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1. Masters & Johnson

 

Como tantas otras veces a la hora de elegir un tema, me guié por un nombre curioso o incluso algo morboso que despertara no solo mi curiosidad sino la de todos aquellos que se dispusiesen a leer mi trabajo. La primera vez que leí estos nombres ni siquiera podía hacerme una remota idea de quiénes eran o cuál había sido su labor para encontrarse entre las páginas de este libro, sin embargo el título del tema “Hijas y amantes” me cautivó y me sorprendí a mí misma haciendo un trabajo sobre dos de los principales causantes de la revolución sexual, científicamente hablando, de los años 60. William Howell Masters y Virginia Eshelman Johnson (sí, era una mujer) estaban casados, Virginia era la segunda mujer de éste. Ambos fueron pioneros en e estudio científico de la naturaleza sexual humana y revolucionaron el campo de la sexología,  incluso llegando a marcar un hito en la historia de la sexología, la denominada era de Masters y Johnson. A continuación expongo algunos datos biográficos de ambos.

 
 

Esta foto corresponde a una publicación de la revista Time del 25 de Mayo de 1970 con motivo de la publicación de la obra de Masters y Johnson La Respuesta Sexual Humana.

1.1  William Howell Masters

Cleveland, Ohio (1915-2001), Cursó estudios universitarios y se graduó en 1943 en la Escuela de Medicina de la Universidad Rochester, licenciado como ginecólogo. En 1947se incorporó como profesor a la Universidad de Washington en Saint Louis y en 1957 inició su colaboración con Virginia Johnson juntos investigaron la sexualidad humana en condiciones de laboratorio y desarrollaron métodos de terapia orientados al sexo. Como resultado de sus investigaciones publicaron un exitoso libro titulado La respuesta sexual humana (1966), además de Incompatibilidad sexual humana (1970), Homosexualidad en perspectiva (1979) y El vínculo del placer (1975), que refutaban una serie de opiniones muy extendidas acerca del orgasmo, la impotencia, la frigidez y la homosexualidad. Junto con Robert C. Kolodny publicaron La sexualidad humana (1982) y Heterosexualidad (1994).[1]

 

1.2  Virginia Eshelman Johnson

Springfield, Montana (1925-?).  También cursó estudios universitarios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington de saint Louis, licenciada como psicóloga contribuyó a diseñar instrumentos que permitieran registrar las respuestas fisiológicas durante la actividad sexual, como el polígrafo. Publicó Respuesta sexual humana (1966), Incompatibilidad sexual humana (1970) y Homosexualidad en perspectiva (1979), obras que intentaron y consiguieron modificar las ideas populares sobre la sexualidad a partir de datos experimentales, todas ellas escritas junto a William Howell Masters, con el que se casó en 1971. Coincidiendo con la invención de métodos anticonceptivos, sus obras fueron muy populares a principios de la década de 1970, dando base científica a la noción del sexo.[2]


2. La Respuesta Sexual Humana

El matrimonio formando por Masters y Johnson, como ya he mencionado anteriormente, fue pionero en el estudio científico de la naturaleza sexual humana más concretamente se dedicaron a la investigación de la respuesta sexual tanto femenina como masculina. Su trabajo de investigación se llevó a cabo principalmente en la Fundación para la investigación de la Biología Reproductiva de San Luis.

El título que lleva este apartado corresponde a la obra más famosa y de mayor impacto creada por estos científicos La Respuesta Sexual Humana, en su título original The Human Sexual Response, donde expusieron las conclusiones a las que llegaron tras realizar una serie de estudios experimentales.

