o menos precisión los nombrados geólogos cuales fueron las dimensiones de estos dos problemáticos núcleos y cuales sus límites, según esta hipótesis, los de la isla de Anaga estaban determinados al S por el mar que ocupaba la actual llanura de San Cristóbal de La Laguna, cuyas montañas inmediatas formaban una hermosa bahía y los restantes señalábanse por las meridionales de la cordillera que atraviesa esta región, desde la montaña de La Fuente de los Castaños hacia la Punta del Hidalgo por el N no sin antes formar otro espacio intercolinar en el valle de Tejina y desde la colina de San Roque a Paso Alto, en Santa Cruz, abrazando esta región, una superficie mayor que la que correspondía a los dominios de los antiguos menceyes de Anaga, hipótesis que los sabios alemanes exponen con muchas reservas, lo cierto es que la región de Anaga estuvo constituida en un principio por montes de formación muy antigua, restos de un desconocido continente. Los estudios geológicos que Mr. Leopoldo de Buch ha hecho en esta región le permiten sostener la existencia de un núcleo o filón sólido que cree haber descubierto en el corte de las desembocaduras de los barrancos Seco y del Bufadero, en la costa Sur y en las erosiones que ofrece la abertura por donde va al mar el barranco de la Mina, en la costa Norte, núcleos que, al decir del mencionado sabio, después de levantarse a bastante altura se prolonga hasta la rápida pendiente, cubierta de vegetación, por donde cruzan las célebres Vueltas de Taganana para ir a ocultarse bajo las olas del mar por una serie de rocas cortadas a pico y cubiertas de toba y conglomerado…

Béthencourt Alfonso nos delimita nuestro menceyato de esta manera:

Ocupaba el extremo oriental de la isla rodeada de mar excepto por el SO cuya frontera de N a S era el barranco de las Casas bajas que lo separaba del señorío de Aguahuco, línea derecha al naciente de las Mercedes a la sierra Sejéyta o del Bronco y San Roque, al barranco del Rey o Drago hasta La Cuesta, que lo dividía del señorío de Tegueste , al barranco del Hierro, al mar, que lo deslindaba del reino de Güímar, comprendía la jurisdicción de Santa Cruz.

Hay un trabajo de Ossuna sobre Anaga, titulado: EL MAPA DE LA REGIÓN DE ANAGA55 donde hace un trabajo sobre esta región y la comparación de varios mapas realizados sobre la misma:

55 Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, Nº 7, 8 y 9 de Julio, Agosto y Septiembre de 1897, caja 213 II

Benichasa (1466), Guillermo de Testu (1555), Borda (1776), Glas (1764), Bory de St. Vincent (1801), discrepando con la mayoría de ellos sobre la forma y prolongación de esta región; acercándose más a los trabajos de: Webb y Berthelot (1829), Domingo Saviñón y Domingo de Mesa (1824), Coello (1849), A.T.E. Vidal (1852), Fritsch, Hartung y Reiss (1867), Chil (1876) y Hardisson (1880), comentando algunas curiosidades como:

…es verdad que el error de aparecer Santa Cruz más cerca de la villa de Orotava que de San Cristóbal de La Laguna, y algunos minutos más bajos de su verdadera latitud, como se ve en el mapa del P. Feuillé (1725) lo cual hizo que a mediados del siglo pasado algunas embarcaciones que se dirigían al dicho puerto y plaza llegasen a Candelaria…

El conocimiento que tuvo de Anaga, le valió para hacer gran cantidad de correcciones, en los trabajos de los cartógrafos de la época, como nos demuestra en esta obra, criticando a Berthelot y otros autores por señalar tres roques en Anaga en lugar de dos. Llama correctamente como roque de Asgua señalando su nombre aborigen, según le indican y no como otros autores que le llaman roque del agua, etc.

Otras de las `preocupaciones de Manuel de Ossuna, es sobre el regionalismo en las Islas Canarias, como así lo atestiguan su correspondencia con diferentes Congresistas, Senadores y personalidades de la época como: Ramón Menéndez Pidal, José A. Primo de Rivera, Antonio Canovas del Castillo, Marcelino Menéndez y Pelayo, Luis Maffiotte, etc.

Y con respecto a sus trabajos sobre la región de Anaga, mantiene correspondencia asidua, entre otros investigadores canarios con: Juan Béthencourt Alfonso, Pedro del Castillo, Millares, Chil y Naranjo, etc.

 

Capítulo VI

LA TOPONIMIA DE ANAGA

 

AFONO Familia tribal de Anaga TBR

ANAMBRO Roque sobre Chinobre Roque sobre Benijo (B)

ANOSMA Barranco o región en Anaga Barranco y Playa (A)

ANOSMAT Valle (B)

AÑAZA Santa Cruz Desembocadura del barranco de santos (AR)

ASANO Familia Tribal de Anaga Caserío en Taganana (B)

ASGUA Región de Anaga ASQUA Camino en Taganana (TBR)

CHERNIDA Región de Anaga

CHIMBER Familia tribal de Anaga Tribu indígena de Anaga (TBR) Montaña y Mirador en Anaga (A)

CHINOBRE Familia tribal de Anaga Roque en Anaga (B)

CHIRINDAQUE Salto en Anaga CHIRINDACA (B)

GUAÑAK Región de Anaga-Valle las Higueras La República (RIXO)

GUAÑAQUE: Roque en casa Las Cumbres (A) Valle en Taganana (B)

ICONO Familia tribal de Anaga TBR

ICORBO Cueva en las laderas de Anosma ACORBO Corral en valle de Roque Bermejo (B)

KOROSMAS Familia tribal de Anaga COROSMA Región en el valle de Antequera (B)

LARAVICHO Familia tribal de Anaga

MAGADAS Vírgenes BW

MAGADILLAS Lugar en el barranco de Anosma

TAFADA Atalayadero en Anaga Montaña sobre Roque Bermejo (A), Montaña en Taganana (B)

TAGOROR Llano sobre Roque Bermejo Sobre cueva de Icorbo (B)

TAJANA Familia tribal de Anaga

UJANA Región por Anosma IJUANA-UJANE Barranco, hoya y playa en Anaga (TBR)

VEGERIL Región de Anaga

VEGIO Familia tribal de Anaga TBR

VICHUELO Familia tribal de Anaga

VIGOGIA Familia tribal de Anaga

VISOGUE Cueva en las laderas de Anosma Cuevas en Anaga (TBR)

Abreviaturas

A.- Gran atlas de canarias, ED. Insular

AR.- Antonio Rumeu de Armas

B.- Béthencourt Alfonso

BW.- Berthelot y Webb

IO.- Información Oral

O.- Ossuna

RIXO.- José A Álvarez Rixo

TBR.- Francisco Navarro Artiles (Teberite)

Topónimos según Béthencourt Alfonso

ADANORO Valle entre S. Andrés e Igueste

AFONA Lajas en Taganana

AJINJE Barranco por el Bufadero

AJITIO Hoya en la parte alta del Bufadero

AJUA Roque y valle en Taganana

AMAGOJE Roque en Taganana

AÑYRO Valle en Anaga

AQUITAS Región en el Sabinal, Taganana

ARBONA Atalaya y llanos en Taganana

ARGONA Región en la Punta de Anaga

ARGUJANO Región por el valle de S. Andrés

ARIGUI Valle en Anaga

ARMINOQUE Cueva y degollada en el Bufadero

ASANA Fuente en Chinamada

AYIZO Valle en Anaga

BANASNO Picacho y corral en el Bufadero

BELETE Llano y Tagoror por las Palmas de Anaga

BERSEGUE Barranco en Taganana

BICHUELA Pequeño valle en el Bufadero

BUIGUILLOS Valle por el Peladero

BUJANO Cueva en S. Andrés

CHAMASA Lugar entre Valle Seco y el Bufadero

CHAMORGA Caserío en Anaga

CHINAMADA Caserío cerca de de Las carboneras

CHIRINDACA Salto en Anaga

CHUINEJE Cuevas en S. Andrés

DIIOS Nombre de la fortaleza de Anaga

EGUEN Región por S. Andrés

EJE Valle en Taganana

EL HUNCHON Lugar entre Anosma y Risco Bermejo

EL UCHERO En los llanos de la Hoya de la Laja en S. Andrés

EL UNCHON Cueva en Taganana, Lugar en la Rinconada en Igueste

GUAIRE Barranco en Santa Cruz

GUASAMO Roque en el valle Tahodio

GUAYOSA Riscos en Taganana

HICHEREL Laderas entre el Bufadero y Taganana

ICOSO Laderas sobre el Draguillo

IRAMO Región por Benijo

JIJES Degollada en Taganana

LINCHERES Barranco en Taganana

MAJIMIAL Cueva por el Bufadero

MICHOQUE Meseta en Tahodio

MOGOJE Roque en Taganana

SEJES Región en Taganana

TENEGIA Cerro próximo a Taborno

TUINEJE Cuevas en las cumbres de Anaga

UCOSO Risco cerca de Taborno

UNCHONES Región en Taganana

YOFAS Región sobre S. Andrés

La toponimia en las datas de Tenerife

Dentro de las Datas de Tenerife encontramos una magnífica toponimia con relación a nuestro Menceyato que creemos no podemos menospreciar:

