Y LLEGÓ EL FINAL ......

Escribo estas líneas en septiembre de 2012, pocos meses después de la creación de esta web.

Mis hijos abandonan el Grupo Kimball para iniciar una nueva etapa en el Grupo Scout 217 Matterhorn (donde pasé buena parte de mi juventud scout). Por tanto... en este momento y lamentándolo mucho, cesa mi labor de recopilación multimedia de la historia del Grupo. No obstante y en la medida de mis posibilidades, seguiré publicando y actualizando aquello que, desde el Grupo o a nivel personal, se me haga llegar y que sirva para enriquecer el contenido de este espacio.

Gracias a todos por vuestra buena acogida. Como despedida, una última recopilación: El e-mail que he enviado al Consejo de Grupo del Kimball. Aqui lo dejo, por aquello de la posteridad y porque resume perfectamente mis impresiones ante esta circunstancia. 

CARTA AL KIMBALL 110‏

Estimados amigos,

os escribo para contaros algo que no es demasiado fácil para mi. 

Alguno ya lo conocéis, pero creo que procede una comunicación y explicación más formal, en línea con mi habitual pesadez.

Haciendo un poco de historia previa …..  recuerdo perfectamente la emoción que sentí en el 2004 cuando mi hijo Ignacio se incorporó al Grupo 110 (igual que hizo su hermano Guillermo, pocos años después). Eso me permitió volver (como un padre más) al grupo donde pasé buena parte de mi vida scout activa, cuando con grandes amigos impulsamos el proyecto que ya ha cumplido 25 años: el Kimball 110.

Estos últimos ocho años han traído grandes momentos y hay mucho que agradecer a todos los que lo han hecho posible. Especialmente por la importante labor educativa que mis hijos han disfrutado llevando al cuello la pañoleta que yo mismo vestí muchos años antes. Creedme que esto es una satisfacción y una emoción difíciles de superar (espero que algún día podáis vivirlo).

Pero ahora toca otro tipo de emoción más triste, al volver a decir adiós a esos colores y a nuestra relación con el Grupo 110. Antes de comenzar la ronda 2012/2013, Guillermo (tras terminar su etapa de lobato) e Ignacio (tras su 2º año como esculta) dejan de formar parte de la familia Kimball. Es una decisión tomada hace muchos meses, pero nos pareció coherente cerrar la Ronda del XXV Aniversario y celebrarlo hasta el final con todos vosotros, antes de empezar a echar de menos el Mavi, el colegio, los festivales, las canciones y tantos y tantos nombres….

Los motivos son variados y no vienen al caso ahora. Además, nos gustaría que no importaran demasiado. Algunos son personales, los hay internos y externos, unos explicables … otros no, unos salen del corazón  …. otros de la cabeza. Da igual ya, lo importante es que la decisión está  tomada y ahora toca andar nuevos caminos. Nuevos caminos, sí. Porque, como sabéis, Esther y yo entendemos el Escultismo como la mejor opción educativa para el tiempo libre y como una filosofía vital que deseamos que nuestros hijos desarrollen de la mejor manera posible. Por eso queremos que sigan sintiendo el mensaje de B.P. como propio, viviendo el juego, la naturaleza, el compromiso y los valores scouts, mientras sea posible.

Cierto que, en mayor o menor medida, ello podría ser factible dentro del Kimball. Pero, por distintas razones (como os decía), hemos optado por una vía diferente (ni mejor ni peor, en principio). Vamos a formar parte de un proyecto que abordamos con mucha ilusión, en un grupo donde también pasé buena parte de mi vida scout (como esculta, como rover y como scouter): el Grupo Scout 217-Matterhorn. Grupo en el que, además y eso lo hará más fácil aun, nos rencontraremos con viejos amigos kimbaleros y grandes amigos personales (Enrique y Angeles) que eligieron este mismo camino para sus hijas hace unos meses y en el que, nos consta, están muy felices.

Creemos que este cambio puede traer cosas buenas para nuestros hijos, estimulando nuevos valores y afianzando otros. Los padres que hemos sido scouts (por tanto, algo más exigentes e inquietos) y que tenemos la experiencia de haber pasado por varios grupos, sabemos de las ventajas de variar de estilo y de métodos. “Aprender”, esa es la clave; beber de distintas fuentes, experimentar nuevas sensaciones con los mismos objetivos, caminar, recomenzar,....

Seguro que hablo en nombre de toda la familia al daros las gracias por todo. Os debemos mucho… y deseamos seguir disfrutando muchos años de veros en la brecha y en la buena dirección, aunque lo hagamos desde la distancia. 

Esperamos que guardéis siempre un buen recuerdo de Ignacio y de Guillermo. Ellos seguro que nunca podrán olvidar su paso por el Grupo (ya me encargaré yo ….. y la Kimballteca, jeje) y lo llevarán para siempre en el corazón, transmitiendo allí donde estén ese sentimiento y esos valores que aprendieron en sus primeros pasos dentro del Escultismo. Ojalá que sigáis en contacto y cruzando vuestras vidas scouts.

Por mi parte (y perdonadme el exceso de ego) deciros que, en buena medida, se me resquebraja algo por aquí dentro..., que me considero parte del 110 y que jamás dejará de ser MI GRUPO (“Siempre Kimball” es una marca imborrable). Os llevaré para siempre en ese rincón de los buenos recuerdos. Pero en la vida, a veces, hay que avanzar dejando cosas atrás, inevitablemente….

En el festival de la canción interno que hicimos en Navaleno canté con la manada, delante de todo el Grupo, aquello de .... "tengo una sonrisa gris...". Hoy la tengo, sin duda. Pero también sé que hay "un tiempo más". Y que hay que seguir adelante.... caminando y cantando una misma canción (como decía Ana Belén). ¡Vaya!, parece que mi guitarra también os va echar de menos. Por favor .... no dejéis nunca de cantar.

Carlos Gordillo. 

Septiembre de 2012.