La comparsa de Estudiantes dio en el año 2012 un giro brusco a su larga tradición de inmovilismo en cuanto a la uniformidad, tanto en la indumentaria como en la forma y planteamiento a la hora de desfilar. Un grupo de jóvenes Estudiantes planteó la “osadía” de introducir unos cambios bastante importantes en la idiosincrasia de la Comparsa. Cabe destacar que ya había habido un par de intentos conocidos (y otros tantos silenciados) de crear escuadras especiales como fueron el de los “Estudiantes del Cabezo Redondo” a finales de los 50 y principios de los 60, o la “Escuadra Cervantina” en 1967. A raíz de esta última se incluyó en los Estatutos la prohibición explícita de las escuadras especiales en la comparsa. En el 2019 se planteó una modificación de los mismos para eliminar dicha prohibición, que por ahora no ha fructificado pero que ha dejado muy viva esta corriente. Otra cosa eran los boatos, conociéndose uno que fue el que se sacó durante la celebración del 150º Aniversario. En los Estatutos no se prohibían pero se limitaba su participación. Estos debían estar compuestos por entre 60 y 110 socios, tener cabo, variaciones en el traje y hacer alegoría a algún hecho. Y los componentes del bloque Miguel de Cervantes se adaptaron a estos y lo consiguieron. El 6 de septiembre del 2012 desfilaron por primera vez como “boato”, porque así les obligaba a denominarse por parte de la Junta Central, y nacía una nueva tendencia que continúa a día hoy. Lo que el bloque “Miguel de Cervantes” presenta en las Cabalgatas en las que participa siempre tiene una base histórica y pretende adaptar hechos históricos y/o expresiones artísticas a los Estudiantes, tanto al uniforme como a su motivación y presencia en el contexto de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villena.
Pero los inicios nunca fueron fáciles y la iniciativa no cuajó de un año para otro. Todo surgió en el seno de la peña “Caballeros de la Triste Figura” siendo Paco Cherro Prieto cabeza visible del proyecto. Bajo la presidencia de Roberto Esquembre se comentó la idea a varias peñas, decidiéndose convocar una reunión con la Directiva pues estaban interesados en escuchar la propuesta. Al final no se produjo dicha reunión quedando así la primera intentona. En el año 2011, después de Fiestas, Paco Cherro recibió una llamada de Juanma Soler explicándole el interés en retomar el asunto por parte de la Directiva. Se convocó una reunión informal entre los promotores de la idea con el propio Juanma Soler y Fernando García-Forte, a los que se les presentó el proyecto de boato. Se les indicó que contaban con el apoyo de las peñas “Gloria Fuertes”, “1º de ESO”, “1980”, “La Cucaracha”, “La Vara”, “No Cavilas”, “La Tuna”, “Caballeros de la Triste Figura” y “Caballo de Troya”, las cuales se fueron uniendo al proyecto conforme se les iba presentando. Ante la buena predisposición del Presidente se invitó a los representantes del bloque a una reunión con la Junta Directiva para exponer de forma oficial el proyecto del boato, pues la mayoría de los componentes de esta no conocían ni tan siquiera la existencia del mismo. A finales de Octubre en la sala de juntas la Directiva escuchó la propuesta de Paco Cherro, Rafael Barrachina, Juan Antonio Peregrín, David Esteve y Paco Iniesta, quienes acudieron con un dossier de lo que se quería representar y dejaron muy claro que a la comparsa no les costaría ni un solo euro, pues lo financiaba todo los propios componentes. El debate que se generó en el seno de la Junta Directiva una vez se quedaron solos fue tal que a la hora de votar si se aprobaba o no el proyecto el resultado fue favorable por un escaso margen.