56En la villa de San Cristóbal en 2.5-1517 pareció presente Diego de Salazar por sí y en nombre de Lope de Salazar, su padre, e como suso conjunta, e presentó dos títulos de data:

Diego de Salazar, como a hijo de conquistador y vº de esta isla de T. unas aguas que están al bando de Anaga en dos barranquillos que se juntan el uno con el otro que han por nombre de la una banda /. Ad Adav./. Anasmon y de la otra/. Adavmoa/. e el otro barranquillo que sale de las cuevas de la morada del rey que se dice Binanca que ha por nombre el agua Ada au Tehican y de la otra Idaf Chonom la cual dicha agua vos do para viñas e arboleda e para lo que vos quisiéredes…

56 Las Datas de Tenerife, libro primero de datas por testimonio de Francisca Moreno Fuentes, Instituto de Estudios Canarios, 1992-pp. 235

57Juan Navarro, vº 4 f. de tas. De r. y 2 c. de s. q. es en Anaga, término desta isla de Tenerife en los campos de Amazy q. se han de regar con el agua de Avhana; los dhos. Campos eran, en el tiempo de los guanhes, del rey de Anaga 28-XI-1507.

58Diego de Ybaute, vº desta isla. 8 f. en Anaga en la somada de Ajavga de la banda de hacia Abicore.

Diego Benytes, fijo de Guany acas, vº desta isla 3 cuevas, la una el Corbo y la otra en Benyco y la otra alabisguan, q. es término desta isla, y así mismo vos doy en vecindad e repartimiento un c. de ta., la mitad en Labisguan y la otra mitad Ajauguan en los campos llanos. 28-I-1513

Otros topónimos que nos han dejado las datas:

ABOTURE Barranco

ABYCORABYCORE Valle de las higueras por encima de S. Andrés. También conocido por Abicor

AFURE Caserío de Afur

AGÜIMAR Barranco

AMAZER Lomo por la punta de Anaga

ANMOY Fuente por la punta de Anaga

ANOSMAT Valle en la punta de Anaga

ARAGUYGO Valle por la zona de Gracia (libro 2-919-33 también ANEGERO)

ARMACITEARNACITE Barranco

AVHANA Aguas

BENIXO-BENICO Barranco y caserío de Benijo

BITOJAS Cueva (Libro 1 cuadro 13 data 600)

CHOBA Cueva (Libro 1 cuadro 13 data 600)

DAGUARCA Cueva (Libro 1 cuadro 13 data 600)

57 Las Datas de Tenerife, libros I a IV de Elías Serra Ráfols, Instituto de estudios canarios, 1978 pp.672-14

58 Las Datas de Tenerife, libros I a IV de Elías Serra Ráfols, Instituto de estudios canarios, 1978- pp.1041-1, 1041-1 bis

GUESTE Igueste

JAGUA-JAUGAAJAUGA Barranco y montaña por Abicor

TABORNO Caserío y roque

TACEYCEY Barranco

TAFAR Región

TEHIJAY Región

TAMORE Cuevas por Abicor

TAODIO Barranco y valle, hoy Tahodio

TEHANGUIA Valle

YANCAS Barranco

TOPÓNIMOS SEGÚN BUENAVENTURA PÉREZ PÉREZ59

Hemos insertado solo aquellos topónimos que están perfectamente documentados, desechando los ya nombrados por otros autores y aquellos que pudieran ser similitudes o dudosos.

TOPONIMO LUGAR REFERENCIA

ADADA Lugar en Taborno Datas año 1494

ANAGRON Banda del barranco de Binanca Álbalas de repartimiento 1517

ADAUORO Valle de las yeguas Datas año 1525

ADORYO Lugar en Anaga Datas año 1522

AGUAXO Barranco cerca de Benijos Datas año 1505

ANEXERO Zona Entre Tahodio y Tocoyai Datas año 1507

AÑYZO Valle por Tahodio Datas año 1507

AREHETA Valle en el monte de Las Mesas Álbalas de repartimiento 1517

AXINEXA Cueva sobre santa Cruz Datas año 1525

BENCHINO Cueva en el barranco del Puerto de los caballos Datas año 1503 y 1525

CHIGUAR Roque en los altos de Jagua Álbalas de repartimiento 1518

GANIMO Nombre aborigen Bº el Hierro Acuerdos del Cabildo de Tenerife

GUAXA Valle en Taganana Datas año 1501

HANAGA Anaga Datas año 1500

HEYTE Barranco en Benijos Datas año 1513

IGOHAREN Valle en Taganana Datas año 1505

LUSITE Barranco cerca de Armacite Datas año 1503

MIÑOQUE Tierras en san Andrés Álbalas de repartimiento 1518

TAGANANE Taganana Datas año 1501

TAGNANE Taganana Datas año 1504

TINAJIRA Lomo por Taborno Datas año 1611

59 La Toponimia Guanche, 1995, Centro de la Cultura popular canaria, Tenerife.

 

