Nombre: Melián de Órzola
Lugar de nacimiento: La Axarquía, Málaga, España
Residencia actual: Almadén de la Plata, Sevilla, España
Miembro desde: 05/02/2024


Poemas incluidos en esta página:        
                 

1.       BREVÍSIMA CANCIONELA AL CANTOR

2.       LA HERIDA CLARA

3.       MEDITACIÓN EN MAZMÚLLAR

4.       SUEÑOS DE LA ALMIJARA

5.       LAS USADAS

6.       PROVERBIO DE LA ALGARROBA

7.       SI ALCANZARA A DETENER EL TIEMPO

8.       QUISIERA QUE LLEGARA SIEMPRE DÓCIL

9.       

10.    

 

 

 
 

BREVÍSIMA CANCIONELA AL CANTOR

 

…desprendiéndose suave,

como los aires, terco.

 

Inocente en su álabe,

¿quién, arrullado y clueco,

permanece, azabache,

pardo y dorado, ebrio

bajo un sol de jarabe

altivo? Casi quieto,

casi adorno del álabe,

casi arrullo del viento.

 

 

(Del libro «Animal de mediodía»)

 

 

LA HERIDA CLARA

 

¡No mires, mejor vete!

Escuece la herida clara.

 

¡No mires, mejor vete!

Sangre oscura derrama.

 

¡No mires, mejor vete!

La dulce vida se para.

 

¡No mires, mejor vete!

Nace el frío y desgaja.

 

¡No mires, mejor vete!

La carne tibia brama.

 

¡No mires, mejor vete!

Yace bajo la luna baja.

 

¡No mires, mejor vete!

La dulce muerte separa.

 

¡No mires, mejor vete!

Sangre oscura derrama.

 

¡No mires, mejor vete!

Escuece la herida clara.

 

 

(Del libro «Animal de mediodía»)

 

 

MEDITACIÓN EN MAZMÚLLAR

 

estas lomas torcaces hombros desnudos

donde pacen los días y roznan

piedras como chuscos

o tiempo nube tardía sombra

cachorro hambriento y mudo

frente por frente hecho una torva

cae no sigue su curso

todo lo asalta todo lo colma

nada jamás sin embargo lo detuvo

la duda es una alondra

acequia seca alferecía muro

los días tropiezan en tromba

tanto sucede tanto pronuncio

sólo a solas la soledad asola

y sin embargo aquí aún te intuyo

braciabierto encorvado ausente

mudo como viejos muslos

criatura sin destino ni casta

cerrado vientre surco

o habitado contorno que se vence

ante esta cordillera descalza

sin cautela permanece

como un dios sin rumbo

sin sombra sin esperanza

y sea la vida quien al tiempo reste

como la yerba última de las entrañas

nuestro dolor es dulce amanece

una alondra desollada

este corazón este

silencio que siempre me arrastra

la almagra nocturna yende

y colma lazos de amapolas nada

el hueso florece

la muerte verdad extraña…

 

 

(Del libro «Sombra Injerto Himno»)

 

 

 

 

SUEÑOS DE LA ALMIJARA

 

tread softly because you tread on my dreams

— William Butler Yeats

 

II

 

Entre ronda y ronda,

ronda pardo y canela,

muda el oro y el zaino

buscando la tibieza.

 

De hito en hito, todo ojos,

tranquilo y mirada espesa.

 

¡Prisionero en su cumbre!

¡Prisionero en su cabeza!

 

Harto de sol, el bronce

teme por su presencia;

preso donde no crece

la maleza. Recuerda

 

cómo mes a mes brota

y trisca un dolor sin tregua.

 

Animal de otro tiempo,

decoración de la piedra.

 

 

(Del libro «Animal de mediodía»)

 

 

 

 

LAS USADAS

 

a la patria que habito y me ciñe

 

Oscura, no caída,

entre ábregos acorde;

mientras pace entre prunas,

se anhela sobre cumbres.

Y cuando bieldan a zocas la parva,

y su caricia doma

el lloro de la cepa,

se precipita al aire

y en el aire mismo se trenza.

Se afrenta a los ciscos

donde cernada queda

y entre mieles y pámpanos

la luz se deshace como la cera;

un celemín de grano,

molido como una alheña,

a pulzas y zaritas

busca barro y albenda.

Resuena en sus lindes

baja por el azarbe y enhebra

la garganta del búcaro

con el remanso y la trasiega

¡vientre de níspero, corral del agua!

Cuando el tanino curte la ternera,

entre manos cautiva

y de cordeles presa,

amaranto y bermejo

con encendido envero nos gobiernan:

hacen del amo, siervo;

en alcatifa y a espuertas

les bautiza su almizcle

como la lluvia bautiza el alféizar.

 

 

(Del libro «Animal de mediodía»)

 

 

PROVERBIO DE LA ALGARROBA

 

ἐκ τοῦ καρποῦ τὸ δένδρον γιγνώσκω  (Por el fruto se conoce el árbol)

 

Medra en los dorsos del alarde:

mastica el tiempo, y el polvo, y calla.

No se alcorza de arrope

ni el mismo luto lo acicala;

nadie lo ciñe ni lo cerca,

nadie ordeña su rama

de olvidada flor masculina

que brota sobre los troncos y estalla.

No colmará lebrillo ni alacena;

otorga sombra, y hambre apelmazada.

 

Como aquel himno; como aquella sombra

de broza y yesca, sola y monda, marca

secas albarizas, filos agraces

de cardos ocres y borrajas zarcas.

Indócil, se amamanta del olvido;

su carne no conoce la tarama;

ni sacia al macho pardo

que ronda como luz descontrolada.

 

Sin reblar, sin ceder al desaliento,

sus álabes oscuros se azarandan

con perfume bravío y piel de acerbo.

 

Y como quién hoza materia parva

y halla el sabor perdido de otro tiempo;

espera un tierno septiembre que tarda

donde habitan pájaros ciegos.

 

 

(Del libro «Sombra Injerto Himno»)

 

 

 

SI ALCANZARA A DETENER EL TIEMPO

 

Si alcanzara a detener el tiempo

a los pies de su figura descalza

como el levante detiene el vuelo

de la gaviota, su sombra y su ala.

 

Si alcanzara a detener su vuelo:

amainar su fuerza, hasta dejarla

como un cuerpo tendido; en suspenso

de sí mismo, en su propia luz clara.

 

 

(Del libro inédito «Cuartetos de Paomé»)

 

 

 

QUISIERA QUE LLEGARA SIEMPRE DÓCIL

 

Quisiera que llegara siempre dócil,

ternura en ristre, dulce, sin recelo;

abriéndose en caricias, no desnuda

como la sangre mansa o como el tiempo…

 

Quisiera que llegara siempre dócil,

tranquila, a ras de calma, y sin miedo;

hasta que su presencia me deshaga

suave, como se deshacen los sueños.

 

 

(Del libro inédito «Cuartetos de Paomé»)

 


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