¿Qué es un amigo?

  

¿Qué es un amigo?

te preguntas sin cesar

al sentir cada mañana

tu corazón palpitar.

  

¿Qué es un amigo?

No lo busques, lo hallarás.

  

Es aquel que entra en ti,

que te sabe comprender,

que te hace sonreír

cuando está triste tu ser.

  

Es aquel que en silencio,

con respeto y con ternura,

escucha tus sentimientos

y da luz a tu amargura.

  

Es aquel que siempre ríe

cuando tu alma sonríe,

es aquel que te acompaña

haya tormentas o calma.

  

Eres tú, Rafa, ese amigo

que siempre está conmigo,

que sufres cuando yo sufro,

que ríes cuando yo río.

  

¿Qué es un amigo?

No lo busques, ya lo hallé.

  

Eres tú, Rafa, ese amigo,

el amigo que encontré.

  
                                                   Maitechu 

 




YO VOY SOÑANDO CAMINOS

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazòn clavada.»


Antonio Machado


 

Puedo escribir


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.


Pablo neruda

 



Momento especial (para la tía Carmen, tía de Rafa)

Hace un instante he vivido

un momento especial

cuando en mi casa ha sonado

una voz angelical.

Estaba con Rafa, mi amigo,

disfrutando de una charla

cuando a su casa ha venido

su tía Carmen del alma.

La señora, un encanto,

ha querido saludarme

y con palabras muy tiernas

ha endulzado mis instantes.

¡Qué belleza de persona,

tía Carmen, qué ternura!

¡Qué linda es su mirada

y qué bella su hermosura!

Pero más bello es aún

lo que lleva en su interior,

ese cariño tan grande

con el que da lo mejor.

Dos poemas muy preciados

me ha recitado la dama

y me ha emocionado

la grandeza de su alma.

Para su nieta querida

los poemas dedicó

en el albor de su vida

y para su Comunión.

Siga siempre siendo así

tan risueña y tan vital,

tan simpática y gentil

tan grande y tan de verdad.

Un ejemplo es para mí,

de verdad yo se lo digo.

Tía Carmen, fue un placer

el haberla conocido.

                                                                  
                                                                                                                   Maitechu

 

 




 

 

Gracias te doy bella amiga

por escribir la poesía,

alegraste por momentos

el existir de mi tía.

Esta tarde vino a vernos

cuando estabamos hablando,

y al depositarme un beso

ya te estaba saludando.

Sabía de tu existencia

porque yo mucho le he hablado,

de lo bien que lo pasamos

escribiendo y conversando.

Y al verte por la pantalla

te dijo:¡Eres muy guapa!

ya ves que el dicho no engaña

porque la cara es, amiga

es el espejo del alma.

Gracias yo quiero darte

por hacerla tan feliz,

por alegrar por momentos

de su vida su existir.

Eres una gran persona

una verdadera amiga,

por eso te llevaré por siempre

en mi corazón prendida.

Luego de camino hacia su casa cogida  de mi brazo, lentamente caminamos en silencio
 y de pronto me dijo:"Qué fea es la vejez".

                                                                                                                          Rafa.19-04-09
Manos

  “El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.”


                                                                                             

                                                                                       

 



Ahora que estoy viva

 

Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos

ahora que estoy viva;

y no una noche entera

cuando muera.

 

Prefiero que estreches suavemente mi mano,

ahora que estoy viva;

y no que apoyes tu cuerpo sobre mi cadáver

cuando muera.

 

Prefiero que me regales una flor

ahora que estoy viva;

y no que me envies un hermoso ramo

cuando muera.

 

Prefiero que me hagas una breve llamada

ahora que estoy viva;

y no que emprendas un inesperado viaje

cuando muera.

 

Prefiero que elevemos juntos al cielo una corta oración

ahora que estoy viva;

y no una misa cantada

cuando muera.

 

Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra

ahora que estoy viva;

y no una conmovedora serenata

cuando muera.

 

Prefiero disfrutar de los más minimos detalles

ahora que estoy viva;

y no de las grandes manifestaciones

cuando muera. 

 



Autor Desconocido



¿Me miras?

¿Me miras?

Sí, mírame pero de verdad,

y al mirarme dime

lo que siento, lo que necesito,

lo que llevo dentro…

Pero dime,

dime lo que siento.

No lo sabes, lo sé.

Ahora ¿por qué no me miras?

