Fundida en ti, entre tus brazos,
adormilada de amor, soñé.
Soñé contigo, con música
y con la lluvia, que con su caer constante,
creaba esa hermosa sinfonía.
Soñé con tus palabras calladas
y tus suspiros abiertos,
con las mil y una noches
de terciopelos azules.
Los aromas del aire, y
el sabor de un.. Te quiero
Soñé también,
primaveras naranjas y
veranos amarillos,
con la alegría desbordada
de los niños y
el saber ancestral de los mayores.
Soñé… Una vida plena.
Y al abrir mis ojos, lo que creí un sueño,
se convirtió en una realidad abrumadora,
con tan sólo contemplarte.
Ángeles González Fraga
R@
Es tiempo de guardar los recuerdos,
de almacenarlos en el trastero
del corazón,
y sellar con lacre el dolor de las heridas.
Es el tiempo de mirar con nuevos ojos,
el tramo de la vida que acontece
y subir al tren que nos aguarda.
Es tiempo de esperanzas,
que crecen vivas en un cuerpo nuevo,
aún gastado por los años.
No dejes escapar esa sonrisa,
que se dibuja en tu semblante
con la alegría de un nuevo amanecer.
Abre tus manos y llena tu boca
con la brisa de un mañana,
concédele al sol... El privilegio
de entibiar de nuevo "Tu corazón".
Nunca es tarde para comenzar a vivir.
Ángeles González
Regalo un corazón.
Regalo un corazón,
¿Alguien lo quiere?
Lo regalo por reformas.
No puedo
reparar los daños recibidos,
ni ajustar el latido...
a un ritmo acompasado.
Se ha quedado sin fuerzas,
y ya no soporta, el susurro del dolor.
Regalo un corazón... vacío,
¿Alguien lo quiere?.
No encuentra la forma de volver
y se apaga como una hoguera
al sentir millones de lagrimas
Si alguien lo quiere, se lo envío
con acuse de recibo,
sólo espero sepa apreciar
su valor, aunque esté mal trecho.
Resulta Fácil
Resulta fácil decir “ Te quiero”.
Cuando escucho tu respirar tranquilo
entregado a un sueño sereno
y acaricio la piel suave que envuelve tu cuerpo.
Resulta fácil decir “ Te quiero”.
Cuando veo la bondad en tus ojos
y dibujas en esa sonrisa... un millón de ilusiones.
Resulta fácil, sí, decir “ Te quiero”.
Cuando abres tus brazos para envolverme
en la calidez de tu ternura y meces mis ilusiones
al compás de tus latidos.
Cuando ese beso intimo...
se graba en lo más hondo de mi ser,
resulta fácil decir “ Te quiero”.
Cuando dejas a un lado tu enojo e iluminas
con mil estrellas mi noche oscura.
Resulta fácil, sí.
Así que hoy te diré “ Te quiero “.
Y lo gritaré al mundo, para que sepa
que resulta fácil.
Hoy le he vuelto a ver,
caminaba despacio,
envuelto en ese halo de alguien sin rumbo.
Su rostro.. es la imagen de un dolor
cosido a la vida.
Su cuerpo...
un esqueleto forrado de una piel
que grita cariño.
Sus ojos... ¡ay esos ojos!,
muestran su mirada perdida en el abismo
del contador de arenas.
Me he parado para contemplar la imagen
de un hombre, que no sé si pertenece este mundo.
Ese que se quedó vacío en un instante, ese que le arrebató
en un guiño aquello por lo cual vivía.
Hoy le he vuelto a ver, sí y he sentido en mi carne,
la indiferencia de la gente, el desprecio de algunos
y la lastima de otros, pero él, ni los mira,
¡creo que ya es inmune a esas miradas!.
Sigue errante su paseo,
arrastrando sus pies, mientras yo...
vuelvo a mi que hacer diario,
llevando en mi corazón, una pizca del dolor
de ese hombre, que espera a que su contador de arena
llegue a su fin.
Ángeles González.
Busco el vértigo.
Busco tu desnudez
con la insolencia de mis manos,
con el atrevimiento
que tus besos me conceden.
Busco en tu mirada,
la ternura que se derrama
en el quicio de tu vientre,
con el vaivén fascinante de nuestros cuerpos.