Juanma Soler se encargó de tramitar todo lo relacionado con la Junta Central, que lo aprobó, y como se cumplía lo que los Estatutos decían el proyecto se presentó en la Junta General Ordinaria celebrada el 26 de noviembre de 2011 sin ninguna objeción por parte de los asistentes. Durante el año 2012 mientras se preparaba todo siempre se contó con el apoyo total de la Junta Directiva y por el propio Presidente especialmente cuando surgieron algunos inconvenientes. Con todo se llegó a la Junta General de1 17 de agosto donde se destapó la caja de truenos. Después de dar a conocer todo lo relacionado con el programa de Fiestas algunos socios pidieron explicaciones sobre el boato del día 6. El Presidente les aclara un grupo de socios presentó un proyecto de boato para desfilar el día 6 siguiendo las directrices que marcaba el Reglamento en tiempo y forma antes de su modificación en el mes de junio. El proyecto se presentó en Noviembre en la Junta General y nadie pone objeción alguna. Puntualiza que es para este año y si se presentara otro proyecto se debería aprobar en Junta General con el nuevo Reglamento. Aun así algún socio dijo que debía haberse aprobado en Junta por que incumplía los Estatutos, teniendo que leer el Presidente lo que decían los Estatutos antes y después de su modificación. Continuaron con las intervenciones como la de Pedro Ruescas Milán quien dijo que la modificación del uniforme vulneraba los Estatutos por lo que debería presentarse a la General y que salieran el año siguiente si se aprobaba; o la de Santiago Moreno diciendo que si el compromiso adquirido era tal que no podía echarse para atrás. Se les insiste que estos socios han cumplido las normas y que llevan trabajando todo el año, poniendo de su dinero. Paco Cherro Prieto interviene para explicar que el proyecto lleva desarrollándose varios años y que se presentó siguiendo las normas, aunque se respetaba a aquellos que no les gustara que se hiciera algo distinto. Que todo el trabajo se hizo con todo el cariño por y para la comparsa, que la variación del traje era mínima (se cambio el color de las medias, blancas, se quitaron los cordones de la guerrera y se salió con un casco español y lanzas de 3 metros).
Unos días después, el 22 de Agosto concretamente, aparecía en El Periódico de Villena un artículo de opinión titulado “Las señas de identidad” y firmado por Bernabé Ruiz como ex-presidente de la comparsa de Estudiantes (y no como componente de la peña “La Golica”, la que más impedimentos y protestas profesó en contra del boato), en el que criticaba duramente la decisión de permitir sacar un boato en el que se modificase la uniformidad. En uno de sus párrafos dejó esta perla: “Mi Comparsa de Estudiantes, se va a liquidar sus señas de identidad. En la vorágine de cambios y reformas en que hemos entrado; y en base a no sé qué autorización de Junta General, en ruegos y pregunta se permite que lo que hasta ahora era nuestra seña de identidad, algunos se la pasen por debajo del forro”. No cabe duda de la repercusión de sus acusaciones pues recibió multitud de comentarios en contra no solo de los componentes del boato sino también de muchos socios a los, por cierto, no contestó. A pesar de todo ese ambiente se continuó con el proyecto realizando un par de ensayos en la Troya y pruebas con el traje (siendo el maniquí y modelo Paco Iniesta “Chaparro”. El día 6 se reunió todo el bloque para cenar en la Troyica y este hecho se ha convertido ya en tradición pues todos los años, independientemente que saliera o no el boato, se cena todos juntos. Para el desfile se le propuso a Miguel V. Navarro “el Tito” ser el cabo, el cual aceptó pues como socio de la comparsa le encantó la idea y no dudo en participar. El día del desfile su indumentaria era un gorro de fieltro de ala ancha y una faja roja. A los músicos se les suministró chilabas negras y el bloque lo abriría un estandarte con el logo del grupo, donado por la peña “Caballeros de la Triste Figura”.