RESUMEN TOPONÍMICO DE ANAGA

ABOTURE Barranco

ABYCOR-ABYCORE Valle por encima de S. Andrés

ADA BITOJAS Cueva

ADADA Lugar en Taborno

ADANORO Valle entre S. Andrés e Igueste

ADAUORO Valle de las yeguas

ADAVMOA Barranco

AFONA Lajas en Taganana

AFONO Familia tribal de Anaga

AFURE Afur-caserio

AGUAXO Barranco en Benijos

AGÜIMAR Barranco

AJAUGUAN Región de Anaga

AJAVGA Región de Anaga

AJINJE Barranco por el Bufadero

AJITIO Hoya en la parte alta del Bufadero

AJUA Roque y valle en Taganana

AMAGOJE Roque en Taganana

AMAZER Lomo por la punta de Anaga

AMAZY Región de Anaga

ANAGRON Banda del barranco de Binanca

ANAMBRO Roque sobre Chinobre en Anaga

ANEXERO Zona por Tahodio

ANOSMON Barranco

ANMOY Fuente en la punta de Anaga

ANOSMA Barranco y playa en Anaga

ANOSMAT Valle en la punta de Anaga

AÑAZA Desembocadura del barranco de Santos

AÑYRO Valle en Anaga

ANYZO Valle por Tahodio

AQUITAS Región en El Sabinal- Taganana

ARBONA Atalaya y llanos en Taganana

AREHETA Valle en el monte de Las Mesas

ARGONA Región en Punta de Anaga

ARGUJANO Región por el valle de S. Andrés

ARIGUI Valle en Anaga

ARMACITE Barranco

ARMINOQUE Cueva y degollada en el Bufadero

ASANA Fuente en Chinamada

ASANO Caserío de Taganana

ASGUA Camino en Anaga

AXINEXA Cueva sobre Santa Cruz

AYIZO Valle en Anaga

BANASNO Picacho y corral en el Bufadero

BELETE Llano y Tagoror en el Draguillo

BENIXO Barranco y caserío

BENCHINO Cueva en el barranco Puerto caballos

BERSEGUE Barranco en Taganana

BICHUELA Valle en el Bufadero

BINANCA Barranco

BUIGUILLOS Valle por el Peladero

BUJANO Cueva en S. Andrés

CHAMASA Lugar entre Valle Seco y el Bufadero

CHAMORGA Caserío en la Punta de Anaga

CHIGUAR Roque en los altos de Jagua

CHINAMADA Caserío por Las Carboneras

CHINOBRE Roque en Anaga

CHOBA Cueva

CHONOM Aguas

CHUINEJE Cuevas en S. Andrés

COROSMA Región por Antequera

DAGUARCA Cueva

DIIOS Nombre de la fortaleza en Anaga

EGUEN Región por S. Andrés

EJE Valle en Taganana

GANIMO Nombre aborigen del barranco de el Hierro

GUAIRE Barranco en Santa Cruz

GUAÑAK Valle de las Higueras

GUASAMO Roque en el valle Tahodio

GUAXA Valle en Taganana

GUAYOSA Riscos en Taganana

GUESTE Igueste

HABANA Aguas

HANAGA Anaga

HEYTE Barranco en Benijos

HICHEREL Laderas entre el Bufadero y Taganana

HUNCHON Entre Anosma y Risco Bermejo

ICORBO Cueva cerca de Táfaga

ICOSO Laderas sobre el Draguillo

IGOHAREN Valle en Taganana

IRAMO Región por Benijo

JAGUA Barranco por Abicor

JIJES Degollada en Taganana

LABISGUAN Región de Anaga

LINCHERES Barranco en Taganana

LUSITE Barranco cerca de Armacite

MAGADILLAS Lugar del barranco de Anosma

MAJIMIAL Cueva por el Bufadero

MICHOQUE Meseta en Tahodio

MOGOJE Roque en Taganana

MIÑOQUE Tierras en San Andrés

SEJES Región en Taganana

TABORNO Caserío y Roque

TACEYCEY Barranco por Tahodio

TAFADA Montaña sobre Roque Bermejo

TAGANANE Taganana

TAGNANE Taganana

TAGOROR Llano junto al corral de Icorbo

TAMORE Cueva por Abicor

TAODIO Valle y caserío, hoy Tahodio

TEHANGUIA Valle

TEHICAN Aguas

TENEGIA Cerro próximo a Taborno

TINAJIRA Lomo por Taborno

TUINEJE Cuevas en las cumbres de Anaga

UCOSO Risco cerca de Taborno

UCHERO Entre S. Andrés e Igueste

UNCHON Cueva en Taganana- En la Rinconada en Igueste

UNCHONES Por La Hacienda en Taganana

UJANA Barranco y playa en Las Casillas

VISOGUE Cuevas en Las Casillas

YANCAS Barranco

YOFAS Región sobre S. Andrés

 

Capítulo VII

Curiosidades dentro de los apuntes y documentación de Ossuna

Dentro de la gran cantidad de reglamentos de diferentes sociedades de las que perteneció o colaboró, hay un original60 del: REGLAMENTO DEL GABINETE CIENTIFICO DE SANTA CRUZ DE TENERIFE, publicado en 1878 en la imprenta de Manuel Álvarez, de la calle S. Lorenzo 20 en Santa Cruz, que con respecto a la parte arqueológica dice:

ANTROPOLOGIA Y ARQUEOLOGIA PREHISTÓRICAS DE CANARIAS

Remitir momias, esqueletos, cráneos, huesos, etc. de las antiguas razas de estas islas, expresando si es posible, del modo más detallado el lugar y condiciones en que hayan sido encontrados.

Remitir así mismo, y con iguales relaciones, todos aquellos instrumentos, armas y útiles que den indicios de haber sido de uso de los guanches, como anzuelos, bastones, palos, lanzas, piedras de molino, gánigos, cuentas de collares, pieles, lesnas, restos de vestidos, de alimentos, de bálsamo etc. etc.

Dar relación detallada de las cavernas y restos de construcciones del tiempo de los guanches, de las que hicieron viviendas, y de las que destinaron a sepultura, así como de aquellas de que exista tradición de que sirvieron de palacio, o tuvieron algún otro uso particular o notable. En las investigaciones que al efecto se hagan, debe procurarse descubrir si hay alguna inscripción, en cuyo caso se agradecerá la remisión de las mismas, o si esto no es posible, un dibujo de ellas.

60 Caja 213- I

El director

Juan Béthencourt Alonso61

En su Obra Noticias sobre la flora y fauna de Canarias nos habla de un tipo de árbol hallado en Anaga, llamado "Sahuber", y que según relatos orales, era utilizado por los aborígenes para confeccionar sus flautas, e incluso en su época, aún se realizaba esta práctica. A este respecto Béthencourt Alfonso62 nos comenta:

A la flauta dulce se debían sus notas más suaves. Aunque tenían algunas de cañas, las más de ellas hacíanlas de vara nueva de laurel o no tan nuevas de higuera bicariña, fáciles de horadar con un bujón o espiche, con lengüeta de balo…

Según Viana también usaban pitos o gaitas de tallo de cebada o de cañutos de caña…

Hace algunos años el periodista y escritor de Güímar, Octavio Rodríguez, encontró en la llamada Cueva de los Reyes del barranco de Chimage en El Escobonal, un pedazo de estos pitos.63

Otra de sus preocupaciones por la región de Anaga, la podemos encontrar en su correspondencia dirigida al Senado, solicitando un cartero para reparto de correspondencia en esta zona y que le es contestada por el Director de Correos deSanta Cruz, donde le indica que pondrá a un hombre que vaya desde esta Capital y vuelva en un día a Taganana, pasando por Chamorga, Punta de Anaga, Roque Bermejo, El Faro, Las Palmas, Draguillo, etc.

61 En el original en lugar de Alfonso, viene escrito como vemos Alonso

62 Historia del Pueblo Guanche 1994-pp. 358

63 Este se encuentra depositado en el Museo del Tagoror de Agache en El Escobonal

Administración Principal de Correos de Canarias64

Santa Cruz 20-5-1908

Sr. D. Manuel de Ossuna

Muy Sr. Mío y de mi más distinguida consideración; he recibido las órdenes de la Dirección General disponiendo el servicio por Vd. solicitado para varios núcleos de población en el extremo N. E. de la isla, tengo el gusto de participarle que ayer quedó nombrado el peatón que ha de efectuar interinamente el mencionado servicio, esperando lo verifique a satisfacción del público y si así no fuere, agradeceré a Vd. me lo participe para poner remedio a cualquier falta o deficiencia.

Con este motivo que reitero de V. atentamente y s. s. q. b. s. m.

D. Doblado

Igualmente encontramos una pequeña nota que dice:

64 Caja 175-7

65 Caja 34-2

 

Capítulo VIII

OTROS LUGARES DE INTERÉS HISTÓRICO

Los Bailaderos en el menceyato de Anaga según Béthencourt Alfonso:

Varios lugares nombra con este topónimo:

El bailadero en la cumbre de Igueste y Taganana.- queda el topónimo en la carretera que va de Las Mercedes a Taganana.

El bailadero cerca del pino Amogoje, en la cumbre entre Igueste de San Andrés y Taganana.- creemos que es el mismo que el anterior por la poca distancia entre ambos lugares.

El llano del bailadero en la punta de Naga.- Según nos indican varios vecinos de Chamorga, se encontraba y aún se conoce con este topónimo el lugar donde actualmente hay un cementerio antes de llegar al Lomo de Las Bodegas.

Y aunque Béthencourt Alfonso no lo nombra, existe un lugar en Chinamada (La Laguna) conocido como El Bailadero y La Cruz del Bailadero68

Los Tagoros en el Menceyato de Anaga según Béthencourt Alfonso:

Tagoro de Abicore o El Tagoro en el Valle de San Andrés.-Por encima de San Andrés encontramos el Valle Abicor.

Tagoro de Beleté o Asomadita del Tagoro en los Nuégados cerca del Draguillo.- Beleté se conoce a una zona entre El Draguillo y Las Palmas de Anaga, exactamente en la segunda lomada76

Tagoro de Juagae o La Baja del Tagoro o El Tagorillo en el Almácigo.- Degollada de los Almácigos en el camino que va de Chinamada a Punta

76 Información facilitada por una vecina de El Draguillo.

del Hidalgo donde también es conocido como "Era de los almácigos" los vecinos nos dicen que: "eso no era una era", y por la foto adjunta para nosotros tampoco.

Ta g o r o  d e Naga o El Tagoro, entre el corral de Ocorbo y Cabezo de los Leñadores, cerca de Roque
 Bermejo
.- En Anaga en la zona de Roque Bermejo, antiguamente era conocida como la Punta de Naga nos han informado que existe el llamado "Corral de Ocorbo" una cueva empedrada y rodeada de un círculo de piedras, (hoy media destruida por derrumbes) se llega a ella por una vereda que parte del barrio de "La Cumbrilla", en el T II Pág. 436 leemos: Ocorbo: Cueva y corral de Ocorbo en Taganana, así como en los mapas: "Icorbo" por debajo del Lomo Las Bodegas y en Buenaventura Pérez: ACORVO cuevas y montañas en Punta de Anaga, cerca de Táfaga, todos aproximadamente en el mismo lugar. Por los lugareños es conocido también como Icorbi, aunque nos señalan un lugar antes de llegar conocido como El Tagoro.

Tagoro de Chamorga, en valle Bermejo.- Sabemos que gente del lugar y cerca de Chamorga, conoce un lugar llamado "El Tagoror de Anaga" probablemente el mismo anterior por su proximidad.

Tagoro de Afur o lomo del tagoro, en Afur.- según nos informan: estaba en el canto arriba del sabinar.

Aparte de estos, nombra Tagoros en Taganana, y por encima del valle del

Bufadero en el Macizo de Anaga, así mismo nos comunican que hasta hace pocos años había un Tagoro en los altos, entre Benijo y El Draguillo, que fue destruido por un corrimiento de tierras debido a las lluvias.