Busco el vértigo,
en la sensación palpitante
que marea mi intimidad y mi locura.
Quizás busque....
Lo que encontré aquella tarde.
Quizás me encuentre...
Sumergida en una danza
absurda de deseo, que tan solo
calmará la piel desnuda...
del amante que ansío.
Palabras, sólo fingidas palabras,
salen de tu boca
en un falso arrepentimiento.
¡Mírame!, ¿ ves mi carne
mortecina y la sangre,
que en costras resecas
cubren mis heridas?
Sí, es tu obra maestra,
la que con tus puños
grabaste, en le lienzo de mi piel.
¡Pensaste que nadie lo sabría!,
pero esta vez “ te equivocaste”
tu ultima pincelada
ha quebrado mi aliento.
Por fin, dejaré de ser
el saco, donde liberas
tu frustración de hombre,
el juguete, que maltratas
cuando tu ego de macho
surge... Como lava de un volcán.
Hoy, descansaré tranquila
y mi descanso será tu condena,
te juzgarán mil ojos y mil palabras
harán escarnio de tus actos.
Ahora “ Mírame “
Verás como contemplo impasible
Tu calvario.
ELLA
Nos decía el Maestro Neruda:
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”.
Ella, sí podrá escribir sus versos más tristes,
sus plegarias grabadas en pergaminos de llanto
que acallan sus gritos entre algodones de tristeza.
Ella, que ha sentido en su garganta la soga del miedo,
que silente, ha implorado un poco de paz y dulzura
en sus días de angustia interminables.
Ella podrá
Sí, podrá sonreír a un nuevo día,
pintar en su amanecer un arco iris,
y sentir en su piel, la luz de un nuevo sol.
¡Podrá!
Porque llegó la hora de plantar cara a su dolor,
de decir basta, de colgar para siempre
su agonía en un armario y cerrar con candado
la puerta del pánico .
¡Podrá!
Porque “siempre” habrá una mano amiga
que le dará “en el instante preciso”
fuerzas para su gran paso.
¡Podrá!
Porque en sus ojos las lágrimas
que anegaban su visión, se han marchitado
y han dejado paso a una pequeña luz de esperanza.
Por eso y por una vida que renace
Ella podrá escribir sus versos más tristes,
dar gracias porque, su nombre siga siendo suyo,
y no sea uno más de esa lista interminable.
Lo hará sabiendo,
que ya no tendrá que, pagar un alto precio por ser “Mujer”.
Ocaso
Sereno, entre naranjas y violetas, se oculta el sol
en un mar de plata, y arrastra hasta mi, tus ojos
velados por una cortina de efímeros sueños.
Contemplo el esplendor de ese momento,
sumida y expuesta a un letargo inevitable,
tras el ocaso, llegará a mi la noche.
Traspasaré el umbral de un otoño
que llegará arrastrando tras de si, a un invierno
preñado de frío y soledad.
Mientras, esperan colgados en la punta de alguna estrella
recuerdos de un verano dulce, no extinto de ilusiones.
Y con el paso tortuoso de los días, me veré de nuevo,
contemplando ese sol, sereno, entre naranjas y violetas
que como un faro... ilumina tu mar de plata.
Arrasando esperanzas
He visto a la muerte, bailar a oscuras en mi cuarto,
me miraba a los ojos y reía.
¿Quizás?, mañana venga a buscarme...
No estoy preparada, pero si ella viene
no me negaré a seguirla, quién sabe...
Puede que así me libere
de los tormentos que luchan, en la alcancía de mi mente.
La he visto sigilosa y en todo su esplendor,
y con su gesto silente y penetrante, me insinuaba que volvería.
Aquí estaré, sí, pero no aguardando su regreso,
vendrá de sorpresa como siempre,
arrasando esperanzas, sueños y felicidad.
Se llevará mi cuerpo, sí,
pero lo que no puede arrebatarme es el alma,
pues el alma es mi esencia, mi amor, mi espíritu,
esa no podrá, pues......
Cuando de este cuerpo se escape el ultimo aliento,
quedará por siempre mi recuerdo
en todos aquellos que siempre estuvieron conmigo,
en todos los que dejé mi huella de alguna manera.
Por eso mi alma no podrá llevársela, pues siempre
y por siempre, permanecerá en el recuerdo de alguien.