La idea inicial era salir cada dos años pero una vez finalizadas las Fiestas se pensó que para no parar el impulso que se había tomado se repetiría la experiencia en el 2013 siempre que no saliera otro grupo. En un almuerzo en la Troya se presentaron las dos ideas que se tenían. La principal era más radical, salir con camisa blanca y cartucheras, y una más liviana por si la Directiva no daba su permiso para aquella. Se presentó el boceto a la nueva Directiva presidida por Jorge Hernández Azorín que eligieron la segunda opción, la del capotillo blanco. Con los nuevos Estatutos y Reglamento de Régimen interno se debía presentar en Junta General para su aprobación y así se hizo el 23 de febrero de 2013. En el punto tercero del orden del día debía aprobarse, si procedía, la propuesta de boato del bloque “Miguel de Cervantes” para las Fiestas del 2013. Al llegar a ese momento se presentó un vídeo donde se explicaba el proyecto de boato. El Presidente felicita por la presentación y dice que la propuesta vulneraba ciertos artículos de los Estatutos y Reglamento, por lo que no podía someterse a votación en Junta Ordinaria aunque eso no significaba una negativa al proyecto, pero que desde la Directiva se pensaba que para evitar posibles impugnaciones las cosas había que hacerlas bien debiéndose presentar y votar en una Junta Extraordinaria que convocaría, en este caso, la propia Junta Directiva. Dados los antecedentes de este nuevo Presidente en cuanto a su posición con el boato (quedó manifiesta su opinión en la Junta de Agosto del 2012) hizo pensar a la mayoría del grupo que se trataba de una “mala treta” para tirar para atrás el proyecto pues se le achacó que retirar un punto del orden del día en la misma Junta no era legal y que tenía que someterse a votación. Él reconoció en todo momento el error de poner ese punto del orden del día y no haberlo retirado en forma y tiempo. Paco Cherro Prieto entendiendo la postura de Jorge Hernández le indica que debería haberlo comunicado antes y que tuviera en cuenta a la hora de convocar la nueva Junta General Extraordinaria que había unos plazos para presentar a la Junta Central el proyecto, por lo que le pedía que fuese lo más pronto posible. Algunos socios contrarios al tema del boato apoyaron la decisión de la Directiva con alusiones a la RAE en cuanto a las definiciones de lo que era una excepcionalidad y un boato (nombre este último impuesto por la reglamentación de la junta Central de Fiestas). Ante la sensación de que los organizadores estaban haciendo algo “malo” que atentaba contra la comparsa el Presidente indicó que eso no era así, que no se negaban en ningún momento al boato por lo que puso fecha a una Junta Extraordinaria para votar este asunto, el 23 de marzo. Después de la Junta hubo una reunión informal entre algunos Directivos y la cúpula (como se conoce a la “directiva” del bloque, por llamarlos de alguna manera) para aclarar posturas y quitarle tensión al asunto, como así ocurrió. Un mes después se celebraba en el CAMV la junta General Extraordinaria donde se volvió a visionar el vídeo con el proyecto y se procedió a la votación como marcaban los Estatutos. La presencia de más del 60% de los componentes del bloque hizo que algunos socios abandonaran la sala antes de tiempo al ver que su voto en contra no iba a tener ningún valor, pues se obtuvieron 71 votos a favor y 6 en contra, aprobándose el boato.
En la Cabalgata del 2013 se representó “Los 100 Continuos de Felipe III”, personificando un cuadro de autor desconocido de 1619 en el que se observa en la Plaza Mayor de Madrid a la guardia personal del monarca detrás de este, la cual presenta una vestimenta muy parecida a la de los Estudiantes con un capotillo amarillo (que los primeros años era blanco) y portando al hombro una lanza corta o “archa”. Así se desfiló la noche del día 6 con Rafael Barrachina de cabo y con la Sociedad Instructiva Unión Musical de Xeresa interpretando la marcha “La Rosa i el Drac” de Francisco Valor Llorens.
Durante el resto de la presidencia de Jorge Hernández Azorín no hubo ningún problema, todo lo contrario, siempre estuvo a disposición del grupo y ayudando en todo lo que se le pedía. Además comenzó a acudir a los almuerzos que se preparaban atendiendo a las invitaciones del grupo, lo cual siempre se le agradeció. En las Juntas en las que se presentaba el proyecto, a partir de entonces, no hubo ningún problema aprobándose siempre por unanimidad.
En el año 2015 tras varias propuestas se optó por escenificar finalmente “El caballero de Olmedo” basada en la obra del mismo título de Lope de Vega. Ese año participó un grupo de mujeres, socias de la comparsa, abriendo el bloque como monjas que llevaban a Dña. Inés al convento. Cabe destacar el trabajo que realizaron pues se elaboraron ellas mismas sus trajes desde mediados de agosto. Detrás de ellas se interpretó la muerte del Caballero por parte de tres espadachines, recitando la historia al público un Narrador. Se sacó un sombrero de ala ancha, un florete como arma, guantes negros y la capa vuelta. Como cabo actúo de nuevo Rafael Barrachina y se repitió con la Sociedad Instructiva Unión Musical de Xeresa quienes junto a unos dolçainers de la Colla del Terrós interpretaron la marcha “Xamarcai” de Francisco Valor Llorens.