Capítulo IX

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS EN EL MENCEYATO DE ANAGA77

 

Cueva sepulcral Montaña de Guerra La Laguna

Cueva sepulcral Necrópolis San Andrés Santa Cruz

Necrópolis Tahodio Santa Cruz

Necrópolis Barranco de Santos Santa Cruz

Necrópolis Taganana Santa Cruz

Necrópolis Igueste de San Andrés Santa Cruz

Cueva sepulcral Benijo Taganana

Necrópolis El Draguillo Taganana

Necrópolis Taborno Taborno

Cueva Sepulcral Roque de Fuera Las Palmas de Anaga

Cueva sepulcral Barranco los Moriscos Anaga

Necrópolis Roque de Tierra Las Palmas de Anaga

Necrópolis Taco Santa Cruz

Cueva sepulcral Cabezo de los muertos Chamorga

Cuevas de habitación Macizo de Anaga Santa Cruz

Cuevas de Habitación Taganana Santa Cruz

Cuevas de Habitación Laderas del Barranco de Anosma Lomo las Bodegas

Tagoror Icorbo Chamorga

Tagoror El Draguillo Taganana

Tagoror Los Almácigos Chinamada

Bailadero El Bailadero Taganana

Bailadero Lomo Las Bodegas Anaga

Bailadero Chinamada Anaga

Cazoletas El Bailadero Taganana

Cazoletas El Semáforo Igueste de San Andrés

Cazoletas Degollada de Las Nubes Chinamada

cazoletas Lomo Tamé Las carboneras

Cazoletas Montaña Tafada Chamorga

Cazoletas Las Palmas Las palmas de Anaga

Cazoletas Cueva rota La Cumbrilla

Cazoletas Andén de Femer La Cumbrilla

77 El Enterramiento Canario Prehispánico: Mª del Carmen del Arco Aguilar, Anuario de Estudios Atlánticos Nª 22, pp.13-124, Madrid – Las Palmas. Información facilitada por D. Alfredo Mederos Martín Documentos de D. Manuel de Ossuna, Archivo Histórico de La Laguna, caja 213 II Carta Arqueológica de Tenerife: 1973 Mª de La Cruz Jiménez, Antonio Tejera, Manuel Lorenzo, Aula de Cultura de Tenerife, Tenerife. Elaboración propia

Cazoletas Fuente de Icorbo Icorbo

Cazoletas Roque Afur

Cazoletas Roque La Ladera Los Campitos

Cazoletas Lomo Las Casillas Los Campitos

Cazoletas Paso Alto Santa Cruz

Cazoletas Cueva del Cuchillo San Andrés

Cazoletas El Penícolo San Andrés

Cazoletas El Cuchillete San Andrés

Cazoletas El Cercado San Andrés

Cazoletas Tahodio Santa Cruz

Cazoletas Valle Las Palmeras Laderas de Anaga

Cazoletas Risco los Muertos Valle Seco

Cazoletas Roque Taborno Taborno

Cazoletas Piedra Los Escalones Taganana

Cazoletas Roque de Antequera Antequera

Grabados rupestres Piedra de Los Escalones Taganana

Grabados rupestres Barranco de Tamadite Afur

 

Capítulo X

EL REPARTIMIENTO DE TIERRAS SEGÚN LAS DATAS

Anaga no se libró, como el resto de los reinos de Tenerife, del repartimiento de tierras por parte los conquistadores, principalmente por ser una zona muy rica en aguas, y probablemente al ser un Bando de guerra, no nos consta que se hayan dado tierras por esta zona a canarios excepto al llamado Diego de Ybaute y como muestra insertamos una lista de algunos de los beneficiarios de estos repartimientos.

BENEFICIARIO FECHA DOCUMENTO LUGAR

Alfón de Alcarás 7-V-1507 Libro 1-318 Anaga

Alonso de la Fuente 9-I-1501 Libro 3-1212 El Bufadero

Alonso de las Hijas 23-VIII-1500Libro 2-780 Anaga

Constanca Mexia 17-IV-1518 Libro 5-42 Abicor

Diego Alcántara 3-VII-1499 Libro 1-571 Anaga

Diego de Ibaute 10-XI-1503 Libro 4-106 Jagua

Diego de Ybaute 28-X-1503 Libro 1-308 Anagua de Jaugua

Diego de Ybaute 28-I-1513 Libro 2-600 Ajauga

Diego de Ybaute 28-I-1513 Libro 2-1041 Benixo

Fernando de Gallegos 27-I-1516 Libro 1-425 Barranco de Armacite

Fernando de Troxillo 3-VII-1555 Libro 3-1300 Anaga

Fernando Gallegos 20-VII-1503 Libro 1-185 Barranco de Lucía

Francisco de Oñate 26-II-1502 Libro 1-300 Valle de las Higueras

Francisco Miliar 6-VI-1503 Libro 1-453 Barranco de Armacite

Francisco Pérez Azagayado 14-VIII-1512Libro 1-39 El Bufadero

Francisco Sánchez 30-VIII-1501Libro 1-482 Roque Grande-Anaga

Francisco Ximénez 24-X-1513 Libro 1-238 Valle de El Bufadero

García Fernández de la Vimera 1-III-1500 Libro 1-593 Río de los Cabces

Goncalo Rodrigues 2-III-1500 Libro 1-4 Anaga

Goncalo Sanches 11-I-1508 Libro 3-1208 Anaga

Hernando Días 2-III-1500 Libro 1-4 Anaga

Isabel Gutierres 3-X-1516 Libro 4-1451 Taborno

Jacomar de Abernes 6-VI-1503 Libro 1-453 Barranco de Armacite

Jacomar de Abernes 30-VIII-1501Libro 1-482 Roque Grande-Anaga

Jaime Joven 4-V-1500 Libro 1-126 Taganana y Tafar

Juan Anrríquez 19-X-1511 Libro 1-169 Jagua

Juan de Badajoz 3-X-1516 Libro 4-1450 Taborno

Juan Navarro 26-VIII-1501Libro 1-38 Benixo

Juan Navarro 28-XI-1501 Libro 2-672 Amazy

Lope de Salazar 17-V-1499 Libro 1-12 Valle de las Higueras

Lope de Salazar 26-IX-1513 Libro 3-1233 Valle de las Higueras

Pedro de Campos 4-V-1500 Libro 1-126 Taganana y Tafar

Pedro de Lugo 31-I-1499 Libro 2-688 Aboture

Rodrigo de Burguyllos 16-X-1501 Libro 2-838 Benixo

Rodrigo de Coxo 4-V-1499 Libro 2-716 Igueste

Rodrigo Montanes 16-IX-1501 Libro 3-1325 Anaga

Rodrigo Ramíres 28-I-1508 Libro 2-919 Araguygo

Sancha Ruys 20-VIII-1509Libro 3-1193 Tehijay

Sancho de Salazar 26-X-1513 Libro 1-85 Valle de las Higueras

Fue tal el repartimiento de tierras entre los conquistadores, que algunas propiedades llegaban desde la costa hasta la cumbre, constituyéndose algunas en el siglo XVII en mayorazgos78, destacando las labores agrícolas (trigo, vid, madera, pez, y productos hortofrutícolas), así como la cría de ganado, dejando el ingenio de azúcar para la zona de Taganana, lugar de asentamiento principalmente de colonos venidos de Fuerteventura y Lanzarote.79

Entre estos colonizadores, provenientes de las islas Orientales se encontraban:

Fuerteventura Pedro Hernández, Pedro de Vera, Gonzalo Mexía, Francisco Guillada, Pedro Picar, Juan Delgado, Rubín Dumpiérrez, Andrés Sánchez, Pedro Negrín y Alonso Sánchez

Lanzarote Gregorio Tabordo, Juan Perdomo y Jerónimo Perdomo

Para el trasvase de los productos del azúcar, se necesitó construir un camino que llevase a La Laguna, por lo
 que en 1506, nacen lo que todavía se conoce como "las vueltas de  Taganana".

Con respecto al vino, el siglo XVII experimentó un fuerte desarrollo de esta actividad agrícola, especialmente
 en las zonas de El Draguillo, Tamadiste, Roque Las Bodegas, Benijo, Las Palmas, Tachero, etc.

78 Taganana, estudio antropológico y social 1988 de A. Galván Tudela, Aula de Cultura de Tenerife, pp. 54, Tenerife.

79 Taganana 1944 de E. Serra Ráfols, en Revista de Historia X núm. 68, La Laguna, Tenerife.

En algunos caseríos, como Chamorga o Punta de Anaga, destacaba la recolección de "Orchilla" (hasta un 90% de la población de estos lugares se dedicaron a este menester).