 Masters inició el estudio en un laboratorio que montó de forma secreta en una de las plantas de un hospital, más tarde se unió Virginia Johnson, ya que  Masters observó que el sexo era una cuestión de pareja, por lo que necesitaba una mujer que respondiera las respuestas que se le planteaban frente al otro sexo. En este estudio colaboraron un gran número de voluntarios que se disponían a tener actividad sexual en el laboratorio para monitorizarse por aparatos creados para poder analizar científicamente estas relaciones; por ejemplo, un falo transparente de veintidós centímetros que de su punta emanaba un rayo de luz con una cámara que permitía conocer más cosas acerca del interior de la vagina y el orgasmo femenino, así como un aparato que detectaba los cambios de color y temperatura de la vagina durante la autoestimulación, en su mayoría fueron instrumentos que medían la respuesta cardiaca y la tensión muscular. De esta manera en total se examinaron y fueron grabados más de 10.000 actos sexuales tanto de parejas como individuales en un grupo de 382 mujeres (entre 18 y 70 años) y 312 hombres (entre 21 y 89 años) durante la actividad sexual con  el fin de describir los cambios que se producen físicamente en nuestro organismos durante ese momento, sin embargo otro de los parámetros que también se tuvo en cuenta fue el área psicológica de los participantes, antes y después del estudio. Así, tras este estudio describieron un padrón de respuesta sexual para hombres y mujeres que le dieron el nombre de ciclo de la respuesta sexual humana, este ciclo constaba de cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución; más tarde fue la psiquiatra Helen S. Kaplan la que basándose en la importancia que estos científicos daban al deseo lo consideró como una nueva fase

Lo que se entiende por respuesta sexual o respuesta sexual humana, es la forma que tiene cada persona de reaccionar y responder ante el estímulo sexual. En nuestra sociedad, se conoce como una manera esquematizada de explicar cómo nuestra mente y organismo responden al deseo y la excitación sexual así como a otros aspectos de la sexualidad humana

La respuesta sexual, no se limita simplemente a una respuesta física sino que comprende una experiencia mucho más compleja. Es importante conocer el alcance emocional y psicológico de las relaciones sexuales para evitar posibles problemas que puedan afectar a la pareja y poder disfrutar de una de las más gratificantes experiencias del ser humano: el sexo.

Por otra parte el término sexo viene de Sexare (separar, sección). El sexo por lo tanto, es aquello que diferencia y clasifica a los seres humanos en dos grupos: hombres y mujeres. Así de este modo la respuesta sexual humana sería la reacción que las personas tienen de forma diferencial, en función de su sexo.[3]

 

2.1 Ciclo de la respuesta sexual humana[4]

 

A continuación de forma breve y esquematizada se explican las fases de la curva de la respuesta sexual humana, fases que no son similares en el hombre y en la mujer que reaccionan tanto física como psicológicamente de forma diferente frente a los estímulos. La respuesta sexual consta de varias fases. No son fases "automáticas"; es decir, aunque empieces no tienes por qué llegar al último paso necesariamente. Se requiere un flujo constante de excitación y estimulación para ir pasando de una fase a otra. Las fases son las siguientes.

1. Deseo

Es una fase "mental". Para excitarse sexualmente hay que estar interesado en el sexo: pensar en ello, sentir curiosidad y, en general, desearlo. Esta fase fue añadida posteriormente por la psiquiatra  Helen S. Kaplan, debido al hincapié que hicieron Masters y Johnson en la importancia del deseo para llegar a la excitación.

2. Excitación

Esta fase se desencadena por un estímulo o deseo, el cuerpo comienza a responder fisiológicamente frente a los estímulos que disparan el deseo sexual. La duración de la misma puede  oscilar entre unos minutos o una media hora. Cuando te has excitado "mentalmente", el cerebro envía mensajes que producen ciertos cambios en el cuerpo, que son involuntarios y nos indican el comienzo de la excitación. Los más importantes son:

En la mujer

-          Comienza la lubricación vaginal, es decir, la vagina se humedece. La parte interna de la vagina se expande. Y los labios mayores de la misma se abren y crecen.

-          Aceleración del ritmo respiratorio y cardíaco.

-          Contracción muscular y aumento de la presión arterial.

-          Aumento de las mamas y endurecimiento de los pezones.

-          Afluencia de sangre a los genitales.

En el hombre

-          Afluencia de sangre al pene, provocando su erección. Los genitales se oscurecen por la sangre.

-          Aumento del tamaño de los testículos.

-          Aumento de la tensión muscular y la presión arterial.

-          Aceleración del ritmo respiratorio y cardíaco.

-          Erección de los pezones.

