Notapor Aida489 » 07 May 2018 03:01
Mura, enciclopedia de la vida
Surge entre las montaas del Parque Natural de Sant Lloren del Munt i l Obac. Es un pueblo pintura ste de Mura, leo sobre piedra, en la estribacin sudeste de la comarca del Bages; y es leccin de antropologa. Datan sus primeras construcciones del siglo X, pero lo ms llamativo es que se conservan, perfectas, despus de sufrir no pocas catstrofes socioeconmicas el lugar, tan mansamente baado por la riera del Nespres. Entre las ms recientes desgracias, la primera fue la de la filoxera, siendo entonces Mura uno de los ms importantes enclaves de la viticultura catalana (junto al Priorat), a finales del XIX. En el Priorat cambiaron vides por almendros y aqu, por el carbn vegetal, hasta que lleg el butano y volvieron a empobrecerse. Tambin cambiaron la uva por una cooperativa textil, que hubo de cerrar en los 60, y volvieron los muratanos a emigrar a zonas industriales prximas, contando hoy con apenas 227 habitantes que viven mayormente del turismo gracias a la declaracin patrimonial de su arquitectura y su entorno natural. Es una belleza y es una enseanza de historia, salud y humanidad esto de visitar Mura y recorrer sus mil senderos y rincones sealados. Es hoy un festival de nios y de perros, y sin embargo no se escucha un grito en sus empedradas calles (algn ladrido, s, pero ms bien de jbilo). Recomendada su visita cultural en los colegios de la comarca, de ah que haya tantas familias jvenes y tantos nios, y por ende, perros.Partimos de la iglesia parroquial, Sant Mart, romnica y bien conservada, y cometimos el proverbial error de equivocar una de las rutas recomendadas. Ora fuentes ora cuevas, pero ni unas ni otras; despus de un paseo buclico por la vereda del ro y su sanador sonido, cruzamos de orilla y emprendemos un camino que asciende y asciende, y se cierra, tapizado de musgo porque aqu el agua surge de la piedra como por encanto, y cuando ya hemos escalado dira que unos 100 metros de altura y parece que esto no conduce a ningn lugar, una luz. Una luz y una masa preciosa y ptrea toda ella y su cercado, que atravesamos. Y a un caminante: oiga, qu es esto? Y l, una casa, no lo ves? Lo veo, por cierto, pero dnde estamos? Me explica con pereza que es la Masa de la Vila y que siga mis pasos hacia el cerro, que me gustar. Gracias, caballero.Entonces el paisaje ms al norte se convierte en una apacible acuarela de prados y balsas de agua, frutales en flor y ganado paciendo, pero asciende an, y de modo insospechado nos arroja a una visin que no parece real: una abrupta pared de roca, que en esta latitud adquiere un color rojizo de xido y formas fantasmagricas que parece fueran a hablar; y en la pared, de extrema altura, un conjunto arquitectnico colgante y esculpido en la misma piedra, de cuyo alero brota una cascada natural. Es el Puig de la Balma, a donde hemos llegado en la ms absoluta ignorancia. Construccin del siglo X, como todo Mura, que alberg el rodaje de la bellsima y aterradora pelcula Pa Negre (la hecatombe fratricida en versin cine, de Agust Villaronga, ganadora de nueve merecedores goyas, basada en la novela de Emili Teixidor, espectaculares interpretaciones de Laia Marull mejor actriz de reparto, Nora Navas mejor protagonista, Marina Comas mejor actriz revelacin, Eduard Fernndez, Sergi Lpez y el nio Francesc Colomer, mejor actor revelacin), y de lo que otro da hablar porque sigo en estado de shock.Emprendemos camino de vuelta. Dilema, descender al ro por la Creu de la Vila, desviarnos a la ruta de las cuevas, seguir de frente camino a la mesa que nos espera, tambin incierta hasta este momento. Nos movemos en pos de una memoria difusa que un vago da de no sabemos, tal vez 15, 20 o incluso 25 aos atrs, trajo a nuestra amiga Esther hasta un pueblo empedrado a donde vino a degustar unos canelones en la casa del cartero. Eso es todo el bagaje que llevamos en nuestra mochila, bendita Esther.La ruta que seguimos atraviesa un bosque rico en encinas, pinos y acebuches, y si uno se fija, entre maleza y flora se esconden an intactas las cabaas de piedra de los labriegos de la vid y se divisan tambin las huellas de su cultivo en terrazas. Va serpenteada la senda por regatos que desaguarn en el Nespres, donde esta maana de loco clima, los nios se solazan al sol y sumergen sus desnudos cuerpos en el agua del ro: estamos en pleno invierno a 22 grados y an quedan ciclognesis y tormentas siberianas por llegar, lo que convierte la vida en una insania. El pueblo se divisa en lontananza, mientras descendemos, pintado en un ocre que no distingue muros de tierra, en idntico tono fundidos. Nos espera la casa del cartero, que en realidad se llam Cal Serit hace 54 aos, pero como su fundador, adems de carbonero al mando de 50 pares de brazos era tambin el cartero local, pues Cal Carter ha terminado por aceptar su nombre popular. Aqu cocin la abuela sus guisos familiares, y antes hubo lagar de vino, que se preserva en el stano cubierto de un cristal, y a la abuela le secund el to Jordi, conocido como el Tinetas, por su pertinaz pasin en la recuperacin de las tinas y lagares donde otrora se produca el vino (la ruta dels tinars promete antropologa pura). Y hoy, Jordi Perich sobrino, discpulo avezado y tenaz de Mey Hofmann, se pelea con un papel haciendo cuentas de garbanzos. S, les cuento. El plato estrella local, que aqu bordan, son los cigrons autctonos, d.o. Mura, con bacalao desmigado y suave muselina de ajo al gratn. Es una delicia difcil de definir, aconsejo ir y probarla, est a apenas una hora de camino de si el conductor se espabila. Jordi jr. se devana los sesos bolgrafo en mano. Pero qu le sucede, joven? Me cuenta que no le salen los clculos: consumen tal cantidad de cigrons por mes, ms o menos fija, pero jabales y corzos estn dando al traste con sus provisiones: tienen los animales en la raz de este garbanzo su manjar predilecto, y no hay trampa ni disuasorio que pueda con ellos. Recuerdo aqu la pachanga perpetua que escuchaba en mi casa labriega monte arriba en la comarca de Betanzos, A Corua, que meses tard en comprender: eran los transistores que los paisanos colocaban en el maizal contra el xabarn: de nada all tampoco les servan, nada aplaca la voracidad del salvaje puerco y sus amigos los crvidos. Segundo y main course, huevos fritos con trufa negra y parmentier de patata. No le va la receta a la zaga, regadas ambas y el consecuente helado de roman que preside el festival de postres, de dos vinos locales del Pla del Bagues, uva blanca picapoll y tinta, sumoll, equilibrados en todos los sentidos, gusto y bolsillo. Una ancdota remata la fantstica jornada en Mura: lugar al que volvers. Esther, que nunca ha presumido de ser una setcincies, como dice su sobrino Albert, se da cuenta en una exaltacin paisajstica de que los rboles "parecen tos". As dicho, tal que una abstraccin artstica en grado sumo. Se hace el silencio. Unos cuantos kilmetros ms tarde, ya en el pueblo de vuelta, resulta ser providencial su observacin: Mura es conocida entre tantas otras cosas por su feria de tis (con acento agudo) local hand made. Se exhiben todo el ao y en todos sus tamaos: tis como rboles y rboles como humanos esculpidos.