SEMANA SANTA 2012

PROCESIONES, TORRIJAS Y ZURRACAPOTE

J.J. martín / pradoluengo

La Semana Santa de Pradoluengo, es una de las manifestaciones más interesantes de la religiosidad popular en la Sierra de la Demanda. Y si hay una cita que destaca en ella, esta es su procesión del Santo Entierro el día de Viernes Santo. Con cerca de un kilómetro de extensión, supone una de las procesiones más alargadas de la provincia de Burgos. Los seis pasos, acompañados por sus correspondientes cofradías, intercalan distintos episodios de la pasión de Cristo, en escenas representadas por más de un centenar de figurantes. La Oración del Huerto abre la escena, seguida de la Flagelación y el Cristo con la cruz a cuestas. Un magnífico Ecce Homo, da paso a un sepulcro extraordinario, cuya talla sobresale entre la imaginería española del siglo XX. Finaliza el cortejo la Dolorosa, imagen con numerosos fieles devotos. Banda de cornetas, priores, madalenas, soldados romanos, penitentes y banda de música, completan un espectáculo que atrae durante dos horas a centenares de personas. Pero la Semana Santa pradoluenguina, ofrece a quien quiera rastrear en sus esencias, otros atractivos que la hacen enormemente singular. La elección de prior de la Cofradía de la Vera Cruz, congrega a los cabezas de familia en una tradición que, prácticamente, no ha variado desde sus orígenes en el siglo XVI. El petitorio y convite posterior, de aquel que ha de portar la cruz durante un año en los entierros de los cofrades, conserva el sabor de las tradiciones verdaderamente antiguas. A esta atávica costumbre, se unen otras no menos seductoras, como la elaboración de torrijas caseras o el trasiego del genuino zurracapote en todos los bares de la localidad, con el fin de endulzar y hacer más llevaderas las penas de la larga Cuaresma. Su final, tras el canto de la Salve, dará paso a la fiesta del Domingo de Resurección, cuando la banda decana de la provincia ofrezca su afinado saber musical, a todo aquel que quiera evadirse por un momento de la tristeza.