​...pero mi opinión es clara: las latas de cerveza ocupan muchísimo espacio en el frigorífico y su reciclaje no es sencillo . Que si cubo normal, que si cubo amarillo... además el cubo amarillo solo lo recogen los martes y los jueves y limitarse a tomar cerveza solo esos dos días, y  entre semana, te apetezca o no, es una lata ( nunca mejor dicho ) .  El caso es que lo puse en la carta con la letra pequeña y el día 5 de enero me fui a la cama pensando - como muchos-,  o dudando - como todos -,  sobre si mi deseo se iba a ver cumplido. Porque lo Reyes son magos pero lo que tampoco quieren son líos. El año anterior, por eso de contentar al nuevo ayuntamiento vinieron a Madrid muy modernos vestidos de cortina de cuarto de baño de los años 70 pero, tras el desconcierto causado, este año vinieron vestidos  como siempre, que es como van los Reyes de verdad.

En fin, el caso es que me levanté con la duda. Como debe ser. Abrimos la puerta del salón y tras una visión general de la situación lancé la mirada a mi reluciente zapato. Vi una caja grande y comprendí rápido que aquello o era una broma de  mal gusto impropia de sus majestades o era mi soñado tirador de cerveza. Agradecimiento infinito a los Reyes pues soy consciente de que semejante utensilio de cocina o me lo traen ellos o no entra en casa. Para que luego haya quien siga diciendo que los Reyes no existen...la ignorancia es muy atrevida. Comprendo que alguno estará pensando que, si tanta ilusión me hacía , lo que tenía que haber hecho era ahorrar algo y comprármelo por mi cuenta. Ciertamente aquella era una opción, pero la ultima de todas. Uno puede llegar a casa con unos zapatos buenos, unas gafas de sol de marca...pero que te acepten un tirador de cerveza como utensilio de cocina es más difícil que lo del "pulpo como animal de compañía". No es fácil hacer comprender la importancia de que la cerveza siempre esté fría ( a 2-3 grados ) y que la espuma sea densa y no como pompas de jabón. Poner un aparato así en la cocina, con el sitio que ocupa no es cuestión fácil. Yo lo colocaría en la estantería del salón , que entiendo es su lugar natural pero aquello era imposible de plantear.  Con un rinconcito en la cocina me conformo , que tampoco se puede estirar más la cuerda.

Un tirador de cerveza es tener el mundo en tu mano. Tú y solo tú decides cuanta cerveza te sirves y con cuanta espuma. Por segundos te " tele-transportas" de casa a tu bar favorito. Y si además coincide con que ponen en la tele un partido de fútbol ( es raro que no coincida ) y decides no hacer caso al médico del seguro y abrir una bolsa de cortezas y una lata de aceitunas, entonces ya estás en lo que debe ser el cielo.

Bien mirado lo que el tirador de cerveza demuestra es que los hombres somos unos simples. En el buen sentido lo digo , que para que sea en el malo ya habrá alguien también por ahí . Nos conformamos con muy poco y podemos estar un buen rato charlando sobre si la cerveza tiene mucha o poca espuma, lo cual es bastante mas saludable que adentrarnos en otro tipo de conversaciones.

Pero como Telepincho es un blog esencialmente gastronómico, vamos a analizar con la máxima objetividad posible ( difícil-difícil )  el electrodoméstico en cuestión. Lo primero que hay que decir es que se trata de un aparato bonito y de buenos materiales. Su frabricante es el mismo que el de las cafeteras nespresso y su funcionamiento es muy similiar pues consiste en meter presión a un líquido. En cuanto a la cerveza, venden barriles de dos litros, en principio de varias marcas pero fundamentalmente de Heineken. La capacidad del barril - o torpedo que es como lo llaman - puede parecer escasa pero tal vez sea una de sus ventajas. Primero porque tiene el tamaño de una coca-cola de dos litros y puede, sin problemas, almacenarse en el frigorífico sin necesidad de retirar de la puerta los tetrabriks de leche. El tirador enfría y alcanza los 2-3 grados de temperatura pero, lógicamente, contra más fría se ponga en el interior del aparato más rápido estará lista para servir. El barril una vez abierto tiene una duración de quince días manteniendo la presión adecuada. Es un plazo más que suficiente el cual me temo que jamás llegaré a alcanzar pues dos litros de cerveza en quince días es como estar de dieta. Sin llegar a un consumo tan  moderadamente responsable si es cierto que es mejor un barril de dos litros que los ya conocidos de cinco, que además de no caber en la nevera necesitas compañía extra para que te merezca la pena abrirlo.  Es decir, si tienes gente en casa está muy bien pero tampoco nos vamos a poner a alquilar habitaciones a estudiantes de la Complutense. Ambientillo a la casa seguro que darían pero tendría que estar todo el día pinchando barriles y gratinando macarrones con chorizo. E incluso sin chorizo seguro que les parecería bien. Lo de pedir el tirador a los Reyes ha sido una buena jugada pero lo de traer estudiantes por dar ambiente de bar creo que sería pasarse.

Una ultima cosa. Antes he mencionado que su funcionamiento es muy similar al de una cafetera de cápsulas. He dicho " muy similar" pero por favor no pongáis cerveza en lugar de agua, que seguro es lo que estabais pensando...