El siguiente boato se basó en hechos ocurridos en Villena. En el 2017 se representó un “Auto de Fe” como los que realizaba la Santa Inquisición. La idea nació a partir de una película dirigida por José Mª Forqué titulada “El segundo poder (El hombre de la cruz verde)”, pues en ella se puede observar indumentaria muy similar a la de la comparsa de Estudiantes. Además se va a relacionar con la colgadura a finales del siglo XVI de 13 “sambenitos” en la Iglesia de Santiago debido a las amonestaciones que recibió la ciudad por parte del Tribunal del Santo Oficio de Murcia. Los componentes del bloque salieron con antorchas de 2 metros de altura, una camisa blanca y una capa con capucha que ocultaba la cara, representando a los Familiares del Santo Oficio, los informadores o “chivatos” de la época. El cabo fue Pascual Hernández y se desfiló con “La Marcha de los Caballeros” de Francisco Serra, socio de la comparsa y componente del bloque Miguel de Cervantes.
Con el cambio de Directiva en el 2018 se perdió la buena sintonía que se había obtenido con las anteriores. No hubo problema alguno en la propuesta y posterior aprobación del proyecto pero la Junta presidida por Juan Ángel Rodríguez Cuchillo no dio tantas facilidades como, por ejemplo, la cesión de Troya o Troyica para las reuniones y/o ensayos del grupo. A pesar de ello han contado con el bloque para participar en los actos del 175º Aniversario y ellos agradecidos pues han creado este proyecto para y por la comparsa. En el año 2019 se representó el alarde militar que tuvo lugar en Villena en 1582. José Mª Soler García publicó en la revista Villena de 1959 el artículo “Villena en tiempos de Felipe II”, en el cual hablaba, entre otros asuntos propios de aquella época, del alarde militar que se celebró el 5 de marzo de 1582 en nuestra ciudad. Los 110 componentes del bloque participaron combinando atuendos distintos representando los diferentes ciudadanos con sus diferentes ocupaciones y armas que se figuran en un listado existente en el Archivo Municipal. Para aquella Cabalgata se desfiló con el Asociación Musical Adelum de Villena que solo portaron percusión, flautas y flautines interpretando “1582”, creada para aquel desfile por Francisco Serra.
En el año 2023, tras no salir en 2021 por la pandemia de Covid-19 que provocó la suspensión de las Fiestas de Moros y Cristianos por segundo año consecutivo, el Bloque "Miguel de Cervantes" presentó una recreación histórica con la que se pretendía realizar un homenaje a los Estudiantes de finales del siglo XIX. El programa de Fiestas de 1889, hace referencia a la presencia de Escuadras de Gastadores de todas las comparsas. De las existentes en el siglo XIX, actualmente desfilan en nuestras Fiestas los Moros Viejos, Moros Nuevos, Marruecos, Cristianos y Estudiantes. Las tres primeras mantienen dichas escuadras, los Cristianos las tuvieron hasta la modificación de su uniforme en 1964 y ¿los Estudiantes? Si las cuatro anteriores las tienen o las tuvieron, y el programa de Fiestas habla de TODAS las comparsas, los Estudiantes tuvieron que tener en algún momento su propia Escuadra de Gastadores. Se recreó, pues, un bloque de Gastadores como los de antaño, pero adaptados al uniforme actual. El bloque utilizó el traje oficial sin la capa, que se llevaría “simbólicamente” enrollada sobre una mochila, como arma un fusil tipo Mauser de atrezo y el gorro de campaña, dándole a éste una importancia que a día de hoy no la tiene en la comparsa y la cual se le debe dar dado que fuimos la primera en Villena en portarlo. Como música, y dado el origen militar de este tipo de representación, se escucharon unas marchas militares, dándole un punto original y atractivo al público.