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FIESTAS DE CASCANTE DEL RIO

Hoguera en honor a  San Nicolás de Bari, patrón de Cascante del Río

Imagen de San Nicolás de Bari, patrón de Cascante del Río.

FOTOS DE UNA CENA DE SAN NICOLAS

FIESTA DE SAN NICOLÁS, PATRON DE CASCANTE DEL RIO

El día 5 de diciembre se prepara una hoguera gigante en la plaza, la cual se le prende fuego por la noche.

En los último años se viene celebrando una cena en la plaza, con carne a la brasa o bien en el salón del Horno, seguido de una disco-movil.

La mañana del día 6 festividad de San Nicolás de Bari, se celebra la misa acompañada de una charanga o acordeonista (en otros tiempos) que anima la fiesta, tras el vermut y la comida en la casa de cada uno, se celebra el baile.

Pese a ser la fiesta del Patrón, y coincidir con un puente, lo que permite la llegada de muchos cascantinos y amigos de la Villa, no se puede comparar con las Fiestas Mayores, estos días son más intimistas, algo que lo trae las fechas de su celebración.

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FIESTAS MAYORES

Las Fiestas Mayores de Cascante del Río, se hacen en honor a la Santísima Trinidad, aunque su día es en el mes de junio, por razones de afluencia de personal, muy especialmente por los que se hallan fuera, se trasladó al primer fin de semana de agosto.

Es tradicional en Cascante que la víspera de las fiestas señaladas haya repique de campanas y bandeo, los sábados y otras fiestas menores de la villa solo que repique de campanas.

Así que el mejor aviso de gran fiesta está en el sonar de las campanas. El sábado y el domingo de la Fiesta Mayor se hace una monumental hoguera en la Plaza, hoguera que se repetirá la víspera de San Nicolás. Las otras hogueras se harán en cada casa para los San Antonio y para San Juan.  
La orquesta llegaba el sábado y con su pasacalles animaba el ambiente, a la noche una gran verbena en la Plaza era el pórtico de la Fiesta Mayor.
La semana anterior ya se hacían los preparativos, el ir y venir del horno con tortasfinas, madalenas, bizcochos o pan dormido era lo más habitual, olía a pastas de las buenas, elaboradas artesanalmente por cada una de las familias.

Por la mañana del domingo los pasacalles y bandeo de campanas, y más tarde para la misa el repique y toque de campana, avisan que hay que ir a misa, esta será cantada, con música y con predicador extraordinario. Tras la misa la procesión, más bandeo y cohetes, el primer día se sacará al Patrón de Cascante, San Nicolás de Barí, y en el segundo día, será el Patrón y San José quienes irán en procesión, todo ello acompañados de estandartes y banderas, además de la cruz procesional que irá la primera.

Terminada la misa y la procesión, haciendo un círculo o rolde en la Plaza, se repartirán los cargos para los nuevos clavarios de ese día para el año siguiente. A son de pasodoble desfilarán los clavarios, cruz, bandera y vara de mando será su insignia, Cuando hayan dado las tres vueltas, saludando cada vez que pasan a las autoridades, será el primero que coja la insignia, el que hará la fiesta en ese día y con esa cruz, bandera o bastón. El número de clavarios son seis, tres cada día.

Terminado este acto, vermut para autoridades e invitados en el Ayuntamiento, y los que no a tomarlo en los bares.
A los pocos minutos baile matinal en la Plaza. Más tarde cada uno a su casa a comer, y que pasa si hay algún forastero, nunca le faltaba donde comer y dormir, aunque fuese en la pajera, Eso si, a los de buena fe, a los chulos... se les tiraba al abrevadero, ¡Menudo son los de Cascante!.


Por la tarde más baile, pero quiero detenerme en una costumbre muy interesante, el inicio del baile de las tardes. Este se inicia con una JOTA ARAGONESA que bailan los clavarios, todos con sus parejas, y que partiendo de la plaza recorrían las calles, dejando de tocar la orquesta y empezando cada vez que aparecen en la plaza, a la jota le sigue un pasodoble y a bailar todo el mundo. Por la noche habrá de nuevo verbena.

El segundo día era similar al primero. En algunas ocasiones se hacía un tercero, que si contamos la víspera eran cuatro días.
Junto a la hoguera se reúnen muchas personas, los chiquillos como en las otras fiestas patronales,  con sus chucherías, habrá turrones y monedas. En las fiestas se tira la casa por la ventana.
Ahora las cosas han cambiado, introduciendo más orquestas, vaquillas, disco, grupo de jotas y otros atractivos para niños y mayores, como teatro o  atracciones infantiles.