Veamos como se encontraba la población en algunos caseríos de Anaga, en la época de las investigaciones de Ossuna80

AFUR 18 Edificios de 1 piso, 2 de 2,habitados 16, por 20 vecinos y 81 almas

BENIJOS: 4 edificios de 1 piso, habitados 3 por 4 vecinos y 15 almas.

CARBONERAS 15 edificios de 1 piso, 9 chozas con 21 vecinos y 105 almas

CHAMORGA: 3 edificios de 1 piso, habitado por 5 vecinos y 41 almas.

CHINAMADA: 6 chozas o casas, 6 vecinos y 23 almas.

EL DRAGUILLO: 3 edificios, habitado 1 por 2 vecinos y 8almas.

LAS CASILLAS: 4 edificios, 4 vecinos y 40 almas

LAS PALMAS: 13 edificios de 1 piso, habitados 10 por 13 vecinos y 38 almas.

LOMO LAS BODEGAS: Caserío, 8 edificios de 1 piso, 1 choza, 9 vecinos, 16 almas.

ROQUE BERMEJO: Casa de labranza de 1 piso y una choza, habitada por 2 vecinos y 6 almas. 81

ROQUE NEGRO 16 edificios de 1 piso, 3 chozas con 19 vecinos y 68 almas

SAN ANDRÉS 137 edificios de 1piso, 2 de 2, habitados fijos 112por 158 vecinos y 431 almas

TAGANANA: 29 edificios de 1 piso, 8 de 2, 9chozas, habitados 35 con 45 vecinos y 151 almas.

TAHODIO 2 edificios de 1 piso inhabitados

VALLE DE LUCIACasa despoblada de 1 piso

VALLE DE LAS YEGUAS Casa despoblada de1 piso

 80 Diccionario Estadístico Administrativo de las islas Canarias, 1865 de D. Pedro de Olive, publicado en el establecimiento Tipográfico de Jaime Jesús, Barcelona. SIG 7 de la Biblioteca de Ossuna.

81 Probablemente esta fuera la hacienda propiedad de D. Manuel de Ossuna, donde pasaba sus vacaciones.

Como podemos ver, hay dos núcleos muy importantes de población, que no aparecen relacionados en este Diccionario, Igueste de San Andrés (probablemente por estar incluido en la estadística del barrio de S. Andrés, aunque es de extrañar por la distancia de uno a otro) y Taborno.

Capítulo XI

MANUEL DE Ossuna Y LA BATALLA DE ACENTEJO

Con respecto a este tema, hay un artículo publicado que nos dice82:

Manuel de Ossuna y Van Den Heede presentó en 1884 en la Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, con sede en La Laguna, una propuesta para fijar con exactitud el lugar donde se celebró la batalla de Acentejo y levantar allí un monumento de piedra que recordase la batalla más decisiva para la conquista de Tenerife, propuesta aprobada en la Sociedad Económica. Nombrado Manuel de Ossuna presidente de la comisión de estudios, propondrá a la Real Academia de la Historia informarle de sus resultados, propuesta que será aceptada.

Por la documentación existente en sus archivos, sabemos que este monumento nunca llegó a realizarse, pero si encontramos varias cartas remitidas por vecinos de La Victoria, que nos demuestra su interés por el tema83.

Maria del Castillo, hija de Julio del Castillo ha oído decir a este y a su madre Sra. Antonia Rodríguez Bermejo que en aquel barranco y sitio por donde pasa el camino de San Cristóbal, hubo lucha de guanches y españoles y que aquellos hicieron un gran montón de piedras en el borde del barranco (donde hoy hay una cueva con ovejas) y que pusieron ramas y que los guanches se ocultaron y mataron a muchos españoles. También oyó decir que corrió mucha sangre en el dicho barranco y que por eso se oye decir que había de ocurrir desgracias en este lugar.

82 La documentación de la comisión de antigüedades de la Real Academia de la Historia sobre Canarias, (2001) "Los expedientes sobre la Arqueología de las Islas Canarias", Alfredo Mederos Martín en Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia, pp. 109-110, Madrid

83 Caja 34-2

D. Martín García y Hernández vecino de La Victoria y mayor de cuarenta años compareció en esta mi casa del referido pueblo de La Victoria en presencia del Sr. Andrés Martín del la parroquia del mismo y preguntado sobre si sabía alguna cosa acerca de la batalla de Acentejo contestó que había oído a sus padres y estos a sus ancestros que la batalla más sangrienta fue en el barranco de San Antonio, que no sabía en que punto del barranco fue, que sabía que el camino más antiguo pasaba por debajo de San Antonio.

Leída la declaración y manifestando estar conforme con lo que había dicho la firmaba hoy a 15 de marzo de 1884.

Matías García y Hernández

Preguntado por el que suscribe al Sr. D. Andrés de Armas, vecino del pueblo de La Victoria y mayor de setenta años, el día 14 de Marzo de 1886, al tenor de la primera pregunta del interrogatorio que se refiere a que si sabe o ha oído decir alguna cosa sobre el sitio en que ocurrió la batalla de Acentejo en que fueron derrotados los españoles, me manifiesta que desde pequeño había oído decir que aquella batalla tuvo lugar en el barranco de San Antonio en el lugar en que atraviesa el camino que va a la casa del Sr. Matías Izquierdo y que es el camino de San Cristóbal, cuya declaración me suscribe y hallara en la plaza de la Iglesia de la Victoria.

Manuel de Ossuna.

Pedro Hernández y Rodríguez (a) el Cristo ha oído decir a varias personas y entre ellas a D. Antonio Izquierdo y calzadilla sacerdote y persona ilustrada que la batalla que tuvo lugar en el barranco de Acentejo, donde los guanches obtuvieron una gran victoria, tuvo efecto en las inmediaciones a la ermita de San Antonio. En el sitio que hoy se llama y se ha llamado siempre "Las Guardias", es tradición según el mismo Izquierdo que conserva este nombre por haberse puesto en él, ciertos soldados de guardia. Este sitio está más arriba de la dicha ermita de San Antonio, a una distancia de algo más de un kilómetro.

Andrés Martín

Lo que procede está escrito por D. Andrés Martín, vecino de La Victoria que junto con el que suscribe se lo oyó decir al referido Hernández en el callejón que llaman de Acentejo en 9 de Agosto de 1885

Manuel de Ossuna.

La Real Academia de la Historia se interesa a este respecto como veremos seguidamente en una carta que le envía84:

Enterada esta Real Academia del oficio que se ha servido V. S. dirigirle, participando las gestiones que ha practicado para conseguir que se nombre una comisión encargada de reconocer y fijar el sitio donde se dio la célebre batalla de Acentejo, y una vez brindando, se erija en él un sencillo monumento conmemorativo y enviando a este cuerpo literario con un resumen del resultado de los trabajos de dicha comisión, si fuese de su agrado, ha acordado le manifieste a V. S. como tengo el gusto de ejecutarlo, que la Academia agradece su fina voluntad y recibirá con mucho aprecio todas las noticias que tenga a bien comunicarle.

Dios guarde a V. S. muchos años, Madrid 7 de Junio de 1884

El Secretario

84 Caja 17-1

Hay una carta de Juan Béthencourt Alfonso85 sin fecha que le dice:

Sr. D. Manuel Ossuna.

Mí estimado amigo:

Quisiera complacer a V. enviándole un trabajo acabado, no se más; mi única virtud es conocer mis pocas fuerzas. Le pido a Vd. mil perdones por enviárselo casi en borrador, pero no tengo ni tiempo, ni paciencia, ni salud.

Después de concluidos los adjuntos apuntes, he visto mis faltas de método y mis muchos defectos de forma.

El fondo es la expresión exacta de mis humildes creencias en el asunto relativo a la batalla de Acentejo y a las particularidades que tuvo exactamente. No se si mis apreciaciones coincidieran con las de Vd. mucho me alegraría de ello, pues me demostraría que mi falta de talento puedo suplirla con una gran voluntad, cuando se trata de servir al país y a las personas de mi aprecio.

Si usted no tuviera inconveniente en devolverme estas notas, cuando lo estime oportuno, se lo agradecería.

Por una mala inteligencia no tuve el gusto de verle a Vd. en días pasados en La Victoria, pues creí que no estaba V. allí, cuando más tarde lo supe por un tal (me parece) Pedro Afonso, lo sentí en extremo. = Si V. se detiene algunos días en la Victoria le prometo ir de Tacoronte para hacer otro reconocimiento. = Tengo algunos oscuros antecedentes de la batalla de La Victoria, pero no los bastantes, me complacería mucho hablar con alguien de ese pueblo sobre este asunto, pero no conozco a nadie.

