JESÚS EL NAZARENO

En aquel tiempo todo condenado a pena de crucifixión debía cargar con la cruz, así era ordenado tanto por la ley hebráica como por la romana, y este según la costumbre judía, llevaba la cruz en pleno día por los lugares mas frecuentados para que fuese visto por la gente y su castigo sirviera de ejemplo a los demás. Delante del reo iba un heraldo que narraba, con voz fuerte, el crimen del condenado o enunciaba el motivo de la condena mediante una cartela.

            Según la costumbre romana, al frente de la comitiva iba un centurión a caballo o a pie, vestido con traje de campaña o con el yelmo y la loriga de escamas, era el exactor mortis o suplicio prepositus, este centurión mandaba sobre cuatro soldados y en los casos que se temía algún incidente grave motivado por la personalidad del reo se aumentaba su numero.

            En el caso de Jesús debían ser mas de cuatro los soldados que lo custodiaron, imaginemos pues el paso de Cristo sobre las once de la mañana (hora tercia), con la corona de espinas y la cruz a acuestas, su cabeza agachada, sumisa, con docilidad pero a la vez sin humillación, con sentido de aceptación sin ansiar la tragedia, su dolor se tuvo que traducir en serenidad porque si la imagen de nuestro Nazareno nos transmite algo es eso “serenidad”.

            El lugar de la crucifixión estaba situado cerca de las murallas, en el caso de Jesús a unos 400 ó 600 metros (media milla romana); no se sabe exactamente si el centurión dirigió el cortejo por medio de la explanada del templo saliendo por la puerta de Bab-en-Nadir o rodeo las murallas, desde la torre Antonia pueden hacerse varios recorridos al Gólgota, el caso es que Jesús cargo con la cruz pasando por las calles estrechas, mal enlosadas, escalonadas, con piedras salientes, atravesando un barranco y volviendo a subir al noroeste de la ciudad en una mañana quizás hasta calurosa por el mes de los hechos.

             Esquema de la Vía Dolorosa a partir de la puerta Judiciaria. Nótese el ascenso hacia el Gólgota que hace más difícil el último tramo. 


            Llegados a este punto a las lesiones de la flagelación, coronación, de las pedradas, golpes y bastonazos tendríamos que añadir las provocadas en el camino hacia el Gólgota (que hombre mas grande tuvo que ser quien acepto todo este suplicio por la salvación de todos nosotros); como era interés de todos que Jesús llegase vivo al suplicio de la crucifixión se cree que tuvieron que recurrir y aceptar la ayuda de Simón de Cirene, no por compasión, sino mas bien para asegurarse que se consumara totalmente el Sacrificio.

            Dice la leyenda que Jesucristo se sentó a descansar en una piedra que aún hoy se enseña en Jerusalén dentro del recorrido de la Vía Dolorosa, mientras tanto los judíos discutían con el Cirineo la ayuda que iba a prestar.

            La figura de nuestro Nazareno responde por tanto a la realidad evangélica, debe representar sin duda uno de esos momentos que Jesús vivió aquella mañana; sus manos se agarran con dulzura al madero de la Cruz, y en un paso corto es ayudado por el Cirineo, en su frente la corona de espinas que le han provocado heridas contusas muy sangrantes, y en su cara serenidad, mucha serenidad y amor.


ESCULTOR: DOMINGO SÁNCHEZ MESA - 1.940

                                                                                                             




 
NUESTRA SEÑORA DE LA AMARGURA
ESCULTOR: SALVADOR MADROÑAL VALLE - 1.996

Junto a la Cruz de Jesús estaba su Madre, la hermana de su Madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena, Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: " Mujer, ahí tienes a tu Hijo".

          

           Anteriormente asociábamos nuestra imagen titular con un momento concreto de ese camino hacia el Gólgota, pero si somos fieles detrás del Nazareno tuvo que ir su Madre.

                       

           De  esta   forma  cuando  cada   Viernes   Santo  iniciamos   estación   de   penitencia   también   Ella  nos  acompaña;  tenemos  una  Virgen  que sin  grandes  riquezas acompaña  al  Nazareno,  y rodeada de cera  y olor de azahar, le sigue en sus pasos mitigando el dolor, lo va consolando y a la vez aceptando el momento cumbre que esta por llegar.