Es uno de los momentos más animados del año, ya que pasadas las fiestas, vienen desfilando muchos destino a su lugar habitual de trabajo : Barcelona, Valencia, Teruel, Zaragoza u otros lugares.

Las Fiestas de nuestra niñez, eran, quizá más simples, pero más ilusionantes, había clavarios voluntarios para hacer las Fiestas, olía a pastas, había muchos niños y niñas, muchas mozas de buen ver y mozos, personas de mediana edad y menos mayores que ahora, que no marchaban cuando se acababan, ellos vivían todo el año. Daban mucha actividad y mucho dinamismo dentro de los límites.

Se esperaban mucho las Fiestas Mayores y las Patronales, se saboreaban a tope, tanto en los actos religiosos, tradicionales como ociosos. Eso sí, se tenía que saber contar, ya que al pedirle un baile a una chica, te podía decir, la tercer o la cuarta. Esto significaba que otros le habían pedido baile y para no dar calabazas daban número de orden para cuando te tocaba bailar. Enhorabuena a las que tenían muchos en espera.

No podemos perder las tradiciones, es y deber ser un patrimonio a conservar, de todos los de Cascante y que cuanto simpatizan con esta Villa, ya por descendencia, afinidad o simpatía.

Tenemos que escuchar el repique de campanas, el bandeo de las mismas,  tienen que salir clavarios como antaño y no debemos apagar la llama de a esperanza, la hoguera debe seguir calentando e iluminándonos.
¡ Que bonito recordar cosas agradables de la niñez!


¡ FELICES FIESTAS ! 

Imagen de una procesión de Cascante del Río, finales siglo XIX

Fiesta de Santa Quiteria de Cascante del Río

Los clavarios de Santa Quiteria, son los últimos matrimonios celebrados en Cascante del Río, van de casa en casa con una talega pidiendo trigo, una cuartilla, este trigo servirá para que una vez molido en el Molino de Cascante,  se elabore el pan de Santa Quiteria en el Horno comunal de la Villa.

El día que se amasaba y se cocía el pan, era simpático ver al atardecer, como numerosas mozas del pueblo ( había muchas y guapas) en las entradas del mismo, con un pandero de harina, para blanquear o empolvar a los hombres, muy especialmente a los mozos que venían de trabajar del campo. 

 Quizá era una respuesta a las bolisas y ceniza que se les lanzaba a las mozas por carnaval y miércoles de ceniza, quizá el poderse salir una vez al año de tantas formas e hipocresía, lo que si era bonito la provocación de las mozas a los mozos y una manera de relacionarse,  que si excluimos el baile, solo había en esa época, salvo los noviazgos declarados.

 El 22 de mayo, día de Santa Quiteria, patrona de Cascante del Río, nos desplazábamos a la ermita de la Santa, antigua iglesia de la Villa, junto al cementerio y que sería parte del viejo castillo de la población, hoy desaparecido. También ha desaparecido la ermita de Santa Quiteria ( no me lo explico ) pero fué derruida para ampliar el cementerio y con la venia de la Iglesia.

 Después de la misa con sermón incluido, dos clavarios con canastillas de migas de bizcocho, antes bendecidas, posaban en la puerta para que los feligreses tomasen un puñado de las mismas.

 Casi era la hora de comer, así que bajabámos al pueblo, tiempo para un vermut en el bar, a comer de día de fiesta y preparados para la tarde. 

 A la tarde una gran riata de chicos y mozos con grandes cestas de pan, cogidos en cadena, subian  pan para toda la población y visitantes.

Otra vez al prado del Castillo o de Santa Quiteria. Sentados en fila mirando a la huerta y río Cascante, esperaban que les dieran cañamones tostados y vino, que, en antiguas jarras y jarritos eran llenados de grandes botos.

 Terminado este ritual,  se pasaba a repartir el pan a todos los presentes, a los vecinos  no presentes por enfermedad o impedimento, se les entregaba también, incluso yendo a su casa.

Siempre sobraba pan y era tradición, lanzarlos por la empinada cuesta, para que  los recogiesen las personas que tenian más habilidad, ( en tiempos de escasez venian de pueblos vecinos para llevarse su pan, más lo que cogiesen ), más tarde los mozos competían por coger el máximo de panes, como si de un trofeo se tratase. Los panes no llegaban a tocar el suelo en la mayoría de los casos, pero eran lanzados con fuerza y mucho más con la inclinación propia de un castillo.