Reciba usted un cariñoso saludo de su afectísimo amigo

85 Caja 175-7

Juan Béthencourt

En su obra "El regionalismo en Canarias86", a píe de páginas, nos hace un resumen sobre los trabajos realizados sobre este tema:

La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, penetrada la importancia histórica y militar; de la memorable batalla de Acentejo, acordó en junta de 30 de Abril de 1884, teniendo en cuenta que el lugar donde se libró la batalla no estaba fijado por los historiadores, nombrar una comisión científica que, previas las investigaciones y estudios necesarios, determinase el sitio en que tuvo lugar tan trascendental suceso; y así mismo, acordó, que, una vez fijado, se levantase en él un modesto monumento de piedra, que recordase a la presente generación, los bravos españoles que allí derramaron su sangre, animados del noble propósito de traer al archipiélago la luz del evangelio y la civilización española, a la vez que conmemorase el valor de los hijos de la antigua Nivaria, que en aquella ocasión supieron dejar muy alto el amor y la independencia y la virilidad de su raza. Los señores designados para constituir la comisión fueron: D. Sebastián Álvarez y Álvarez, abogado y catedrático del instituto Provincial. D. Juan de Ascanio y Nieves, abogado, D. José Tabares y Barlet, escritor, D. Julio de Ardanás, agregado del cuerpo de Estado Mayor, nombrado por el Excmo. Sr. Capitán General de esta provincia. D. Valeriano Weiler, y el que estas líneas escribe, a quien la Comisión dispensó el inmerecido honor de nombrarle presidente de la misma, y de dirigir los trabajos correspondientes.

Desde un principio obtuvimos muy lisonjeros y positivos resultados en las investigaciones, que, sin pérdida de tiempo, comenzamos a practicar. Haremos público ahora, lo más saliente que contiene nuestro informe a la Comisión. Primeramente se hace en este documento un examen detenido de las fuentes

86 El Regionalismo en Canarias, (1904), Tomo I, Págs. 33-38, Imprenta Benítez, Santa Cruz de Tenerife

bibliográficas, aduciendo textos de Fr. A. de Espinosa, Viana, Abreu Galindo, Marín y Cubas, Nuñez de la Peña, Del castillo, Viera y Clavijo, Porlier, Webb y Berthelot, Montero y cuantos más se han ocupado de aquel memorable suceso, y formulamos, entre otras conclusiones, deducidas del estudio de las mencionadas fuentes, la de que el sitio en que tuvo lugar la batalla ha de encontrarse por el punto más alto en que el antiguo camino de los Rodeos o San Cristóbal corta al barranco de Acentejo. Después se ocupaba el informe de las fuentes suministradas por la tradición oral, y se insertan las contestaciones que a la primera pregunta de un interrogatorio que remitimos al Alcalde del pueblo de la Victoria D. Agustín Afonso y santos, dieron los vecinos de aquella villa D. Antonio Hernández y Fernández, de más de 80 años, Dª Nicolaza Oliva de 96 años y D. José Afonso y González, mayor también de 80 años, las cuales contestaciones, que son del todo semejantes, están concebidas, con ligeras variantes, en estos términos: " Que la batalla, había oído ocurrió en las cuevas de San Antonio Abad, que están en el barranco de Acentejo, transcribimos después una comunicación que, el M. Iltre. Sr. D. Pedro Llabres, a la sazón Gobernador Eclesiástico de esta Diócesis, dirige a la comisión científica, en la que se insertan unos interesantes párrafo de otra comunicación que a la digna autoridad citada dirige el venerable Cura Económico del pueblo de la Matanza, D. Valentín González Álvarez, fecha 8 de Julio del citado año en que le dice… pero todos se inclinan a creer fiable de los vecinos más ancianos o entendidos de la Matanza, sin duda por reminiscencias, que tienen fuerzas, que aquella debió librase en el sitio en que hoy se halla la ermita de San Antonio y sus alrededores, y le vino a confirmar su opinión el descubrimiento de una multitud de huesos humanos, cuando se hicieron hace tres años, la referida ermita de San Antonio. Contiene también el propio documento, otra comunicación del expresado Sr. Cura, dirigida a la comisión en la que se mencionan los nombres de las personas que declararon y a las que alude en la comunicación antes mencionada, escrita al Sr. Gobernador Eclesiástico, cuyos nombres son: D. Francisco Hernández delgado, D. Juan E. Delgado, maestro de escuela, D. Gregorio Perera y Delgado, inspector de escuela y su hermano D. Manuel Perera y Delgado secretario del M. I. Ayuntamiento de este pueblo de la Matanza, personas, añade el expresado sacerdote, las más instruidas y curiosas en retener todo lo que oyen, han oído y puedan oír con respecto a cosas que puedan algún día anotarse en historias; los cuales documentos originales, con todas las actas y asientos de declaraciones obran en el expediente de información. También transcribimos una extensa y curiosa declaración del anciano D. Andrés Martín Pérez, sochantre de la Iglesia parroquial del citado pueblo de la Victoria, de la que extraemos lo siguiente: Que aún siendo pequeño oyó hablar a D. Isidoro Fernández Oliva, que era vecino de la Matanza. Del lugar donde ocurrió el combate, y con las averiguaciones que entonces hicieron, deducían ser el sitio que llaman El Reventón sitio que está un poco más alto que la ermita de San Antonio Abad, haciendo además otras manifestaciones interesantes sobre los caminos antiguos de la comarca de Acentejo. También aparece la declaración del M. Iltre. Sr. Deán de la Santa Iglesia Catedral de Canarias D. Nicolás Calzadilla, de más de 70 años de edad y natural del dicho pueblo de la Victoria que dijo: Que según lo que la tradición ha oído, es que la batalla de Acentejo tuvo lugar en donde cruza el camino de San Cristóbal al barranco de dicho nombre de Acentejo que allí se pusieron a descansar los españoles, y que los guanches les tiraron piedras y troncos de árboles, añadiendo que ese camino sube un poco, a pasar por San Antonio Abad.

Reanudadas las investigaciones en 1885, hacemos constar, en otro lugar del referido documento, las declaraciones rendidas por los vecinos del barrio de Guía, D. Domingo Hernández García y D. José Yánez que dijeron, que en las inmediaciones de la confluencia de los barrancos de Chivana y Marta, con el de Acentejo "feneció la batalla" añadiendo que en aquellas cercanías se han encontrado restos de instrumentos de hierro o bronce, que oyeron decir eran de armaduras antiguas. Así mismo consta, la declaración de D. Pedro Hernández y Rodríguez, quien refiriéndose a lo que oyó decir al ilustrado sacerdote D. Antonio Izquierdo y Calzadilla, cree haber ocurrido en las inmediaciones de San Antonio Abad; con otros curiosos detalles del sitio denominado Los Guardas También obra la luminosa declaración de María del Castillo, vecina de dicha villa de la Victoria, y cuya casa habitación está en las inmediaciones del citado barranco de Acentejo, la que dijo: Que había oído decir a su padre Julián del Castillo y a su madre Antonia Rodríguez Bermejo, que en aquel barranco y sitio por donde pasa el camino de San Cristóbal. Hubo gran guerra de guanches y españoles, y que aquellos hicieron un gran montón de piedras y escombros, y mataron a muchos españoles. Hay otra declaración del ilustrado Sr. Deán Calzadilla, afirmando que el camino de San Juan, pasa por el barranco de Acentejo, es el camino de San Cristóbal.

Proseguidos los trabajos en el verano del citado año de 1885, se tomaron declaraciones, en sus propias casas, por el expresado alcalde de la Victoria D. Agustín Alonso y Santos y el secretario del ayuntamiento D. Luciano Pérez y Hernández, y el que estas líneas escribe, con otras muchas personas más que nos acompañaban, a Dª Ángela del Castillo y Hernández de más de 70 años de edad; también a Dª Isabel Gutiérrez de Castillo, en cuya casa vivía D. Ángel Gutiérrez del Castillo de 73 años; así mismo a D. José del Castillo Hernández, que se le encontró en el camino de San Juan, con los vecinos Andrés Gutiérrez y Fernández, Francisco Oliva y Antonio Abreu rindiendo todos declaraciones en el propio sentido de ser el lugar de la batalla, el punto en el que el camino de san Cristóbal corta el barranco de Acentejo, y todas las inmediaciones de la ermita de San Antonio Abad. También consta las declaraciones de D. Andrés de Armas y D. Matías García y Hernández, en el propio sentido; la de D. José Yánez y Armas, sobre la baja de los cristianos, sitio de refugio de varios españoles en aquel aciago día, la de D. Diego Martín, sobre la identidad del camino de San Antonio y el antiguo de San Cristóbal, y la de Dª María del Carmen Batista, vecina de la Matanza, que parece encerrar una tradición transmitida a las familias guanches, cuando añade a las noticias y afirmaciones a las declaraciones anteriores, por ella aceptadas "que cuando en la fiesta de San Antonio se matan a palos, se dice que aquello es porque en aquella plaza mataron a muchos cuando la batalla, y que esto lo había oído siempre a varias personas" con otras muchas más declaraciones que harían interminable esta nota.

