Si alguien tenía fé, valor, compañerismo y dedicación. Estos eran los espartanos; ejemplo que tendríamos que seguir, recordar y continuar su valentía.

HISTORIA DE ESPARTA

Los espartanos eran un pueblo nacido por y para la guerra, practicaban la eugenesia y nada más al nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos en el Pórtico, para determinar si era hermoso y bien formado; de no ser así se le consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad. En consecuencia, se le conducía hacia el Apótetas, lugar de abandono, al pie del monte Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco, los que pasaban la prueba se les asignaba uno de los 9.000 lotes de tierra disponibles para los ciudadanos y lo confiaban a su familia para que lo criara, siempre con miras a endurecerlo y prepararlo para su futura vida de soldado. En pocas palabras efectuaban una selección natural lo que produjo que el soldado espartano fuese una máquina de matar casi perfecta.

LA BATALLA

El ejército griego estaba conformado por 300 hoplitas espartanos( a los que hay que sumar otros 600 ilotas, pues cada espartano llevaba dos ciervos a su servicio), 500 de Tegea, otros 500 de Mantinea, 120 de Orcómeno y 1.000 hoplitas del resto de Arcadia: 400 de Corinto, 200 de Fliunte, 80 de Micenas, 700 tespios y 400 tebanos, además de 1.000 focenses y todos los locrosy usaban la formación de la falange.Una sección del ejército persa muy temida eran los arqueros y cuando se le dijo a Leónidas que sus flechas cubrirían el sol y transformaron el día en noche este respondió: mejor, lucharemos en la sombra. Cuando comenzó la batalla, fila tras fila los persas se estrellaron contra las lanzas y escudos espartanos sin que éstos cedieran un centímetro. De esta forma, a pesar de la grave desventaja númerica, Leónidas y sus hombres se opusieron a las oleadas de soldados enemigos con un número mínimo de bajas, mientras que las pérdidas de Jerjes--aunque minúsculas en proporción a sus fuerzas-- supusieron un duro golpe para la moral de sus tropas. La lucha se había prolongado varios días y Jerjes decidió mandar a sus 10 mil inmortales pensando que estos pondrían punto final a la batalla, cuentan que los inmortales lucharon como nunca lo habían hecho; pero poco pudieron hacer en contra de los escudos y lanzas de la falange y fueron derrotados. Con esto la moral del ejército persa estaba por los suelos y justo cuando estaba a punto de dar media vuelta y largarse apareció de entre los griegos un traidor: Efialtes, el cual ya cambio de una recompensa les indicó a los persas un camino entre las montañas por el cual podrían llegar por la retaguardia a los hombres de Leónidas. Cuando Leónidas se da cuenta de que serán atacados por dos frentes a la vez, sabe que todo esta perdido y ordena la retirada de sus hombres a Atenas y que iniciaran la evaluación de la ciudad. Solo quedaron con él los 300 soldados de su guardia y mil griegos leales(los tespios y los de Tebas) y tal fue el ímpetu con el que los espartanos lucharon que Jerjes decidió abatirlos de lejos con sus arqueros para no seguir perdiendo hombres. Leónidas fue alcanzado por una flecha y los últimos espartanos murieron intentando recuperar su cuerpo para que no cayera en manos enemigas, los persas habían obtenido la victoria;
pero los griegos la gloria.