Brenda |
La Vitamina D |
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Mi última esperanza la tenía puesta en la Seguridad Social. Pues que iluso – pensarán algunos-. Rebusqué entre todos los cajones. En casa, en la oficina… ¡Dónde estará la maldita tarjetita! Toda la vida cotizando y no la he utilizado nunca. Al fin apareció en el archivador de los papeles importantes. Siempre se me olvida mirar allí. ¡ Que nervios! En la parte posterior figura que el médico que tengo asignado se llama Brenda y que pasa consulta por la tarde. Cojo el teléfono . “ Ha llamado usted al número del ambulatorio de Salud Madrid. Diga “ sí” si es correcto o “ no” si no lo es. “ Pues empezamos bien. Pero a ésta no la puedo tachar. Tras el inevitable intercambio de preguntas y respuestas por fin me dice : “ tiene cita- para- hoy- día- quin-ce a las- dieci-seis horas” . O sea, que el médico de Asisa, - el que me mandó las famosas pruebas – me hacía esperar tres meses y aquí me reciben en el mismo día. No me lo podía creer. Pues nada , vamos allá. Tras tantos años de espera tengo que causar buena impresión, al fin y al cabo es la primera cita . Prohibido comer nada que contenga ajo por si me hace decir 33. Ni qué decir tiene de la ropa interior y los calcetines. Los calcetines siempre conviene repasarlos pues es fácil que se te escape algún agujerillo. Y sobre todo ir bien peinado y llevar pañuelo ( de papel, claro, para que vea que me he leído todos los folletos sobre la gripe A ). Pero, y que le digo yo a ésta . Si no me conoce de nada. Si no me ha recetado ni una aspirina. Aquí hay que empezar como cuando nos confesamos pero sin decir “ Ave María Purísima “.Pues casi que me da el mismo corte. Ya te digo. Buenas tardes, ¿ no nos conocemos verdad? – me dijo con voz agradable. ¡Como sois los hombres , sólo me venís a ver cuando os pasa algo! - prosiguió con idéntica voz- .( El comentario era absurdo, lo sé, pero la Doctora intentaba agradar ) Si no le importa empiezo desde el principio – le contesté - . Comience, comience… Enseguida me dijo que la podía tutear. Esto es otra cosa- pensé -. Compáralo con la eminencia de "los tres meses". Tanta espera había merecido la pena. Me volvió a citar para dentro de 15 días, me mandó unos análisis y me recetó la medicación para el colesterol. Un encanto. Desde que estoy en su ordenador puedo decir que me ha cambiado la vida. Por fin estoy metido en el sistema. Ya puedo ir , como el resto de los empadronados , a la farmacia con el taco de recetas a mitad de precio y sentir lo que se siente cuando el dependiente saca la navajita de bricolaje y recorta el cupón. ¡¡¡Da un gusto!! Es algo indescriptible. Siempre envidié a los que les recortaban el cupón. De hecho para intentar sentir lo que se siente, antes, lo recortaba en casa con unas tijeras, pero como me dijo un día Alejandro Sanz, no es lo mismo Ah! Y me dijo que parecía más joven. Lo dicho. Me gusta estar en el sistema. Ya te digo!! |
... Al fin y al cabo se superaron los límites por muy poco y comprendió que tenía mis motivos. De todas formas pienso que tampoco ayudó el asado que nos comimos tres días antes con motivo del cumpleaños de Belén. Y es que , dos meses sin tomar un huevo y, justo al final, tomar cochinillo , tiene mandangas. Ya lo decía el anuncio: “ 9 de cada 10 médicos de cabecera aseguran que la piel tostadita del cochinillo puede aumentar los niveles de colesterol “. Nunca perdí la fe en el décimo pero hay que admitir que tenían razón los otros nueve . Bueno, “ lo hecho hecho está “ , que me quiten lo bailao y esperemos que en los próximos análisis aparezcan menos asteriscos. En esta ocasión realmente lo que más sorprendió a Brenda fue el bajo nivel de Vitamina D. Parece ser que ésta vitamina está en la leche, en la yema de los huevos , en el queso y en el hígado del pescado. Y no me extraña que tenga carencia de vitamina D , pues, por culpa del colesterol, hace tiempo que no tomo ni huevos, ni leche , ni nada. Entre nosotros reconoceré que nunca he sido muy de leche- la verdad- y que el hígado del pescado no figura en mis menús, pero lo de no tomar huevos fritos con patatas sí que lo llevo mal. Muy mal. Sin embargo aunque la vitamina D pueda encontrarse en ciertos alimentos, la mayor fuente de ésta vitamina la tenemos en el sol. Yo por eso ahora en cuanto sale un rayito ahí estoy. Me remango y a sentarme en un banco . Hemos estado tan carentes de sol últimamente – si entendemos por últimamente no ver el sol desde noviembre – que en cuanto aparece me quito el casco y dejo la moto en cualquier lugar. El otro día iba por la castellana dirección Colón y me quedé en Nuevos Ministerios. En los bancos se hacen muchas amistades. Como repitas dos días seguidos, al tercero haces corro y al cuarto , si no vas, te ponen falta. El inconveniente que tiene son los temas de conversación. Que si la artrosis, que si "la reuma", que si un soplo… yo en cuanto veo que el asunto pasa a mayores , resoplo, me levanto y punto. Como la absorción del sol depende de la pigmentación de la piel – contra más oscura peor – parece ser que son los de raza negra los que más carencia tienen de ésta vitamina. Cualquiera lo diría. A mi mucho más carentes me parecían los chinos. Jamás he visto a un chino tomar el sol en la playa. Bueno, ni en la playa ni en ningún lado. Pensándolo bien tampoco los he visto con paraguas cuando llueve. Esto último me lo explico más pues, con la calidad que tienen, ni ellos los usan. Siempre me llamó la atención la cantidad de paraguas que aparecen en las papeleras. Un poco de viento, se dan la vuelta - siempre se dan la vuelta - y al cuerno. El caso es que a los chinos sólo los veo en "los chinos" y en los restaurantes. Y de la primavera , lo más cercano que han visto son los rollitos. Otro gran misterio sin resolver. Pero dejando a un lado negros y chinos que me estaba empezando a liar, el caso es que tengo que tomar el sol. Por suerte parece ser que se retrasa lo de quitar los chiringuitos ( algo bueno tenía que tener la crisis ) y podremos seguir poniéndonos morenos tomando un vermut.
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