Te da miedo, te has dado cuenta

de algo que no solías ver.

Pero mírame, ¿qué ves?

¿Que mis ojos ya no brillan

al verte?

¿Que mi corazón no late

tan fuerte?

¿Que cuándo me abrazas no suspiro

de placer?

Lo sabes, lo sé.

Lo siento, mi amor.

Ya no hay tiempo, ya no.

Isa


                                                                                                       Poema dedicado a Rafa    Poema dedicado  Rafa                                                                     

 

 

 

Caballero de la Llama,

de damas tan bien servido,

yo me sumo a tu homenaje

a Ibel con todo cariño.

Y aunque el verso no es  mi fuerte,

desde aquí también te digo,

que no hay otro  caballero

que se haya merecido

que aquí le queramos todas,

en este foro tan lindo.

Caballero de la Llama,

en buena hora nacido,

como el Cid en sus combates,

mucha gloria has merecido,

por tus palabras tan dulces, 

por tu trato y por tu estilo.

 

Y a la dama que te aguarda

cada día en tu castillo,

le digo: ¡Qué suerte,  Concha

por tener tan buen marido!

Caballero, caballero,

no pierdas nunca ese niño

que todos llevamos dentro,

y sé siempre nuestro amig.



                                 Efímero amorEfímero amor

 

 

 

¡Cuántas cosas me dijiste

aquella tarde de mayo!

¡Cuántas!

¡Cual de ellas más bella!

Y hoy, ya lo has olvidado

 

¡Cuánto amor en tus palabras!

¡Cuánta miel daban tus labios!

¡Cuán alto tú me elevabas!

que el cielo creí tocarlo

 

Hoy mendigo tu cariño

¡Cómo cambió tu querer!

Quizá no fue tan sincero

como me hiciste creer

 

Nada, nada es para siempre;

tampoco tu amor lo fue

Efímero fue como el aire

e igual que vino se fue

 

Maribel, 29-5-09
 

Caballero de la Llama,

muy ilustre escritor

de versos llenos de vida,

de versos de alegre son

 

Caballero de la Llama,

trovador de la ilusión,

de los sueños y la vida,

del amor y el desamor

 

Caballero de la Llama,

que pintas el amanecer

robando al sol un rayito

que utilizas de pincel

 

Con él dibujas palabras

que nos hacen suspirar

pues describen melodías

imposibles de olvidar

 

Pintas también el ocaso

con los reflejos del mar

y mil luceros colocas

si la noche ha de llegar

 

Caballero de la Llama,

nunca te alejes de aquí

que tus damas desvanecen,

sin tí no pueden vivir

Maribel,01-05-10

Cuando se muere el amor


Cuando se muere el amor
la esperanza se desgarra
y mil puñales ardiendo
se clavan en el corazón.
 
Cuando se muere el amor
muere con él la alegría
y el amanecer del día...
y todo pierde su color.
  
Cuando se muere el amor
dos almas vagan perdidas
y entre lágrimas sus vidas
nadan buscando ilusión.
  
Cuando se muere el amor
se olvida cuánto se quiso
y también el compromiso
que un día se hizo ante Dios...
 
Cuando se muere el amor
nada puede aliviar el daño
y hasta el recuerdo es amargo,
por tanto cuanto se amó.
 
Cuando se muere el amor...
cuando se muere el amor...
parte de tí también muere
sumida en tanto dolor.
 
 
Maribel, 21-09-2010

José Angel Buesa
Te Acordarás un Día

Te acordaras un día de aquel amante extraño
que te besó en la frente para no hacerte daño.
Aquel que iba en la sombra con la mano vacía
porque te quiso tanto... que no te lo decía.

Aquel amante loco... que era como un amigo,
y que se fue con otra... para soñar contigo.

Te acordarás un día de aquel extraño amante.
Profesor de horas lentas con alma de estudiante.
Aquel hombre lejano... que volvió del olvido
solo para quererte... como a nadie ha querido.

Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tu lo supieras.

Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la frente.
Viajero silencioso de las noches de estío
que miraba tus ojos, como quien mira un río.

Te acordaras un día de aquel hombre lejano
del que más te ha querido... porque te quiso en vano.

Quizás así de pronto... te acordarás un día
de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.
Tu rosal preferido se secará en el huerto
como para decirte que aquel hombre se ha muerto.

Y el andará en la sombra con su sonrisa triste.
Y únicamente entonces sabrás que lo quisiste.