 Terminado este acto, todos a la plaza del  pueblo, en la misma o el el salón de baile, había una pequeña orquesta o un acordeonista, para amenizar la fiesta, con un baile multitudinario.

 Los niños disfrutaban de lo lindo, los padres y tíos les daban monedas de centinos, reales, pesetas e incluso de duro.Un vistante esperado de los niños era el turronero, que traía, además de turrón, tortas de turrón, caramelos, pirulis, globos, cohetes y otras chucherías.

 Los adultos pasaban su tiempo en el bar o en el baile, las señoras mayores observaban a los bailadores desde el banco de la plaza o de alguna silla que se traían de casa.

 Bonito día de Santa Quiteria, lástima que ahora ya no hay clavarios, no hay nuevos matrimonios, ni ermita, ni molino ni funciona el horno, se hace la fiesta pero tiene otro sabor. Recuperar eso, sería muy ilusionante aunque dificil.

Coplas de Santa Quiteria

Todos venimos del pueblo,

y subimos a lo alto

a visitar a Quiteria

en el día de su Santo.

Hijos de este pueblo somos

aunque residamos fuera,

pero nunca te olvidamos,

gloriosa Santa Quiteria.

Santa Quiteria bendita,

te venimos a implorar

agua para nuestros campos,

que se nos van a secar.

La corona de Quiteria

tiene veinticinco perlas

que los hijos de Cascante,

todos se miran en ellas.

De nueve hermanas que sois,

tu eres la más pequeñica,

por eso te veneramos,

Santa Quiteria bendita.

Todos que vienen de fuera

no se sienten forasteros,

pues cuando pisan Cascante

son iguales que los del pueblo.

ROMERIA A LA FUENSANTA DE VILLEL DESDE CASCANTE DEL RIO

 La Romería a la Virgen de la Fuen-Santa es uno de los gratos recuerdos de mis años de niño y mozuelo, un día del mes de mayo, desde la iglesia de San Nicolás de Bari, parroquia de Cascante del Río, salía una procesión con cruz procesional y estandartes por la calle Gomeces, hoy Reyes Magos hasta la salida del pueblo.

 Se trataba de la Romería al Santuario mariano de la Virgen de la Fuensanta de Villel.

 Con caballerías, carros y a pie, años más tarde con el camión de Navarrete y con el Autobús de Linea, nos deplazábamos hasta la villa vecina de Villel, a unos ocho kilómetros y medio.

 Antes de incorporarnos a la travesia de la carretera Teruel-Cuenca, a su paso por Villel, esperábamos a la entrada de la población en la confluencia de la carretera de Cascante, frente al cuartel de la Benemérita, a que llegase el párroco de Villel, en compañía de sus monaguillos con cruz profesional, para constituirnos en procesión junto a ellos, para acompañarnos a la Iglesia parroquial de la Virgen de la Nieves, interesante y bonito templo, donde tras rezos y plegarias, salíamos por la puerta opuesta a la entrada y otra vez en procesión cruzábamos el casco de la villa, hasta las afueras, donde nos esperaban los habituales medios de transporte para llevarnos al Santuario.

 Antes de llegar, al Santuario, otra vez formamos procesión y en esta ocasión hasta el interior del templo de La Fuensanta.

 Ya en el Santuario, hasta la hora de la misa, a corretear, a bandear las campanas, que por cierto eran asequibles por su tamaño y a visitar las reliquias, que en especial eran objetos de cera.

 Tras la misa y el sermón, tiempo para vistar el lugar donde dicen que se apareció la virgen al pastorcillo, hay como un porche donde existe una inscripción de tal acontecimiento.

 Era un momento para relacionarse niños y niñas, o mozuelos y mozuelas, puesto que como teníamos escuelas separadas, no existían demasiadas ocasiones. Efectuada la visita bajábamos por la estrecha senda de tan empinado lugar, para hacer la comida, ya de bocadillo, fiambrera o carne a la brasa, en torno al Santuario y muchas veces, junto a la balsa y fuente que esta pegada a la Iglesia. Solo el Concejo del Ayuntamiento celebraba la comida en la Hospedería del Monasterio, comunmente llamada la casa del ermitaño.

 A la hora prevista, despedida de la Virgen y procesión hasta las afueras del Santurio. Otra vez tomamos los medios de transporte y para Cascante, salvo cuando se hacia el viaje con el autobus, ya que hacía dos viajes, el primero para los mayores y el segundo para recoger a todos que nos quedábamos para ir al cine en Villel, entonces existian dos cines, hoy ninguno.