En la parte final del informe, hacemos consideraciones sobre la importancia que en las investigaciones modernas tienen las tradiciones, como fuente con cuyos materiales se escribe la historia de remotos países, v. gr. La de la antigua Persia, llenándose lagunas, que habían dejado imperfecto el conocimiento de mucha parte de la Historia de Oriente, con relatos verbales y tradiciones, que se califican de historia positiva y verdadera, a pesar de ser recogidas después de muchos siglos, y a través de invasiones extranjeras, epidemias, guerras y despotismos. A continuación hácense reflexiones sobre la congruencia que se observa entre las conclusiones deducidas de las fuentes bibliográficas y las de las tradiciones orales, llenas éstas de colorido regional, como sobre los resultados satisfactorios de los trabajos de investigación para precisar el sitio en que comenzó el combate y todo el campo en que se desarrolló la célebre batalla de Acentejo. Y termina nuestro informe dando las gracias al Sr. Gobernador Civil de la Provincia, D. Ricardo Gutiérrez de la Cámara, al M. Iltre. Sr. Gobernador Eclesiástico, ya citado, y a cuantas más autoridades y personas coadyuvaron al éxito de las investigaciones y trabajos dirigidos por el que estas líneas escribe.

La importancia de la batalla de Acentejo, y la conveniencia de esclarecer cuanto a tan trascendental acontecimiento se refiere, nos movieron a investigar en 1894, el día que tuvo lugar, ya que estaba envuelto en oscuridad o resultaba inadmisible, lo que sobre la fecha de la batalla, dicen ciertos historiadores.

En los manuscritos inéditos del regidor D. José A. de Anchieta, que descubrimos en 1882, se afirma que, hallándose desde hacía algún tiempo las tropas de Lugo acampadas en Agüere, se decía misa en una capilla improvisada, de tablas, que se había hecho allí donde, poco después, se construyó la primitiva iglesia parroquial de Santa María la Mayor, y que en ella se celebró en 1494, la festividad de SS. Corpus; añadiéndose que dos días después de esta solemnidad tuvo lugar la batalla de Acentejo. Este dato nos sirvió de base para determinar la fecha en cuestión.

Se trataba de saber en que día se celebró el Corpus, el año de 1494, y, al efecto, no fiándonos en nuestros propios cálculos, quisimos consultar a personas de reconocida ilustración. Nos dirigimos en Mayo del propio año, al académico Sr. Vandewalle, para que se dignase, a su vez, consultar al laborioso P. F. Fita; y así mismo, manifestarnos al distinguido historiador Sr. Moreno Espinosa de Cádiz y al Rector de la nombrada parroquia, Sr. D. Claudio Marrero que nos había demostrado el mayor interés en el esclarecimiento de esta fecha, para celebrar el 4º centenario de la primera fiesta del"corpus" en Tenerife, nuestro deseo de conocer en que día fijaban la festividad del "corpus", en el dicho año de 1494.

El Sr. Moreno, aunque persona competentísima, no quiso por sí solo resolver la consulta, sino en unión del distinguido profesor de la Academia de Administración de la Armada, Sr. D. José Mª Carpio, y estos señores como el ilustrado Sr. Marrero, con tanto interés atendieron a nuestros deseos, que cuando en el primer correo español de Junio inmediato, recibíamos la nota que el P. Fita se había servido pasar al digno académico Sr. Vandewalle, fijando la festividad expresada el 29 de Mayo, ya teníamos en nuestro poder las que nos habían enviado los Sres. Moreno y Marrero, perfectamente de acuerdo con la del eminente académico y jesuita P. Fita, concebida en estos términos:

"El año 1494 tuvo por letra dominical E

Se celebró en él La Pascua florida, a 30 de Marzo La de Pentecostés, a 18 de Mayo La fiesta del "corpus", a 29 de Mayo

Quedaba, pues, resuelto que la memorable batalla de Acentejo tuvo lugar el 31 de Mayo de 1494.

A este respecto, encontramos en su correspondencia87 una carta remitida a D. Mateo del Castillo por D. Isidoro Junquito de Sevilla que dice así:

Sevilla 7 de Julio de 1894

Sr. D. Mateo del Castillo

Muy Sr. Mío y amigo:

Desearé hayas hecho el viaje con toda felicidad y al mismo tiempo se encuentre bien su familia.

Cumpliendo con el encargo que Vde. me hizo en averiguar el día del corpus del año de 1494, puedo decirle fue el día 22 de Mayo de dicho año, voy a decirle como lo averigüé, recordé había yo tenido un libro titulado "Compuesto de los tiempos", compuesto por el Zamorano e impreso el año de 1583, también recordaba en poder de quién estaba hoy, siendo su poseedor el presbítero D. Eduardo Gutiérrez Castañeda persona de gran ilustración y gran modestia, con el libro a la vista pudimos ver que contenía una tabla por medio de la que podían encontrarse todas las fechas de las fiestas movibles …

Como podemos, ver este señor no coincide con las fechas dadas por otros y que si parecen coinciden en dar la fecha del 29 de Mayo.

Estos son algunos de los pocos datos que hemos podido encontrar entre la documentación de Ossuna, por su interés por levantar este monumento, pero en cambio, encontramos que años más tarde por una copia que se encuentra en su

87 Ver carta Caja 175-8

fondo, que el Instituto de Canarias, toma acuerdo de poner una placa para conmemorar este acto, como vemos a continuación:

Instituto General y Técnico

De

Canarias

ACTA

de entrega y colocación

de la lápida conmemorativa de la batalla de

ACENTEJO

Que el claustro acordó fijar en la ermita de

S. ANTONIO ABAD

como recuerdo de aquel hecho

de armas y de la excursión escolar verificada en

9 de febrero de 1909

En el pueblo de la matanza, de Tenerife, a treinta y uno de Julio de mil

novecientos nueve:

Reunidos los Señores Don Adolfo Cabrera-Pinto y Pérez, Director del Instituto general y técnico de Canarias y del Colegio provincial de Internos anexo al mismo instituto; Don Ramón Ascanio y León, bibliotecario provincial y mayordomo de la ermita de san Antonio Abad; Don Pedro González Díaz, cura párroco de este propio pueblo; Don José Pérez de la Hoya, Alcalde constitucional y Don Servando Fernández del castillo, juez municipal, se dio lectura al siguiente acuerdo adoptado en sesión celebrada en quince de Febrero último por el Claustro de Profesores.

EXCURSION ESCOLAR.- Por último, el Sr. Director manifestó que aún cuando no necesitaba hablar de la excursión verificada el domingo siete de los corrientes, porque en ella tomaron parte todos o caso todos sus compañeros, y porque la reseña de la misma, bastante completa, hecha por los alumnos Fernández del Castillo y Miralles y Miralles, designados como cronistas, había sido publicada en dos apreciables periódicos el "Diario de Tenerife" y "El Tiempo", deseaba sin embargo, consignar en acta, no solo su reconocimiento hacia los señores Profesores y Bibliotecario, que por modo tan eficaz contribuyeron al mejor éxito de esta fiesta, y al Sr. Alcalde y demás Autoridades del pueblo de la Matanza, por el cariñoso recibimiento que, enterados casualmente nos dispensaron a todos, sino su satisfacción más sincera ante las pruebas de cultura y disciplina que dieron los alumnos; lamentando que estas excursiones, de tan excelente resultado en el orden docente, no pudieran, por dificultades, bien conocidas, repetirse con más frecuencia. La que nos ocupa – añadió – he querido que tuviese – aparte las útiles explicaciones de mis distinguidos compañeros – un fin esencialmente práctico, y al efecto he procurado despertar en los alumnos su curiosidad e interés por el conocimiento de la historia de Canarias, dándoles a conocer cuales fueron los móviles de la conquista, que suerte cupo a los indígenas y hasta que punto forman parte de la población actual, unida indisolublemente a la madre patria, y poniendo especial cuidado en rectificar los errores que, propagados por propios y extraños, han venido a constituir, por decirlo así, la historia romántica de la conquista. Conforme a estos propósitos – continúa – señaló como objeto principal de la excursión la visita a los históricos lugares donde se verificó la famosa batalla de Acentejo, la mayor y más trascendental que registra la historia de Conquista, y en la que los españoles, peleando con denuedo, derramaron su sangre generosa en defensa de la civilización y del cristianismo, y los guanches, con su amor a la patria y a la independencia, mostraron las altas cualidades del espíritu de que estaba adornada aquella raza primitiva.

