Hoy, los diseñadores de Mazda vuelven a buscar la inspiración fuera del mundo de la automoción, ampliando sus horizontes a la naturaleza en general y a la cultura tradicional japonesa. Y, al parecer, lo hacen con mayor éxito que en la época del bio-design.
Primero fue el Nagare del pasado Salón de Los Ángeles (ver pág. 58 de este mismo número) y ahora le ha tocado al Ryuga expresar, de manera aún más clara, los futuros diseños de Mazda.
Según Yasushi Nakamuta, responsable del diseño del Ryuga, las superficies del coche se inspiran en los karesansui (los jardines secos japoneses). El flujo del viento y del agua representados en los karesansui se traduce en el Ryuga en una carrocería fluida con unas ligeras líneas laterales que expresan “la simplicidad y el refinamiento”.
Del mismo modo, la forma de los faros recuerda “la gota de agua del rocío que cae del bambú”, según el dossier de prensa... Será cierto, o no. Será rebuscado, o no, pero la cuestión es que funciona. Y no me refiero sólo a los faros que usan LEDs y tubos fluorescentes específicos que hacen posible que, en un futuro cercano, un Mazda de serie lleve unos faros tan impactantes. Me refiero al concepto en general.
El coche es bello, elegante, esbelto y parece dispuesto a alcanzar altas velocidades. Y además ofrece una gran habitabilidad para sus dimensiones. Es más bajo y corto que un RX-8, pero ofrece una buena habitabilidad (similar al RX-8) gracias a una batalla de 2,80 metros.
Si bien el Nagare era una maqueta, el Ryuga es funcional, es un tracción delantera. Lo anima una evolución del motor 2,3 litros turbo de los Mazda 3 y 6 MPS asociado a una caja de cambios automática de seis relaciones. Aquí la cilindrada pasa a 2,5 litros y el carburante es ahora el E85 (o bio-etanol).
Estemodelo conceptual parte de la idea de "la emoción en movimiento" empleada por el Nagare, y deja apreciar a lo largo de su carrocería la fluidez a la que alude su nombre en japonés. Las líneas ascendentes de las puertas, por ejemplo, están inspiradas por las ondulaciones que presenta la grava de los jardines secos japoneses, mientras que las llantas, igualmente, cuentan con unos radios que giran conforme se acercan al centro, como si la fuerza transmitida a las ruedas los hubiera doblado. Por último, el color del Ryuga intenta evocar el de la lava, con unos tonos que van del amarillo al azul y el rojo dependiendo de cómo incida la luz. Hasta ahora, el Ryuga es uno de los conceptos más bonitos que se han presentado en Detroit.
El interior del Ryuga en particular es auténtico arte. El tablero estádominado por metal y cuero, creando un fuerte contraste visual. Nos gusta en especial el juego de relojes "flotantes" y su volante abierto, así como la consola, integrada de forma que parece atravesar el túnel central. Al igual que el RX-8 de producción, el Ryuga tiene espacio para cuatro personas, con dos plazas traseras hábiles gracias al uso de un cómodo banco trasero. Los pasajeros acceden al interior levantando dos gigantescas puertas de alas de gaviota que deben emplear unos amortiguadores bien grandes evitar que caigan con todo su peso.
Fuente: https://www.revistaautopasion.com/mazda-ryuga_id12552/mazda-ryuga_id413580