 Así a grandes rasgos recuerdo la Romeriá a la Fuensanta, un día multicolor, de religiosidad, relación y ocio.

 En algunas ocasiones nos habíamos juntado con otros pueblos, entre ellos Rubiales y Bezas, pero rara vez. Ya que cada pueblo tenía su día asignado.

 A la Virgen de la Fuensanta han ido en romería del obispado de Albarracín: Tramacastiel, Gea, Jabaloyas y Rubiales. Del obispado de Teruel: Teruel, Villel, Aldehuela,Cubla, Cascante del Río, El Campillo, Cella, Caudé, Castralvo, Villastar y Rubiales. A lo largo de los siglos, algunas de estas poblaciones han dejado de asistir, yendo actualmente unas ocho poblaciones.

 Esperamos que siga esta interesante romería, que la Vigen nos ampare y ayude a poblar estos pueblos vacios, para que no se pierda estas tradicones.

La Avenida de los Reyes Magos de Cascante del Río es en honor a D. Manuel Blasco Monserrat

FIESTA INESPERADA EN  HONOR A D. MANUEL BLASCO MONSERRAT

10 de septiembre de 1954

Del Diario Lucha de Teruel de fecha 22 de septiembre de 1954

El día 22 aparecía el Lucha una curiosa crónica  que reproducimos íntegramente.       

Estaba firmada por el párroco, Benigno Navarrete con el título “Fiestas inesperadas en Cascante del Río”. 

El día 10 de septiembre del año actual se presentaron don Manuel Blasco Monserrat con su esposa doña Julia y sus hijos Julieta y Manuel sobre las once horas en esta villa de Cascante del Río; pueblo de donde marchó a los catorce años de edad para abrirse nuevos horizontes, ya que siendo de honrados y laboriosos padres, no fueron afortunados en bienes materiales.
“Su aplicación, cultura y protección de Dios, que nunca falta a quien le busca, le hicieron llegar a ser un conocidísimo fabricante y almacenista de va riadísimos y hermosos juguetes que, para la fiesta de los Santos Reyes, remite sin regateos ni pegas, antes bien con desinterés inigualado, en abundancia y calidad, a los niños del pueblo. 

Cercionados de la visita de tan distinguida y para todos querida familia, se organizó rápidamente un programa de festejos para los días 12 y 13, los que sin  pretensión de ningún genero,fueron de regocijo para todos, y de satisfacción para tan simpática y sencilla familia. Actos religiosos religiosos,serenatas, partidos de pelota y balompié, bailes de jota, coplas, etc. fueron los actos del primer día, terminándose el segundo con una vistosa cabalgata de Reyes que fueel cierre victorioso de estos dos días que jamás han de borrarse de la memoria de los hijos agradecidos de Cascante del Río y creemos que la familia Monserrat también los llevarán grabados en su bondadoso corazón.  

Entrar en detalles minuciosos de cada uno de los actos celebrados, sería prolongar en demasía la crónica. 

 Gracias pues a todos los que tomaron parte activa y cooperaron a la brillantez de estos actos y que desinteresadamente realizaron, correspondiendo de este modo a los múltiples favores de esta digna familia Monserrat, a quienes deseamos un feliz retorno a sus lares en Barcelona.

Desde estas líneas quisiera rendir un homenaje a D. Manuel Blasco Monserrat, por tantas alegrías que nos dió a los niños de Cascante del Río, en unos momentos muy difíciles y que si no hubiera sido por su bondad y entrega, casi todos los niños de Cascante no hubiéramos tenido juguetes.
Muchas gracias a don Manuel y a su familia 

CRUZ DE MAYO

El 3 de mayo, festividad de la Cruz de Mayo, se subia a la ermita de Santa Bábara en romería para vendecir el término municipal, tras la Guerra Civil, dañada la ermita por la contienda ha dejado de hacerse esa tradición.

ROMERÍA  A  LA VIRGEN DE LA HUERTA

El 8 de septiembre se celebraba la romería a la ermita de la Virgen de la Huerta, teniendo lugar la representación de Moros y Cristianos, recuperada por el médico D. José Moreno Sanchez, ya que se había perdido la documentación, duraba dos días y era organizada por una Cofradía. En la actualidad la ermita está en ruinas.

SEMANA  SANTA

Se acostumbra para semana santa hacer una comida en la Fuen de Curria, no excluyendo los actos religiosos.

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