Como pudisteis observar, aproveché la ocasión para explicar y demostrar con datos y hechos dilucidados por la crítica, que, contra lo dicho, no ya por escritores extranjeros, sino por nuestros propios historiadores, las ideas madres de la conquista de Canarias fueron – por encima de todo, propósito egoísta de explotación y de lucro – la extensión de nuestro poder, la propagación del cristianismo y la difusión de la brillante civilización que España alcanzó en la época de los Reyes Católicos; que la raza guanche, raza superior, aunque inculta, fuera de ser extinguida, extirpada, al modo anglo-sajón, fue dignificada por la vencedora, elevándola hasta su propia condición, como lo revela el gran número de uniones legítimas de los conquistadores con las mujeres canarias y el haber conservado los indígenas nobles su antigua jerarquía, y que la alianza de los guanches – tan mal juzgada por el P. Flores y por los demás historiadores que siguen sus huellas – solo demuestran, en aquellos, un ansia de cultura y mejor vida para sí y para os suyos, y tiene, para los españoles, según el Sr. Torres campos89, el más alto valor como signo de la conducta seguida por los conquistadores, que supieron, con su generosidad y nobleza, atraerse a gentes valerosas, abnegadas y de bien templado espíritu.

De este hecho memorable arranca, según la crítica moderna (puede consultarse la obra "El Regionalismo de las Islas Canarias" del Sr. Ossuna, tomo I página 33), las libertades y fueros concedidos a Canarias y la supremacía de Tenerife, en cuya isla se reconcentra el espíritu canario, ya por ser el intérprete fiel de esas libertades y defenderlas frente a las mismas prerrogativas de la Corona, ya para hacer revivir en muy distintas jornadas el espíritu militar y guerrero de Acentejo, defendiendo el territorio de todo el archipiélago de los ataques e invasiones de los más poderosos pueblos extranjeros. Penetrada, pues, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, que entonces dirigía el distinguido hombre público Sr. Darmanin, de la importancia histórica y militar de esta batalla, acordó en 30 de Abril de 1884, levantar un monumento de piedra que recordase a las generaciones presentes y futuras el valor heroico de los españoles y la virilidad de la raza guanche, designando al intento una comisión que fijara el sitio en que tuvo lugar aquel célebre hecho de armas, compuesta de los señores D. Sebastián Álvarez, Catedrático y director que fue de este Instituto, Don José Tabares Bartlet, escritor, Don Juan

89 Carácter de la conquista y colonización de las Islas Canarias (1901) Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia en la recepción pública de D. Rafael Torres Campos el día 22 de Diciembre de 1901, Imprenta y litografía del Depósito de la Guerra, Madrid

Ascanio y Nieves, abogado, Don Julio Ardanás, teniente coronel del Estado Mayor, nombrado por el Capitán General de esta provincia D. Valeriano Weyler, y el ilustre escritor canario Don Manuel de Ossuna y Van Den Heede, Catedrático que fue también de este centro, a quién la comisión eligió presidente de la misma.

No habiéndose erigido aún el monumento a que se refiere el anterior acuerdo, y teniendo en cuenta que, en sentir de la comisión, lo más recio de esa memorable jornada, que tanto halaga el espíritu canario y en la que tan alto quedó el nombre de España, debió de verificarse en el sitio donde hoy se levanta la ermita de San Antonio Abad o en sus inmediaciones, los excursionistas colocaron una lápida provisional en la pared de la misma, que recordase aquella batalla. Si el claustro que siempre se ha identificado con el sentimiento público, lo acuerda así, la lápida provisional pudiera sustituirse por otra definitiva, de mármol, con la inscripción en relieve o de mármol y bronce, en la que aparezcan entrelazados los escudos de España y Canarias, y cuyos gastos serían satisfechos, en tal cado, por el Colegio de Internos anexo a este Instituto.

A propuesta del Sr. Director, el claustro acordó por unanimidad:

Primero.- Que se sustituya por otra de mármol, en la forma indicada, la lápida provisional dedicada a la batalla de Acentejo; con esta inscripción:

Segundo.- Que den las gracias al Sr. Alcalde y demás autoridades del pueblo de la Matanza, a que pertenece el histórico pago de San Antonio, por el recibimiento y atenciones que dispensaron a los expedicionarios, y

1494 – 1909

A LOS HÉROES DE

ACENTEJO

El Instituto de canarias

Tercero.- Que se consigne en acta, como se hace, la satisfacción del Claustro por las pruebas de disciplina y de cultura que dieron los alumnos durante la excursión.

Cumpliendo el anterior acuerdo, el Sr. Director del Instituto, que lo es también del Colegio de Internos, entregó al Sr. Alcalde de la Matanza una lápida de mármol blanco, con la inscripción en mármol negro, y con los escudos de España y Canarias en bronce, artísticamente enlazados, hecha en los talleres de los señores Grosso, Lamela y Compañía, de Sevilla. El Sr. Alcalde, en nombre del pueblo que representa, aceptó la lápida, que fue colocada después en la parte exterior, a la derecha de la puerta mayor de entrada, de licitada ermita; comprometiéndose a conservarla y hacerla respetar, como recuerdo de aquel glorioso hecho de armas y de la excursión escolar llevada a cabo por el primer Centro docente de la provincia.

Leída la presente acta, fue firmada por los concurrentes; de que, como juez municipal, certifico. A. Cabrera-Pinto, Ramón Ascanio y León, Pedro González y Díaz, José Pérez, Servando Fernández.90

Lo que si lograría (aunque después de su muerte) que saliera adelante unapropuesta realizada a la Real Sociedad Económica de amigos del País de La Laguna, con el fin de poner una placa en la ermita de San Cristóbal, recordando que en su interior se encuentran los restos del último Guanarteme y rey de Gáldar, D. Fernando Guanarteme, como podemos ver igualmente en su fachada.91

Con fecha 19 de mayo de 1918 (f. 98) Manuel de Ossuna y Van Den Heede, hace una propuesta a la directiva de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife para colocar una lápida conmemorativa en la ermita de San

90 Dicha placa la podemos ver en la fachada de dicha ermita.

91 Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Laguna, libro cuarto de actas, con fechas: 6 de mayo de 1923 y 1 de Julio de 1923, pp. 151-153

Cristóbal, recordando que en ella se encuentra enterrado el último rey aborigen de Gáldar.

El 16 de junio de 1918 (f. 98) se toma el acuerdo de nombrar una comisión formada por Manuel de Ossuna y Van den Heede, Mateo Alonso del Castillo y Tomás Tabares de Nava, para realizar un informe sobre la vida de Fernando Guanarteme.

Pasaron los años y no es hasta el 10 de Agosto de 1921 (f. 133) donde se toma la decisión de solicitar a Rodríguez Moure un informe sobre la vida y hazañas de Fernando Guanarteme.

El 25 de Julio de 1922 (f. 144) se facilita a Rodríguez Moure un retrato que según parece posee esta sociedad, para incluirlo en una obra que está escribiendo sobre Fernando Guanarteme, (RODRIGUEZ MOURE J. Tenesor Semidan, o Don Fernando Guanarteme, 1922, Imprenta y librería de M. Curbelo, La Laguna.) probablemente aprovechando el trabajo que se le encargó.

El 6 de Mayo de 1923 (f. 151) en junta se trata el asunto de resolver la colocación de la lápida solicitada por el difunto Sr. Ossuna y se acuerda nombrar una comisión al efecto, formada por: D. Mateo Alonso del Castillo, D. Isaac Cabrera Díaz y D. Dacio Dárias Padrón.

Con fecha 1 de Julio de 1923 (f. 153) bajo el director D. Juan Ascanio y Nieves se toma el siguiente acuerdo:

Habiendo sido ultimado por la comisión nombrada al efecto la fórmula de inscripción de la lápida conmemorativa que ha de ser colocada en el frontis de la histórica ermita de San Cristóbal de esta ciudad, para recordar en el futuro que en dicha capilla se inhumaron los restos mortales del Rey aborigen de Gáldar (Canaria), Don Fernando Guanarteme, uno de los conquistadores, además, de esta isla, se acordó aceptar en todas sus partes la ponencia de la citada comisión compuesta por los señores: D. Mateo Alonso del Castillo, D. Isaac Cabrera Díaz y el vicesecretario autorizante, dándole un voto de gracia y ampliarles la comisión para ultimar los detalles de encargo de la lápida, colocación en su día de la misma y solicitar la autorización conveniente de las autoridades jurisdiccionales, cuyo cometido fue verbalmente aceptado por los interesados.

El Vicesecretario

Fdo. Dacio Dárias Padrón.

 

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