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Antiguas tradiciones dieciocheras
Antiguamente esperabamos con ansias esa fecha, recuerdo que los vecinos se preocupaban de pintar las fachadas de sus casas. La mayoría estaban abanderadas y cada uno se preocupaba de la vestimenta” Era todo un acontecimiento que los vecinos preparaban con bastante anterioridad donde por supuesto el punto de encuentro se centraba en las tradicionales ramadas. Quisas uds recuerdan la inaguracion del 18, el chocolate caliente que nos brindaba la junta de vecinos y junto acompañaba una bolsita con fruta y pastelitos, bellos recuerdos. Las familias completas iban a ver las ramadas, ya que eran tranquilas y no peligrosas como ahora. Recuerdo las peleas de gallos, el palo encebado, el trompo y solo se escuchaba la musica chilena, la infaltable "Consentida"
RAICES
La música folklórica está ligada, sin duda, al alma de nuestro pueblo, y cuya principal representante es, sin lugar a dudas la gran Violeta Parra. Nuestro folklore es lo que nos identifica, lo que nos caracteriza ante otras naciones, y por lo cual debemos sentirnos orgullosos. Cuando nos visita un turista extranjero lo primero que investiga, al pretender penetrar en nuestra cultura, tiene relación directa con nuestro folklore.
Aro aro
Tradicionalmente, la cueca es acompañada por guitarras y arpas, aunque en algunas regiones del país se utilizan otros instrumentos, como las bandas de bronces o de zampoñas, como ocurre en el norte de Chile. En otras zonas la cueca se acompaña, además de la guitarra, con piano, acordeón, pandero, tormento y diversos instrumentos de percusión.
Pero, eso sí, lo que resulta infaltable es el acompañamiento de las palmas, golpeadas rítmicamente, con el fin de estimular a los bailarines. Y claro que también están las frases graciosas, como "no los mojen", "voy a ella", o simplemente el socorrido "aro, aro"...
Durante este período, los chilenos honran su cocina preparando y disfrutando de algunos de sus platos típicos: empanadas, anticuchos y asado, acompañado con chicha de manzana o uva, vino tinto y pisco, y de postre, alfajores chilenos entre otras cosas. |
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Escumbrar volantines Con la llegada de la primavera nuestros cielos le dan la bienvenida a la llegada de miles de volantines de distintos colores, formas y tamaños que inician su temporada de juego. Septiembre es el mes ideal para encumbrar a estos personajes de papel, pues el viento de primavera es el óptimo para dar vida a las piruetas y danzas aéreas. El origen del volantín es muy antiguo, se remonta a China en el año 200 A.C., y su difusión fue tan popular en Oriente que el calendario chino le dedicó el noveno mes del año. En Europa, empezó a hacerse conocido en el siglo XVII y su aparición en Chile data de mediados del iglo XVIII. Su llegada conquistó a tantos seguidores, que se convirtió en el protagonista de muchas fiestas, juegos, competencias, reuniones y jaranas criollas. Con los años, se prohibió el uso del hilo curado y los volantines se dedicaron a cubrir los cielos con fines lúdicos y no competitivos, estando en manos principalmente de los niños. Actualmente, el volantín ha experimentado las innovaciones de la modernidad, ya que sus variedades se presentan en papel, plástico y con sofisticados sistemas de manejo que posibilitan dirigirlo con dos manos.
El Emboque: es un clásico juego infantil criollo. Muchas horas habrán pasado los niños y jóvenes chilenos tratando de meter un palito al orificio del cuerpo de madera con forma de campana que corresponde al emboque. Para este juego la paciencia y la perseverancia, además del buen pulso, son requisitos fundamentales.
¿Cómo se juega? Con una mano se sostiene el palito del que por un cordón cuelga boca abajo el emboque. Luego se debe alzar el cuerpo de madera al aire y tratar de insertar el palito. Gana quien logra mayor cantidad de emboques seguidos. Existen diferentes maneras de embocar y se reconocen con los siguientes nombres: simple, doble, vertical, mariquita, puñalada, purtiña o dominio del revés. Es un pasatiempo típico en la vida de los campesinos y entretiene tanto a chicos como a grandes. Las Peleas de Gallos:
Chile colonial las luchas de gallos fueron las protagonistas de muchos espectáculos que atrajeron la presencia, entretención y las apuestas de muchos campesinos. Actualmente están prohibidas porque se trata de un espectáculo sangriento cuyo objetivo es que uno de los gallos le dé muerte a su competidor. Sin embargo, pese a la oposición de muchos, las peleas de gallos aún se pueden ver en algunas localidades, donde se revive la popularidad que las caracterizó en otros tiempos. Además de los apelativos propios al espectáculo surgieron muchos refranes que se usan en la vida cotidiana. Como por ejemplo, "En la cancha se ven los gallos", "Engallarse", "Ser muy gallo", "en menos que canta un gallo", Entre gallos y medianoche", "Otro gallo nos cantaría", entre otras.
El Palo Ensebado:
Junto con los volantines y las carreras a la chilena, el palo ensebado es un típico juego criollo que se realiza durante las celebraciones de Fiestas Patrias. Aunque es un pasatiempo que se originó en la ciudad italiana de Nápoles en el siglo XVI, es una costumbre que está muy arraigada en nuestras latitudes y en nuestras festividades. En esta competencia puede participar cualquier macho que tenga ganas de trepar una vara de alrededor de 5 metros de alto hasta su cima, donde podrá recoger el premio que allí lo espera. El problema es que la vara está embetunada con grasa para dificultar su ascenso. Así, el palo está absolutamente resbaladizo y hay que desplegar mucha fuerza para poder mantenerse y trepar por él.
El Trompo:
El trompo es un juguete de madera con púa de metal y desde esta punta se enrolla una lienza o cuerda. Después de haber enrollado todo el hilo, el trompo es lanzado con fuerza y técnica para hacerlo girar y girar. Mientras gira los competidores pueden hacer una serie de trucos. Tradicionalmente los trompos eran hechos por artesanos y construidos con madera de espino. Se buscaba la madera más resistente para las duras pruebas a las que era expuesto este juguete. Hoy la elaboración se ha industrializado y las maderas son más bien blandas, incapaces de durar en el "quiño", prueba que cosiste en "herir" al trompo perdedor con la púa.
La Rayuela o El Tejo:
La rayuela es un juego de adultos, tradicional en nuestro país. Consiste en lanzar tejos circulares y metálicos hacia una raya trazada con tiza en el suelo o hacia una lienza colocada a lo ancho del extremo de la cancha. La cancha debe prepararse especialmente. Un rectángulo de barro es la zona de juego. Este debe medir alrededor de 90 cms. de ancho por 50 cms. de largo. Los bordes se marcan con maderos y antes de cada juego se verifica que el terreno esté lo suficientemente plano y húmedo como para dar buena acogida a los tejos. Previo al tiro, los jugadores toman una distancia de entre 18 y 25 pasos y luego lanzan los tejos tratando de que caigan en la mejor ubicación posible. Se participa en forma individual, de a parejas o se arman equipos. Tanto arraigó en las costumbres populares, que llegó hasta nuestros días, sobretodo en campos y aldeas, sin dejar de lado los pueblos y las grandes ciudades, donde se han creado los "Clubes de Rayuela".
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El Volantin
El Emboque
Las Peleas de Gallos
El Palo Encebado
El Trompo
La Rayuela
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