Durante esta fase pueden haber retrocesos, debidos a distracciones externas (suena el teléfono, llaman a la puerta) o internas (miedo a sufrir dolor en la penetración, sentimientos de culpa…). Si estos retrocesos se superan la mujer y el hombre se abandonan plenamente al placer de forma espontánea y natural y se produce la excitación.


3. Meseta

Esta fase es en realidad, una prolongación de la anterior, donde los cambios experimentados alcanzan un máximo y se mantienen durante un tiempo, para luego dar paso a algunos cambios. En algunas mujeres la fase de meseta es casi inexistente, ya que la fase de excitación es tan intensa que pasan enseguida al orgasmo.

En la mujer

-          el clítoris se esconde.

-          Rubor sexual: enrojecimiento que se produce en la zona superior del abdomen y asciende hasta el rostro.

-          El cérvix y el útero se desplazan hacia arriba.

-          La areola mamaria oscurece.

-          Se intensifican los cambios que se producen durante la excitación.

En el hombre

-          Las glándulas de Cowper segregan un líquido que puede contener espermatozoides, llamado líquido preseminal.

-          Se intensifican los cambios que se producen durante la excitación.

 

4. Orgasmo


             Es la fase en que se liberan todas las tensiones sexuales acumuladas. Es difícil de describir, porque hay muchos tipos diferentes. Cada persona es diferente y vive el placer de una forma distinta. Es la fase más corta del ciclo sexual, dura apenas de 2 a 10 segundos mientras que el resto de las fases pueden ir de unos minutos a unas horas. El orgasmo sucede cuando la tensión muscular y la sensación de plenitud alcanzan su punto máximo y se liberan.

En la mujer

-          Contracciones rítmicas genitales. El número de contracciones oscila de 3 a 15 espaciadas por un tiempo de 0.8 segundos acompañadas de una gran sensación de placer.

-          Contracciones musculares en otras zonas del cuerpo.

-          Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.

Esa sensación de placer cada mujer la vive y describe de forma diferente, “una sensación de calor o ardor en los genitales”, otras como “leves estímulos eléctricos o de cosquilleo que se van difundiendo por todo el cuerpo”. Incluso algunas mujeres afirman que se producen instantes de pérdida de conciencia o sensaciones de mareo intenso. La forma de expresar placer durante el orgasmo también puede ser diferente con gemidos, llantos, gritos, risas o en silencio. Uno de los principales logros en cuanto a la investigación del orgasmo femenino es que existen dos tipos el causado por la estimulación del clítoris y al que se llega mediante la penetración que solo un 30% de las mujeres son capaces de alcanzarlo, de este modo mientras que el pene necesita un período de reposo tras haber llegado al orgasmo el clítoris puede recuperar la excitación de nuevo, así a las mujeres que pueden tener más de un orgasmo en un mismo encuentro se les denomina multiorgásmicas.

En el hombre

-          Eyaculación, es decir, expulsión del semen en unas 3 a 8 sacudidas gracias a la contracción de los genitales. Acompañadas también de una profunda sensación de placer.

-          Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.


 

5. Resolución

Es la vuelta a la normalidad,  los sistemas y órganos vuelven a su estado inicial de reposo. La sangre abandona el área genital, los genitales vuelven a su tamaño y posición originales, la respiración se calma y la tensión arterial vuelve a su nivel normal. En esta fase suele darse un período de calma que las parejas aprovechan para manifestarse cariño, conversar o dormir.


Aquí aparece el ciclo de la respuesta sexual tanto masculina como femenina y se puede observar como mientras que la mujer puede tener un clímaz múltiple el hombre necesita de un período refractario tras la resolución para volver a la fase de meseta. También puede observarse como la mujer puede prescindir de la fase de meseta para llegar directamente al orgasmo.