 

El canto roto del saetero, sonidos de la bocina y los sones de “Nuestro Padre Jesús” envolverán el ambiente, y en la Plaza de la Encarnación se volverá Jesús, y mirara a la Madre, y entre un pueblo dolido se encontraran los dos. Pasa un poco la hora tercia y entre palmas y oración el Nazareno regresa de nuevo a su altar, y esa Madre que se queda sola de nuevo traspasa la puerta del perdón, sus ojos con lagrimas, y en su cara AMARGURA, una Amargura que inunda la plaza cada Viernes Santo como un resplandor.


 

 

MOMENTOS DE LA PROCESIÓN DE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO - VIERNES SANTO 2.007




Autentica letra de los Pregones que se cantan en la Parroquia de Arjonilla en la madrugada del Viernes Santo.  

                                                                 

                                                                        (Sermón de la Madrugá).-


Confortación


   Redentor del Universo,

Jesús hijo de Maria,

El consistorio Supremo;

De la Trinidad Divina.

   Determina que este Cáliz,

De amargura y agonía

Lo pases hasta la muerte

En satisfacción precisa.

   De la fianza que hicistes,

Para reparar la ruina

Del hombre por medio de ella

Libre esta virtud divina.

   Injurias, muertes y afrentas

Vuestra ánima os reciba

Puesto en pública escritura

Los profetas certifican

   Y la amorosa rastra

A satisfacción tan fina

Infinitos precios paguen;

Ofensa que es tan divina.


                                                      

SENTENCIA DE PILATOS

 



  
Yo Poncio Pilatos, que presido

El imperio en Galilea y su partido.

   Por el emperador Tiberio,

En quien esta el gobierno y mando de

                                                 /Jerusalén.
  
Estando en mi palacio y tribunal,

Doy sentencia de muerte capital

Contra Jesús llamado Nazareno

Por alborotador de este terreno.

   Porque en Jerusalén quiere ser Rey

Siendo hijo de Dios y autor de nueva

                                                          /ley.
  
Siendo hijo de un pobre carpintero

Mágico encantador y un embustero,

   Hijo de Maria la desgraciada

Que hoy por el se vé afrentada.

   Porque atrevido niega su empeño

Pague el tributo a Cesar nuestro dueño.

   Y pidiendo todo el pueblo a gritos

Pague por enorme su delito,

Para penas y escarmientos,

De ese loco y vano atrevimiento.

   Mando lleve la cruz a cuestas.

Con cadenas y sogas al cuello puestas.

    En el monte que llaman el Calvario

Sea crucificado el temerario,

   Con ladrones uno y otro a cada lado,

Para que sea entre inicuos reputados.

   Sus culpas e infamias por entero

Las ira publicando un pregonero.

   Mando que ninguno sea usado

De impedirle hasta que por mi sea

                                            /mandado.
  
Pues el que libre su persona,

Se tendrá por traidor a la corona.

Que quien de todo el pueblo es enemigo

Merecen que le den este castigo.

   Pues es conforme a leyes de justicia,

Que el que tal hizo pague su justicia.   

 

VOZ DEL ANGEL

 

   Esta es la justicia irrevocable

Del arcano de Dios inexcusable.

   Que cumpla la más candida inocencia

La más áspera y rígida sentencia.

 

                MANDA

   Pues la deuda de Adán,

Adán no paga por fiador la deuda satis-

                                                            /faga. 


       
         MANDA

   Cual justo juez el Padre-Eterno

No estorba el precepto amor paterno.

   Que su hijo Jesús sabiduría

Hermosísimo hijo de Maria.

 

               MANDA

   Que el amor en rígido proceso

Que por el amor hoy lo sea preso.

 

               MANDA

   Que a muerte sea sentenciado.

Azotado y de espinas coronado.

 

               MANDA

   Que lleve la cruz hasta el calvario

Caminando a la muerte voluntario.

 

               MANDA

   Que sea puesto en un madero

Sin quejarse el mansísimo cordero.

   Que tres horas este vivo y pendiente

Desnudo y avergonzado el inocente.

   Viéndole allí su madre dolorosa

Afligida, mortal, triste y llorosa.

 

               MANDA

   Que espire Cristo Dios de la luz

Y que su vida, de en la Santa Cruz.

   Preciso es que sufra tales penas

Quien carga las culpas ajenas.

   Supuesto que el amor la causa

Ha sido, muera de enamorado el ofen-

                                                          /dido
Supuesto que amar tan fino sabes, justo

                                                                /es
Que quien tal hizo que tal pague.  


                                            Estos pregones los mando imprimir D.Manuel Uceda (Ojogato)