Club deportivo voleibol Murcia        
                                       
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   Los jugadores del UCAM Murcia, el tercer clasificado tras la primera vuelta  de la Superliga de voleibol, gestionan y dirigen el club, cobran 500 euros al mes y realizan los desplazamientos en sus coches. Este equipo de jóvenes luchadores no viaja en aviones de lujo ni come en restaurantes de tres estrellas Michelín. Los desplazamientos los realiza en los coches particulares de los jugadores y cuando tiene que hacer noche en la ciudad donde juegan al día siguiente, lo hace en albergues. Es el UCAM Murcia!

   Después de la primera vuelta de la competición, se ha convertido en el equipo revelación. No sólo se ha ganado la clasificación para la Copa del Rey, sino que ha sido capaz de dar la campanada ante el CAI Teruel, actual campeón de la Superliga y uno de los grandes de la categoría, hasta donde se desplazó sólo unas horas antes del partido y la comida fue un bocadillo. En suma, 900 kms de carretera en unas 10 horas. 
  Para que se hagan una idea, su presupuesto total anual, es decir, 12 jugadores mas 4 personas que forman el cuerpo técnico, es el sueldo medio de un jugador de 2ª división de futbol en una temporada. Aunque no lo parezca estamos hablando de un equipo profesional de voleibol de primera categoria.



   El 'milagro' se fraguó el pasado mes de septiembre. El CAV Murcia debía seis meses a los jugadores y técnicos de la pasada temporada, unos 70.000 euros. El presidente del club, José Luis Mengual, no encontró soluciones al importante agujero y fueron los jugadores y el cuerpo técnico encabezado por Venancio Costa, un ex internacional español que fue segundo entrenador de la selección española, los que dieron el paso adelante y se quedaron con la plaza en la Superliga, creando un nuevo club y constituyendo una cooperativa para gestionar los ingresos y los gastos.

   De la noche a la mañana, los compromisos económicos que había adquirido el anterior presidente con los jugadores se esfumaron. En primera instancia, todos los componentes de la plantilla excepto dos, que optaron por marcharse, aceptaron reducir sus sueldos en un 30%. Pero la realidad económica era otra. Entre todos sacaron cuentas. Estimaron los gastos y los ingresos, y llegaron a la cruda realidad: el sueldo lineal para cada jugador debía ser de 500 euros mensuales y todos vivirían en tres pisos que alquilaba el club gracias a la colaboración de una inmobiliaria. Pero además, para empezar a funcionar, entre todos tuvieron que firmar una póliza de crédito para disponer de dinero efectivo hasta que lleguen las subvenciones de las instituciones.

  Los jugadores, que en su mayoría son estudiantes universitarios aceptaron las nuevas condiciones. La oportunidad de poder estudiar en una universidad privada , gracias a la Ucam, que les paga la matrícula, y de poder proyectarse de cara al futuro, superó las condicionantes económicos. Mientras que otros clubes, y sobre todo de otros deportes, viajan en aviones y autobuses con todo tipo de confort, y el sueldo de un jugador suplente no baja de los 1.500 euros, aquí tendrían que hacerlo por menos de la mitad y encima, realizar los desplazamientos en coches particulares o en vuelos de bajo coste, como ocurrió cuando fueron a Tenerife -viajaron doce personas por sólo 2.100 euros-. ¿quien da más? Hagan sus apuestas señores!

   Al margen de demostrar que los lujos no son necesarios para triunfar en el deporte, sino que lo desvirtúan, las trabas que se han encontrado en el camino los jugadores que dirige Venancio Costa, han creado un clima de motivación especial, un afán de superación y una unión fuera de lo común. "Cada recepción de un punto y cada remate lo sentimos como propio", afirma Juan González, el presidente del club, quien afirma que la intención de los jugadores no es generar en el resto un sentimiento de pena porque "ellos se sienten muy orgullosos de lo que estamos haciendo y no esperamos mayor recompensa que llegar hasta el final de la temporada. Es más, si fuéramos los últimos, seríamos igual de felices y estaríamos igual de orgullosos", termina diciendo.