En este esquema a modo de cómic también aparecen reflejadas las fases del ciclo de la respuesta sexual humana, también tras el orgasmo puede observarse como el hombre y la mujer actúan de forma diferente, puesto que el primero necesita de un período refractario mientras que la mujer puede experimentar más de un orgasmo en una relación.
3. La crítica, el impacto social y La Inuficiencia Sexual Humana

 

Así todo el material expuesto anteriormente se publicó en 1966 en la obra La Respuesta Sexual Humana  en la que recogieron las conclusiones  de su estudio, pero como todo el que es un adelantado a su tiempo recibe críticas y oposición  ellos no iban a ser menos. La obra causó un gran impacto social a nivel mundial, incluso en España bajo el régimen franquista fue censurada y prohibida su venta debido a que se consideraba una lectura inapropiada. Su principal antecedente lo encontraron en Alfred C. Kinsey que junto a algunos de sus compañeros de la Universidad de Indiana había realizado y publicado anteriormente dos estudios sobre la sexualidad masculina y femenina, en 1948 y 1953 respectivamente, conocidos como el Informe Kinsey. La publicación de ambos fue revolucionaria y polémica en su momento. Sin embargo, el trabajo de Kinsey tenía un error, las conclusiones extraídas de su trabajo las había obtenido mediante una serie de entrevistas que pretendían averiguar con qué frecuencia la población realizaba una serie de comportamientos, en vez de mediante un método experimental, de laboratorio, totalmente objetivo un error que fue superado posteriormente por Masters y Johnson.  Tras la publicación de sus obras, Masters y Johnson recibieron numerosas críticas por parte de algunos investigadores sexuales como, por ejemplo, fue el caso de Shere Hite que había enfocado su investigación en las actitudes culturales que se manifiestan en el comportamiento sexual, es decir, cómo el individuo entiende y qué significa para el mismo una relación sexual, hablaba del sexo fuera del “laboratorio” no como un simple cúmulo de cambios fisiológicos y psicológicos sino como un comportamiento que también era marcado por una serie de pautas culturales. Esta teoría se volvió a estudiar hace apenas unos años cuando las científicas Sunil shetty y Rachna Tiwari hicieron una investigación similar  en la Universidad de Menphis durante los años 2003 y 2004. Esta investigación estuvo basada en estudios experimentales, de laboratorio de 97 hembras y 128 varones en diferentes fondos multiétnicos El estudio se publicó en Diciembre de 2004 donde se llegaba a la conclusión de que la respuesta sexual humana no puede dividirse estrictamente en patrones de comportamiento según la cultura  y que no es necesario que exista una correlación entre ambos aspectos[5]. Así, las teorías sobre la respuesta sexual humana escritas y estudiadas por Masters y Johnson aún suponen un cúmulo de dudas y un amplio campo de parecer, de esta manera, iniciaron un camino tabú, el de la sexualidad humana, donde nadie se había atrevido a caminar para hacer de ello toda una ciencia.

En el año 1970, la pareja publicó su segundo libro La Inuficiencia Sexual humana donde se encargaron del estudio de los problemas y disfunciones sexuales sufridas por el ser humano, las cuales ya habían sido tratadas anteriormente por la psicoterapia o el psicoanálisis pero cuyos resultados contaban con un bajo índice de éxitos. Así, otro de los importantes logros de esta pareja fue la introducción de un nuevo método, la terapia sexual. Este método trataba los problemas sexuales no de forma individual sino en pareja con un índice de éxito de más del 80% de los casos tratados. También crearon una terapia para mejorar la sexualidad en la vejez, así como para “curar” la homosexualidad que en aquel momento estaba considerada como un trastorno psicológico. Tras la publicación de su estudio, el matrimonio se dedicó a ayudar a parejas. Diagnosticaron y trataron distintas disfunciones y problemas sexuales desde 1957 hasta 1990.


 
 

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/William_Howell_Masters 3/04/08

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Virginia_Eshelman_Johnson 3/04/08

 

[3] https://www.amaltea.org/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=65 5/4/08

[4] Los datos de este ha apartado han sido obtenidos de las siguientes fuentes:

https://www.sexualidad.es/index.php/Respuesta_sexual 2/4/08

https://www.abcdelasalud.net/sitio/content/view/128 4/4/08

https://www.coruna.es/cmij/sexualidad/respuesta_sexual_humana.jsp4/4/08

 

[5] https://www.answers.com/topic/masters-and-johnson 15/04/2008

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